¡®Remigraci¨®n¡¯, mucho m¨¢s que una palabra funesta
El t¨¦rmino tiene claras connotaciones eufem¨ªsticas. Suena como envuelto en gasa conceptual, pensado para difuminar el racismo que destila
A la hora de elegir la palabra m¨¢s negativa del a?o, Alemania se ha decantado por un t¨¦rmino de inquietante actualidad: remigraci¨®n. Es lo que toda la vida hemos denominado repatriaci¨®n forzada. La han puesto en circulaci¨®n individuos afines al nacionalsocialismo y, en general, personas que no dan un duro por el Estado de derecho. La palabra remigraci¨®n tiene claras connotaciones eufem¨ªsticas. Suena como envuelta en gasa conceptual, pensada para difuminar el racismo que destila. El Tercer Reich abrig¨® en su d¨ªa id¨¦ntico prop¨®sito. Consiste en establecer unos criterios encaminados a dividir la poblaci¨®n entre puros (el pueblo genuino: anta?o ario, ahora simplemente alem¨¢n) y los indeseados cuya presencia se supone que menoscaba el suelo patrio. Ciertos paladines de la pureza, no carentes de apoyo pol¨ªtico y financiero, han urdido un plan para la consumaci¨®n de su proyecto de limpieza. Proponen, entre otras cosas, descargar en ?frica a millones de expulsados. La idea es an¨¢loga a la de los nazis, quienes estudiaron la viabilidad de un confinamiento masivo en la isla de Madagascar antes de impulsar la tristemente c¨¦lebre soluci¨®n final. Todo esto, incluyendo nombres propios de la Alternativa para Alemania (AfD) y de la Werteunion (una rama ultraconservadora de la democristiana CDU), se ha hecho p¨²blico despu¨¦s que la red de periodismo de investigaci¨®n Correctiv lograra infiltrarse en una reuni¨®n secreta de noviembre pasado en un hotel de Potsdam. En ella fue expuesto un plan que prev¨¦ la remigraci¨®n (l¨¦ase expulsi¨®n) del pa¨ªs no s¨®lo de inmigrantes y refugiados, sino de ciudadanos con antecedentes migratorios provistos de nacionalidad alemana. Podr¨ªa pensarse que se trata de fantas¨ªas de cuatro locos fan¨¢ticos. Cuidadito, cuidadito. Las ¨²ltimas encuestas sit¨²an a la Alternativa para Alemania como segundo partido m¨¢s votado; en algunas regiones del Este, como el primero.
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