La inutilidad de la guerra
Dicen que ser pacifista es de ingenuos que no entienden c¨®mo funciona el mundo, pero lo ingenuo es creer que m¨¢s gasto militar traer¨¢ la paz
En Primero de BUP, una amiga me grab¨® una cinta con canciones de El ?ltimo de la Fila que estuve escuchando hasta desgastarla. Me pon¨ªa en bucle Querida Milagros y lloraba por la absurda muerte del soldado Adri¨¢n. Algunos de mis compa?eros de colegio fueron la ¨²ltima hornada de convocados a hacer el servicio militar obligatorio, y el antibelicismo no era solo una posici¨®n ¨¦tica o un concepto abstracto, sino que se trataba de una oposici¨®n clara y precisa a un deber concreto que algunos llamaban ¡°ir a aprender a matar¡±. En catal¨¢n era Carles Sabater, del grupo Sau, el que cantaba ¡°no he nacido para militar¡±. Insumisos y objetores de conciencia pintaban los muros de los descampados con sus reivindicaciones; incluso los menos politizados se distra¨ªan garabateando ¡°mili no¡± en los pupitres y ba?os del instituto.
Desde que se ha profesionalizado el Ej¨¦rcito y ning¨²n hombre est¨¢ obligado a adquirir formaci¨®n militar, nadie canta la muerte in¨²til de ning¨²n joven soldado, pero eso no significa que no haya hombres jug¨¢ndose el pellejo por razones que a menudo les resultan lejanas o ajenas. Por eso, es dif¨ªcil creer lo que afirm¨® d¨ªas atr¨¢s el l¨ªder de un pa¨ªs donde la mili es obligatoria para casi todos y dista mucho de ser un simple entrenamiento: que son los reclutas los que le piden que no pare el fuego y siga con su criminal ofensiva contra los gazat¨ªes. ?Qui¨¦n, pudiendo hacerlo, va a escoger la muerte en vez de la vida y la paz? Nadie en su sano juicio, nadie que no est¨¦ radicalmente desesperado, cegado por el odio o alienado por esos l¨ªderes que ordenan guerras desde sus despachos, sin mojarse nunca los pies en las trincheras ni mancharse las manos con la sangre de ni?os e inocentes. Y ni que fuera sangre de culpables: ?qu¨¦ sentido tiene haber domesticado la violencia con la ley para que ahora se aplique una venganza ciega y sin justicia?
Ser pacifista, nos dicen, es de ingenuos buenistas que no entienden c¨®mo funciona el mundo, pero lo ingenuo es creer que el aumento del gasto militar traer¨¢ la paz, que se fabrican armas y misiles para guardarlos en almacenes y no usarlos nunca. M¨¢s ingenuo es pensar que alguien puede ganar una guerra o solucionar un conflicto con muerte y destrucci¨®n. M¨¢s ingenuo es pretender que algo bueno puede salir de la aniquilaci¨®n de todo un pueblo, mostrada en vivo y en directo con el impotente testimonio de todos nosotros.
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