La lecci¨®n de las ¡®swifties¡¯: salir a pelear
Las seguidoras de Taylor Swift han enterrado el material pornogr¨¢fico falso de la cantante inundando las redes de contenidos con los mismos t¨¦rminos de b¨²squeda de los ¡®deepfakes¡¯

T¨¦cnicamente, la campa?a coordinada contra Taylor Swift no deber¨ªa de ser noticia. El deepfake de famosas existe al menos desde 2017, cuando un foro de Reddit llamado r/deepfakes empez¨® a inundar la Red de v¨ªdeos pornogr¨¢ficos con las caras de Scarlett Johansson y Emma Watson. La raz¨®n es evidente: Taylor Swift ha embrujado a uno de sus ¨ªdolos (la estrella del f¨²tbol americano Travis Kelce) y ha sido elegida persona del a?o en lugar de Sam Altman, padre de ChatGPT. Hasta Scott Galloway, el famoso profesor de marketing y tertuliano tecnol¨®gico de 59 a?os, tuvo una pataleta en el podcast que presenta junto a Kara Swisher, cuando se anunci¨® la decisi¨®n de la revista Time.
No hay confusi¨®n de identidades. Taylor Swift no necesita demostrar que no es la persona que sale en los v¨ªdeos, aunque la inverosimilitud no les impide cumplir su objetivo, que es humillarla y degradar su reputaci¨®n. Ni siquiera es la primera vez que le pasa. En 2019, el rapero Kanye West lanz¨® un v¨ªdeo musical donde se acostaba con una Taylor de cera a tama?o natural. Y no es la ¨²nica afectada. El modelo ha sido entrenado con material original de la industria del cine para adultos, lo que significa que el trabajo y el cuerpo de otras actrices han sido plagiados sin pedir consentimiento, dar cr¨¦dito u ofrecer compensaci¨®n a las actrices del material original.
En un mundo lleno de pornograf¨ªa sint¨¦tica no consentida, lo normal es que esas im¨¢genes existan y que, dada la popularidad planetaria de la artista, alguna de ellas haya recibido 45 millones de visitas en 17 horas hasta ser eliminada de Twitter/X. Ese no es el titular. La verdadera noticia son las swifties que, en lugar de llorar por su ¨ªdolo y reclamar a los chicos de la manosfera que le pidan perd¨®n, han lanzado su propia campa?a coordinada para enterrar el material pornogr¨¢fico, inundando la Red de contenidos nombrados y etiquetados con los t¨¦rminos de b¨²squeda ¡°taylor swift ai¡± o ¡°taylor swift deepfake¡±.
La estrategia se llama fake seeding (siembra de archivos falsos) y viene de la ¨¦poca de Napster y las guerras del P2P. Fue la t¨¢ctica m¨¢s inteligente de la industria del entretenimiento, cuando empezaron a inundar las redes de pares con archivos falsos, etiquetados como pel¨ªculas, canciones, videojuegos y otros contenidos populares que los usuarios trataban de descargar de manera ilegal. Antes de la banda ancha, las descargas consum¨ªan una enorme cantidad de tiempo y de recursos. La segunda vez que el usuario descargaba El se?or de los anillos para descubrir que era un manual para montar lavadoras, generalmente abandonaba el proyecto y pagaba 12 euros para verla en el cine. Es la primera vez que las v¨ªctimas de una campa?a de propaganda mis¨®gina responden usando la misma tecnolog¨ªa para defenderse en comunidad. Esa es la noticia que deber¨ªan estar contando los medios y explicando los padres, educadores y psic¨®logos. Tenemos mucho que aprender de Taylor Swift.
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