Objetivo: la Tierra
Vacunar al mundo este a?o es t¨¦cnicamente posible, pero requiere una ¨¦tica empresarial ins¨®lita
Las mayores factor¨ªas de vacunas del planeta han fabricado 400 millones de dosis anticovid en cuesti¨®n de meses, una marca hist¨®rica. Pero aun as¨ª nos quedamos cortos por un orden de magnitud, pues hacen falta no cientos, sino miles de millones para vacunar al mundo, y el reloj apremia. Sobre el papel ser¨ªa posible acercarse a ese objetivo para la navidad de este a?o, pero ese c¨¢lculo se basa en la suposici¨®n de que todo va a funcionar como una maquinaria engrasada y perfecta, un axioma francamente audaz en este momento, con la gran mayor¨ªa de las dosis acaparadas por los pa¨ªses ricos y una variedad fatigosa de restricciones al comercio internacional del que tanto presum¨ªamos.
La buena noticia es que la producci¨®n de vacunas parece capaz de crecer exponencialmente, seg¨²n los c¨¢lculos de Airfinity, una consultora londinense que analiza los datos de la industria farmac¨¦utica. Un crecimiento lineal es como 1 2 3 4 5 6¡, mientras que uno exponencial es como 1 2 4 8 16 32¡ Como en la f¨¢bula oriental, basta aplicar esa progresi¨®n en un tablero de ajedrez para que, partiendo de un solo grano de arroz en la primera casilla, puedas arruinar toda la producci¨®n agr¨ªcola del reino antes de llegar a la ¨²ltima. Airfinity predice que la industria es capaz de generar 10.000 millones de dosis a finales de este a?o.
La Universidad de Duke,en Carolina del Norte, eleva esa predicci¨®n a 12.000 millones. La poblaci¨®n mundial no llega a 8.000 millones, de modo que esas prospectivas, aun descontando que la mayor¨ªa de las vacunas requieren dos dosis, se acercar¨ªa mucho al objetivo global. Pero ni la propia jefa del estudio de Duke, Andrea Taylor, conf¨ªa en sus conclusiones, como reconoce en ¡®Nature¡¯. ¡°Las cadenas de distribuci¨®n pueden malograrse¡±, dice Taylor, ¡°y los pa¨ªses pueden amenazar las exportaciones de vacunas¡±.
La buena noticia es que la producci¨®n de vacunas parece capaz de crecer exponencialmente
Desde luego que pueden, y ya lo est¨¢n haciendo con balcones a la calle. Las clases adineradas y los nacionalistas tienden a considerar las vacunas anticovid como si fueran el elixir de la juventud, un bien valioso con el que hay que hacerse a cualquier precio. Resolver una pandemia requiere una mirada m¨¢s amplia y despejada, pero ese no es precisamente el fuerte del Homo sapiens, ?verdad?
?Qu¨¦ podemos hacer entonces, dada la materia prima humana con la que contamos? Mucho. Parte del milagro de las vacunas contra el SARS-CoV-2 se debe a que las grandes corporaciones de la Big Pharma (la gran industria farmac¨¦utica), que normalmente mantienen una competencia encarnizada, han empezado a colaborar entre ellas. Merck est¨¢ fabricando las vacunas dise?adas por Johnson & Johnson, ambas en Nueva Jersey; la brit¨¢nica GSK y la suiza Novartis est¨¢n manufacturando 350 millones de dosis de su competidor alem¨¢n Curevac. ?Es que la Big Pharma se ha vuelto ¨¦tica de repente? ?O es que ha descubierto los beneficios contables de la colaboraci¨®n? Lo sabremos pronto. Como dijo el matem¨¢tico John Allen Paulos, los secretos duran poco. A la gente le gusta hablar.
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