Claudine Gay, la rectora valiente
Lo m¨¢s honorable de la despedida de la responsable de Harvard ha sido su defensa de la Universidad como un espacio independiente donde el valor y la raz¨®n se unen para hacer avanzar la verdad
Asomarse a la breve trayectoria de Claudine Gay, la reci¨¦n dimitida rectora de Harvard, produce un estremecimiento. La noticia ha pasado relativamente desapercibida, pero hablamos de una de las tres rectoras de universidades de ¨¦lite (otra de ellas, ...
Asomarse a la breve trayectoria de Claudine Gay, la reci¨¦n dimitida rectora de Harvard, produce un estremecimiento. La noticia ha pasado relativamente desapercibida, pero hablamos de una de las tres rectoras de universidades de ¨¦lite (otra de ellas, la de Pensilvania, tambi¨¦n ha dimitido) que han comparecido ante un comit¨¦ del Congreso encargado de examinar el antisemitismo en los campus a ra¨ªz de la guerra en Gaza. El nombramiento de Gay fue recibido en julio como un soplo de aire fresco por quienes a¨²n defienden los ideales liberales en Estados Unidos. La hija negra de inmigrantes haitianos encabezaba la prestigiosa instituci¨®n tras la panoplia de rectores (por supuesto, blancos y masculinos) que la hab¨ªan precedido. No es un detalle menor que coincidiera con el momento de la prohibici¨®n del Tribunal Supremo a las admisiones en las universidades basadas en la raza; tampoco que las acusaciones de plagio que han provocado su dimisi¨®n, desmentidas por la mayor¨ªa de los supuestos plagiados, sean contra un trabajo sobre la importancia de que las minor¨ªas ocupen cargos pol¨ªticos. Que las comunidades hist¨®ricamente marginadas tengan una voz relevante en los pasillos del poder ¡°abre una puerta donde muchos antes solo ve¨ªan barreras, y eso, a su vez, fortalece nuestra democracia¡±, ha escrito Gay.
Estos d¨ªas solo se ha hablado del plagio, un signo de estos tiempos donde se socava concienzudamente nuestra confianza en las instituciones mientras nos mostramos incapaces de combatir las mentiras y el oscurantismo. Lo dec¨ªa Moira Donegan en The Guardian, apuntando a la torpeza de los medios de comunicaci¨®n, centrados exclusivamente en el supuesto plagio de Gay. Donegan se?alaba c¨®mo los medios no han sabido adaptarse al auge ¡°de una derecha antintelectual y antidemocr¨¢tica indiferente a la verdad¡±. En lugar de mostrar sus reaccionarias fechor¨ªas, intentar¨ªan mantener una apariencia de neutralidad ¡°a costa de decir francamente la verdad¡±. El marco del debate fue, primero, el supuesto antisemitismo de Gay y, despu¨¦s, el plagio, pero la rectora hablaba con raz¨®n de un linchamiento que tiene como trasfondo ¡°una guerra m¨¢s amplia¡± contra la fe p¨²blica en los pilares de la sociedad democr¨¢tica. Dicha guerra tiene como objetivo estrat¨¦gico a la educaci¨®n, precisamente porque proporciona las herramientas que nos permiten ver la realidad esquivando la propaganda.
Lo m¨¢s honorable de su despedida fue la defensa de la Universidad como espacio independiente ¡°donde el valor y la raz¨®n se unen para hacer avanzar la verdad, sin importar las fuerzas que se opongan a ellas¡±. Hay audacia en decirlo as¨ª pues, en el fondo, los reaccionarios se aprovechan de las trampas que nos hemos puesto a nosotros mismos desde el progresismo universitario. Las prohibiciones o reconvenciones en funci¨®n de las ofensas sentidas por el alumnado son tambi¨¦n una camisa de fuerza que permite a la Alt-Right global lanzar acusaciones de censura y hasta de racismo, banderas ajenas que aprovechan con astucia. Son un espejo que nos pone ante nuestras propias contradicciones, y deber¨ªamos mirarlo de frente.