?Sue?a tu gato con sardinas en lata?
Si compartimos la actividad on¨ªrica con muchos animales, quiere decir que los sue?os han permanecido durante decenas o cientos de millones de a?os en este planeta
R¨ªos de tinta se han derramado sobre los sue?os y seguimos sin saber qu¨¦ significan, si es que significan algo. Tal vez sean reflejos distorsionados de la realidad, o una ventana a la actividad del subconsciente. Por supuesto, tambi¨¦n hay y siempre ha habido quien los considera mensajes premonitorios, aunque eso ni tiene apoyo emp¨ªrico ni la menor pinta de ser cierto. La charlataner¨ªa sobre el asunto ya era cargante incluso antes de Freud, y despu¨¦s inspir¨® a artistas visionarios como Salvador Dal¨ª o Alfred Hitchcock por su inmenso poder de seducci¨®n pl¨¢stica y narrativa. En ¨¢mbitos acad¨¦micos nunca han faltado las hip¨®tesis. Una sostiene que los sue?os no reflejan la experiencia del d¨ªa, sino justo lo que le ha faltado al d¨ªa, como intentando compensar las carencias de la vida real. Los sue?os cumplir¨ªan ah¨ª el mismo papel que las novelas, solo que personalizadas para cada lector.
Los neurocient¨ªficos Francis Crick y Christof Koch propusieron que el cerebro desaprende durante el sue?o el atrac¨®n de datos que se ha metido durante el d¨ªa, y que los sue?os representan toda esa informaci¨®n irrelevante que se est¨¢ yendo por el tubo abajo. Y desde luego tenemos la idea m¨¢s perturbadora de todas, cuyo ep¨ªtome acaso sea La vida es sue?o de Calder¨®n. Si los sue?os son alucinaciones, ?qu¨¦ nos garantiza que nuestra experiencia consciente no sea otra alucinaci¨®n? ¡°Es obviamente posible¡±, escribi¨® Bertrand Russell, ¡°que lo que llamamos vigilia no sea m¨¢s que una pesadilla inusual y persistente; no creo que yo est¨¦ so?ando ahora mismo, pero no puedo probarlo¡±. Ya saben c¨®mo son los fil¨®sofos. Me pregunto con qu¨¦ so?ar¨ªa Russell.
Pero promet¨ª hablar de tu gato, y no lo estoy haciendo. S¨ª, los perros y los gatos sue?an, a juzgar por los movimientos r¨¢pidos de sus ojos mientras duermen (rapid eye movements, REM), que son la marca de agua de nuestro sue?o REM, el sue?o con sue?os. Seg¨²n la psic¨®loga Deirdre Barrett, de la Universidad de Harvard, caben muy pocas dudas de que perros y gatos tienen alg¨²n tipo de actividad cognitiva que se parece mucho a nuestros sue?os. Pero ?con qu¨¦ sue?an? Hay indicios indirectos de que el contenido de sus sue?os refleja su actividad diaria, como correr, comer, acorralar una presa o tomar el sol, pero nadie lo sabe realmente. Los sue?os son una de esas cosas que se estudian peor en animales que en personas, porque estas al menos pueden contar con qu¨¦ estaban so?ando. Las t¨¦cnicas de imagen cerebral est¨¢n a¨²n lejos de resolver esta cuesti¨®n.
El razonamiento evolutivo, sin embargo, nos conduce a una conclusi¨®n segura. Si compartimos la actividad on¨ªrica con perros, gatos y muchos otros animales, quiere decir que los sue?os han permanecido durante decenas o cientos de millones de a?os en este duro planeta. Los bi¨®logos saben que, si una cosa aguanta tanto tiempo en este planeta duro, tiene que ser muy importante. Cuando algo no sirve de gran cosa, la selecci¨®n natural se lo carga sin el menor escr¨²pulo. Es la ¡°naturaleza roja en diente y garra¡±, como dijo Tennyson. Entonces, ?para qu¨¦ sirven los sue?os?
La idea m¨¢s aguda que conozco es de los neurocient¨ªficos Don Vaughn y David Eagleman. Nuestros sue?os son sobre todo visuales, con poco contenido olfativo o auditivo. Y las ¨¢reas cerebrales visuales, auditivas, olfativas y dem¨¢s compiten sin cesar entre s¨ª por el territorio. El planeta lleva 4.500 millones de a?os alternando entre el d¨ªa y la noche, luego todos los seres vivos hemos evolucionado en ese contexto. Y de noche sigue entrando informaci¨®n por todos los canales sensoriales excepto por el visual. As¨ª que so?amos para que las ¨¢reas visuales est¨¦n ocupadas de noche y no se vean invadidas por las dem¨¢s. Es solo una idea, pero bien buena.
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