Una biblioteca de las defensas humanas
?Harto de genomas, proteomas y microbiomas? Prep¨¢rate: llega el proyecto inmunoma humano
Una tendencia dominante de la biolog¨ªa es la elaboraci¨®n de cat¨¢logos: genoma, proteoma, exoma, metaboloma, microbioma. El sufijo oma denota que solo te conformas con el todo, con todos los genes, con todas las prote¨ªnas y con todo lo que haga falta. Quiz¨¢ el ep¨ªtome filos¨®fico se alcanz¨® en la primera ...
Una tendencia dominante de la biolog¨ªa es la elaboraci¨®n de cat¨¢logos: genoma, proteoma, exoma, metaboloma, microbioma. El sufijo oma denota que solo te conformas con el todo, con todos los genes, con todas las prote¨ªnas y con todo lo que haga falta. Quiz¨¢ el ep¨ªtome filos¨®fico se alcanz¨® en la primera d¨¦cada de este siglo con el proyecto behavioroma (del ingl¨¦s behavior, comportamiento), que pretend¨ªa compilar un censo de los posibles comportamientos humanos. Hasta donde s¨¦, nunca lleg¨® a despegar. La culpa de todo este af¨¢n bibliotecario es seguramente de Carlos Linneo, el naturalista sueco del siglo XVIII que dedic¨® su vida a inventariar todos los seres vivos conocidos en su tiempo. Pero hoy sabemos que los cat¨¢logos biol¨®gicos resultan de suma utilidad en esta ciencia dominada por la complejidad exuberante del mundo vivo, y la iniciativa de m¨¢s rabiosa actualidad se va a centrar en nuestras defensas.
El proyecto inmunoma humano (HIP, en sus siglas inglesas) se fund¨® en un congreso cient¨ªfico en La Jolla, California, y sus socios incluyen a algunas de las mayores farmac¨¦uticas, firmas biotecnol¨®gicas, centros universitarios y agencias gubernamentales, entre ellos el Instituto Craig Venter y fundaciones espa?olas como ISGlobal y La Caixa. Este a?o empezar¨¢n a recabar datos inmunol¨®gicos de cientos de miles de voluntarios de todo el mundo mirando miles de variables en sus muestras de sangre o tejidos. Tal vez de tu sangre y tus tejidos, desocupado lector.
La base de datos resultante estar¨¢ a disposici¨®n de todos los investigadores, y cabe esperar que aclare qu¨¦ peculiaridades inmunol¨®gicas explican nuestra salud o la falta de ella. Ser¨¢n datos valiosos para la medicina del futuro inmediato, e incluso para las vacunas y los f¨¢rmacos del presente. De momento, cuenta con unos exiguos cinco millones de d¨®lares anuales, pero aspira a a?adir dos o tres ceros a esa cifra cuando sus resultados empiecen a cantar. Pfizer y Moderna, las dos estrellas corporativas de las vacunas anticovid, est¨¢n en el consorcio junto a AstraZeneca, GSK, Janssen y Novavax. Eso es m¨¢s o menos el Qui¨¦n es qui¨¦n de la big pharma, amigos.
El sistema inmune, en efecto, es esencial para mil cosas que determinan nuestra vida y nuestra muerte: las enfermedades que contraemos, la forma en que envejecemos, cu¨¢ntos a?os vivimos. Nadie ha dudado nunca de la necesidad de investigarlo a fondo, pero su complejidad gigantesca solo nos ha permitido acceder a algunos de los principios generales de su funcionamiento. El principal de ellos es su car¨¢cter generativo, es decir, su capacidad para responder a situaciones del entorno a las que no se hab¨ªa enfrentado nunca. Es un verdadero prodigio de la evoluci¨®n biol¨®gica, el Messi de la gen¨¦tica.
Precisamente por su car¨¢cter generativo, sin embargo, resulta virtualmente imposible catalogar sus creaciones moleculares. Sabemos c¨®mo se genera todo ese abanico fractal e inagotable de anticuerpos, s¨ª, pero, en cuestiones de salud y biolog¨ªa humana, el diablo mora en los detalles. ?Por qu¨¦ el 10% de la gente no responde a la vacuna de la hepatitis B? ?Y por qu¨¦ funciona tan bien en el 90% restante? Aqu¨ª no basta mirar un gen o un par de prote¨ªnas. Hay que mirarlas todas y reclutar a la inteligencia artificial para que eche una mano.