El m¨®vil perdido
La idea de que la pol¨ªtica es un revoltijo y todo se pierde en los abismos hace mucho da?o. Malas son las disputas calumniosas entre partidos adversarios, pero m¨¢s da?inos resultan los conflictos internos en una organizaci¨®n
Nada nos pone m¨¢s nerviosos que perder el m¨®vil. Vamos en su busca del dormitorio al cuarto de ba?o, de la cocina a la mesa de trabajo, sinti¨¦ndonos con una angustia que baja por la garganta hasta las piernas. Todo se mueve con los grilletes de la desorientaci¨®n. La pol¨ªtica espa?ola de hoy parece que ha perdido el m¨®vil y va de la mesa de trabajo al cuarto de ba?o. Se impone as¨ª en la casa com¨²n de la sociedad una desconfianza muy perniciosa. La idea de que la pol¨ªtica es un revoltijo y todo se pierde en los abismos hace mucho da?o. Malas son las disputas calumniosas entre partidos adversarios, pero m¨¢s da?inos resultan los conflictos internos en una organizaci¨®n. Por eso conviene matizar y comprender las cosas para no perder los nervios.
No me parece que el esc¨¢ndalo de ahora en la pol¨ªtica espa?ola se deba a que el diputado ?balos haya perdido el m¨®vil y no quiera dimitir. Es verdad que en la gesti¨®n p¨²blica no hace falta tener culpas penales; son suficientes las responsabilidades pol¨ªticas para decir adi¨®s. Y es muy triste que no haya encontrado un buen camino de salida. Pero creo que la verdadera raz¨®n del griter¨ªo no est¨¢ en que ?balos haya perdido su m¨®vil, sino en que Feij¨®o ha encontrado por fin el suyo: desarmar a esa enemiga interna en el PP que se apellida Ayuso. A Feij¨®o, como responsable del PP, le hubiese convenido callar. Los procedimientos del PSOE han sido mucho m¨¢s democr¨¢ticos que los de su propio partido en el asunto de las mascarillas, la pandemia y las comisiones. Pero ha decidido agitar el cotarro, acusando incluso a los dem¨¢s de lo que ¨¦l mismo ha hecho, porque la peor parada en toda esta trifulca es Ayuso, se?ora con hermano, residencias, comisiones y mascarillas. A Feij¨®o han querido sus enemigos caracterizarlo de tonto, pero es m¨¢s peligroso que Casado. Ayuso se topa con un enemigo interno dif¨ªcil de aniquilar. Ahora Feij¨®o ha encontrado su m¨®vil.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.