Catalu?a sin Presupuestos
Lo m¨¢s grave de la decisi¨®n de En Com¨² Podem es que desprotege precisamente a la gente com¨²n por razones de tacticismo partidista de vuelo corto
Confieso que no se me alcanzan las razones que explican que una formaci¨®n de izquierdas como En Com¨² Podem haya dejado caer los Presupuestos de ERC y PSC por no ceder el voto de uno de sus diputados: sin duda eran unos Presupuestos imperfectos y seguramente mejorables, pero estaban ...
Confieso que no se me alcanzan las razones que explican que una formaci¨®n de izquierdas como En Com¨² Podem haya dejado caer los Presupuestos de ERC y PSC por no ceder el voto de uno de sus diputados: sin duda eran unos Presupuestos imperfectos y seguramente mejorables, pero estaban claramente sintonizados con pol¨ªticas de la izquierda. Los hab¨ªa negociado un Gobierno muy d¨¦bil con la formaci¨®n pol¨ªtica que gan¨® de calle las ¨²ltimas elecciones generales en Catalu?a, el PSC. La operaci¨®n de los comunes rezuma tacticismo pol¨ªtico e incapacidad para discriminar las urgencias reales de la poblaci¨®n y la misma situaci¨®n socioecon¨®mica (y estatal). Eso ha propiciado adem¨¢s otra decisi¨®n igualmente grave del presidente Aragon¨¨s: emplazar antes de las elecciones europeas de junio al ruido que generar¨¢n unas nuevas elecciones ¨Dlas catalanas del 12 de mayo¨D inmediatamente despu¨¦s de las vascas. No parece traducir demasiado respeto por la trascendencia de las europeas en las que no estar¨¢ en juego si se hace un proyecto tan despreciable como el Hard Rock o no. Lo que estar¨¢ en juego es si Europa se decanta claramente hacia una potencial alianza de la derecha y la ultraderecha. Y Espa?a es uno de los pocos pa¨ªses que puede contribuir a frenar esa tendencia detectada por m¨²ltiples sondeos.
Se me escapa tambi¨¦n, por tanto, la urgencia de provocar la convocatoria de unas elecciones en Catalu?a en plena tramitaci¨®n parlamentaria de la ley de amnist¨ªa, con una campa?a desatada de los medios de la derecha contra el Gobierno de coalici¨®n y cuando los indicadores econ¨®micos dicen que va a ser dif¨ªcil repetir unos Presupuestos expansivos por el muy previsible regreso de las reglas fiscales. La ocasi¨®n perdida solo puede pasar factura a En Com¨² Podem, sin reflejos y sin frescura para ceder un diputado que propiciase la aprobaci¨®n de unos Presupuestos que los comunes aprueban y su votante tambi¨¦n. La falta de imaginaci¨®n pol¨ªtica que revela esta descomunal equivocaci¨®n resulta m¨¢s preocupante todav¨ªa porque solo puede estar justificada por razones tacticistas que nunca se sabe c¨®mo acaban saliendo. Los c¨¢lculos basados en la debilidad relativa del adversario y la potencial prosperidad de uno mismo llenan el infierno de las decisiones presuntamente astutas.
Las causas justas para aprobar estos Presupuestos est¨¢n, excepto el Hard Rock, aliadas con los principios que explican la existencia de En Com¨² Podem como fuerza de izquierda. El discurso de defensa de esa decisi¨®n era adem¨¢s poderoso y cargado de decencia: sacrificar un asunto crucial de su agenda pol¨ªtica en favor de ser consecuente con las causas mayores de la sociedad catalana y las necesidades contrastadas de la poblaci¨®n (desde la sequ¨ªa a la educaci¨®n pasando por los pobres de misericordia). Poner por encima la exigencia de fortalecer los mecanismos para reducir las desigualdades y el mismo Estado de bienestar es una cuesti¨®n pol¨ªtica determinante para el votante de esa izquierda. Que las negociaciones en el Ayuntamiento de Barcelona no vayan como les gustar¨ªa a los comunes no es raz¨®n de peso para justificar esa decisi¨®n que afecta la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. El error es estrat¨¦gico, pero sobre todo deval¨²a el sentido del voto a esa formaci¨®n cuando ha estado en su mano respaldar cuentas que les cuadran perfectamente, y no lo han hecho por un pretexto justo pero radicalmente insuficiente. Lo dijo al cuarto de hora Javier Pacheco, de CC OO, y es especialmente doloroso al dirigir su comentario a En Com¨² Podem: de algunos sectores de la clase pol¨ªtica puede entenderse que est¨¦n lejos de la respiraci¨®n de la calle, pero de los comunes es lo ¨²ltimo que deb¨ªa esperarse, y es lo que ha pasado. Han pesado razones partidistas de vuelo corto frente a las razones precisamente comunes para favorecer un Estado de bienestar m¨¢s s¨®lido y capaz.