Sumar, el desorden de tu nombre
El gran batacazo de la izquierda en Galicia es una oportunidad para repensar el proyecto m¨¢s all¨¢ del ¡®marketing¡¯
La ¨²ltima vez que estuve en Galicia fue en Ferrol, para hacer un reportaje sobre Yolanda D¨ªaz. Hubo gente que me habl¨® bien, otros regular y alguno mal, lo l¨®gico en estos casos, pero hubo algunos que, sin entrar en valoraciones personales ni pol¨ªticas, mostraron su preocupaci¨®n por la nueva aventura y el nuevo nombre, Sumar, ?qu¨¦ era eso de Sumar? ¡°Mira¡±, me dijo Pilar D¨ªaz, ...
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La ¨²ltima vez que estuve en Galicia fue en Ferrol, para hacer un reportaje sobre Yolanda D¨ªaz. Hubo gente que me habl¨® bien, otros regular y alguno mal, lo l¨®gico en estos casos, pero hubo algunos que, sin entrar en valoraciones personales ni pol¨ªticas, mostraron su preocupaci¨®n por la nueva aventura y el nuevo nombre, Sumar, ?qu¨¦ era eso de Sumar? ¡°Mira¡±, me dijo Pilar D¨ªaz, exalcaldesa de Mugardos por Izquierda Unida, ¡°un partido pol¨ªtico no es una ONG. A veces, para sacar adelante tus ideas tienes que dejar a gente en el camino, y eso no tiene nada que ver con las relaciones personales. Me preocupa el liderazgo comunicativo, porque no crea organizaci¨®n, sino que la destruye. La experiencia me dice que un proyecto de izquierdas sin una organizaci¨®n detr¨¢s no existe. Y en la izquierda hemos cambiado demasiado de nombre en los ¨²ltimos tiempos. Eso despista a los nuestros. Los hace desconfiar¡±.
No me gusta meter en los reportajes declaraciones tan largas, pero aquella la puse entera, con un guion largo por delante y su punto y aparte al final, para que destacase. Tal vez porque el d¨ªa anterior hab¨ªa ido a San Valent¨ªn, un barrio construido para los trabajadores de Astano, para hablar con Manolo Veiga, un viejo sindicalista de Comisiones Obreras que fue amigo de los padres de Yolanda D¨ªaz. Estuvimos hablando del sindicato, del partido, de la amistad, de los viejos c¨®digos. Al despedirse me dio un apret¨®n de manos del que todav¨ªa me estoy recuperando, pero en apenas una hora supe que era un tipo de fiar. Dijo algo parecido a lo de la alcaldesa de Mugardos: ¡°Esto de cambiarse de nombre no me da buena espina, como si nos avergonz¨¢ramos de lo que somos¡±.
Eduardo Saborido, un superviviente del Proceso 1001 ¡ªla detenci¨®n en 1972 de 10 dirigentes de Comisiones¡ª, cuenta que su implicaci¨®n pol¨ªtica surgi¨® por una conversaci¨®n cazada al vuelo en la f¨¢brica de Sevilla en la que entr¨® de aprendiz. ¡°Los comunistas¡±, dec¨ªa un compa?ero, ¡°son los ¨²nicos que est¨¢n. Estar¨¢s de acuerdo con ellos o no, pero son los ¨²nicos que est¨¢n, y adem¨¢s son buena gente, dan la cara cuando hay que darla¡±.
Los tiempos han cambiado, afortunadamente, pero los resultados de la izquierda en Galicia son una estupenda oportunidad para ver si esa loca carrera por el marketing, el tuit m¨¢s ingenioso y la sonrisa perenne puede que valga en algunos barrios coquetos de Madrid, pero no en los territorios naturales de la izquierda, ahora p¨¢ramos desolados sobre los que Vox ya hace tiempo que vuela en c¨ªrculo. ?C¨®mo se puede ilusionar a la izquierda si a lo m¨¢s que aspira ¡ªel domingo en Galicia, dentro de poco en el Pa¨ªs Vasco¡ª es a convertirse en el pe¨®n de brega de los partidos independentistas, con los que no se comparten m¨¢s valores que el de salvarse juntos de la quema? No hay m¨¢s que meterse en las redes sociales para constatar la vacuidad de las discusiones sobre un batacazo electoral que parece marcar el fin de una ¨¦poca.
Menos mal que, en medio del temporal, siempre hay un motivo para la esperanza. El tuit de Miguel A. Rodr¨ªguez que cuenta la historia de Nadia Nadim:
-- Los talibanes asesinan a tu padre cuando eres ni?a. Escapas con tu madre de Afganist¨¢n y llegas de milagro a Dinamarca. Y consigues representar a la selecci¨®n nacional de f¨²tbol danesa. M¨¢s de 200 goles. Y terminas medicina. Y 11 idiomas¡
Ya lo dec¨ªa el viejo califa rojo de C¨®rdoba: ¡°Programa, programa, programa¡±. Trabajo, trabajo, trabajo.