Inclusi¨®n aut¨¦ntica
Los lectores escriben sobre el autismo, los coches el¨¦ctricos, la formaci¨®n del personal de enfermer¨ªa, el consumo de antidepresivos y la crisis
Tengo poca esperanza en que el plan de acci¨®n para la integraci¨®n de las personas con autismo resulte productivo. Cierto es que hay que invertir en recursos para favorecer la participaci¨®n de estas personas, pero observo que los avances solo llegan cuando se consigue que la ciudadan¨ªa cambie su percepci¨®n. Es vital el diagn¨®stico, pero la comprensi¨®n del conjunto de la sociedad hacia las personas con autismo es esencial. Al fin y al cabo, tenemos que relacionarnos durante toda nuestra vid...
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Tengo poca esperanza en que el plan de acci¨®n para la integraci¨®n de las personas con autismo resulte productivo. Cierto es que hay que invertir en recursos para favorecer la participaci¨®n de estas personas, pero observo que los avances solo llegan cuando se consigue que la ciudadan¨ªa cambie su percepci¨®n. Es vital el diagn¨®stico, pero la comprensi¨®n del conjunto de la sociedad hacia las personas con autismo es esencial. Al fin y al cabo, tenemos que relacionarnos durante toda nuestra vida. La inclusi¨®n real pasa por fomentar una cultura de aceptaci¨®n y empat¨ªa. Solo as¨ª podremos garantizar una integraci¨®n verdaderamente significativa y satisfactoria para las personas con autismo.
Mireia Parramon Naranjo. Seva (Barcelona)
Movilidad el¨¦ctrica
Me alegro de que la cuesti¨®n de la movilidad el¨¦ctrica salte al debate p¨²blico. Soy primerizo en el sector. El 1 de abril viaj¨¦ de Elvas (Portugal) a Pamplona. Cargu¨¦ la bater¨ªa de mi veh¨ªculo tres veces para un trayecto de 552 kil¨®metros, con un coste total de 67,11 euros (12,15 euros cada 100 kil¨®metros). Pr¨¢cticamente lo mismo que un coche de gasolina. Al mismo tiempo, escuch¨¢bamos en la radio que ese d¨ªa la electricidad en Espa?a era gratuita gracias al viento y la lluvia de la borrasca Nelson. La ¨²ltima carga, en una estaci¨®n de Burgos, fue de una lentitud exasperante y el precio cobrado, de ¡°ultrarr¨¢pida¡±. A¨²n no s¨¦ d¨®nde dirigir la reclamaci¨®n.
Iosu Pinilla. Pamplona
Enfermeras desaprovechadas
No voy a empezar contando datos obvios que demuestran un d¨¦ficit de sanitarios (sobre todo enfermeras) en Espa?a, sino que empezar¨¦ narrando algo que mucha gente no sabe: las enfermeras cuentan con una p¨¦sima gesti¨®n de recursos. Nos especializamos, nos doctoramos, realizamos trabajos de gesti¨®n, de docencia, pero para el sistema somos todas iguales; nuestra formaci¨®n no cuenta, solo importa la experiencia y el aprendizaje mecanizado. Es importante comunicar a la poblaci¨®n que somos expertas en el cuidado, y ello implica cuidar lo mejor que se pueda.
Wladimir Carassa D¨ªaz. Terrassa (Barcelona)
La ra¨ªz del problema
Un d¨ªa te bloqueas sin m¨¢s, ya no puedes continuar. Todo lo que has sido o hecho se ha acabado, el cuerpo te para. Todo es raro y no sabes por d¨®nde ir, ni qu¨¦ hacer. En este pa¨ªs, con muchos adictos a los antidepresivos, se empieza a hablar de salud mental mientras nos perdemos en ella m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n. ?Cu¨¢ndo vamos a cambiar la ra¨ªz del problema? ?Para qu¨¦ tratar algo que no se deber¨ªa provocar?
Olga Morales Mej¨ªa. Madrid
Buena pol¨ªtica
Ya no podemos hablar de la cuesta de enero, sino de la de febrero, marzo, abril, etc¨¦tera. Los precios suben y los sueldos, no. El pobre es cada vez m¨¢s pobre y el rico cada vez m¨¢s rico. Pero seguimos votando a los que nos cautivan, nos prometen y, al final, nos olvidan. Una buena pol¨ªtica social es lo que pedimos a gritos y menos insultos en el Parlamento.
Luis A. Boza. Lanzarote