La Uni¨®n Europea no quiere ver moros en la costa
Combatir a los Le Pen, a los Orb¨¢n y a las Meloni d¨¢ndoles la raz¨®n y desarrollando normas comunitarias que hacen realidad sus puntos program¨¢ticos se parece mucho m¨¢s a una rendici¨®n que a una victoria
La publicidad de las instituciones europeas suele recurrir a figurantes j¨®venes, modositos, con aspecto aseado, estudios superiores y nivel alto de ingl¨¦s, que reciclan, van en bici y cuentan batallitas del erasmus en vez de la mili. Reflejan el sue?o de una Europa que nunca existi¨® y se complace en verse a s¨ª misma como un jard¨ªn de paz, armon¨ªa y calles peatonales. Si esa propaganda ¡ªquiz¨¢, y no por casualidad, la europe¨ªsta sea la propaganda menos eficaz de toda la hi...
La publicidad de las instituciones europeas suele recurrir a figurantes j¨®venes, modositos, con aspecto aseado, estudios superiores y nivel alto de ingl¨¦s, que reciclan, van en bici y cuentan batallitas del erasmus en vez de la mili. Reflejan el sue?o de una Europa que nunca existi¨® y se complace en verse a s¨ª misma como un jard¨ªn de paz, armon¨ªa y calles peatonales. Si esa propaganda ¡ªquiz¨¢, y no por casualidad, la europe¨ªsta sea la propaganda menos eficaz de toda la historia de la propaganda¡ª abogase por ser fiel a las realidades demogr¨¢ficas y sociales, sus protagonistas ser¨ªan ancianos asustados por los inmigrantes y nost¨¢lgicos de un continente blanco que tampoco existi¨® nunca, pero cuya fantas¨ªa alimentan en ensue?os cada vez m¨¢s racistas y agresivos.
As¨ª se explicar¨ªa que los gobiernos europeos hayan hecho pi?a en un acuerdo migratorio que desdice buena parte de la ret¨®rica de armon¨ªa, paz, solidaridad, apertura democr¨¢tica y acogimiento propia del discurso europe¨ªsta. Para una vez que esa jaula de grillos se pone de acuerdo, es para elevar los muros que la separan del mundo pobre y hacer la vida m¨¢s humillante a quienes aspiran a ser europeos. Pocas cosas unen tanto como una amenaza com¨²n, y los gobiernos de Europa, tanto los de izquierdas como los de derechas, han decidido que su enemigo viene de ?frica. Curiosa forma esta de neutralizar a la extrema derecha, por la v¨ªa de la apropiaci¨®n de sus consignas. Ya sab¨ªamos los europe¨ªstas y los dem¨®cratas liberales que perdimos la batalla de la seducci¨®n ideol¨®gica hace mucho, y que nada podemos contra los berridos xen¨®fobos, pero alguna pelea pol¨ªtica habr¨ªa que seguir dando. Combatir a los Le Pen, a los Orb¨¢n y a las Meloni d¨¢ndoles la raz¨®n y desarrollando normas comunitarias que hacen realidad sus puntos program¨¢ticos se parece mucho m¨¢s a una rendici¨®n que a una victoria. ?C¨®mo no va a estar apaciguada la extrema derecha europea, si sus supuestos rivales ideol¨®gicos le hacen el trabajo?
Poco importa la paradoja de que el Estado social solo puede sostener sus finanzas con esos inmigrantes que excluye de su paraguas. Poco importa que el colapso de los servicios p¨²blicos responda m¨¢s a las necesidades de una poblaci¨®n envejecida y muy longeva que a la avalancha de trabajadores j¨®venes y sanos. Los ancianos del geri¨¢trico europeo seguir¨¢n atalayando las costas con pavor, y solo se quedar¨¢n tranquilos cuando no vean moros en ellas. Como son ellos quienes votan, los gobernantes se esfuerzan mucho en complacer su paranoia, dej¨¢ndonos una Europa cada vez m¨¢s miserable y cerrada.