Los desenga?ados de Bildu

La discusi¨®n pol¨ªtica espa?ola es un simulacro y una parte esencial de la impostura es discutir con la misma intensidad de las cosas, al margen de que sean importantes o no, y de que el debate vaya a tener alguna consecuencia. Como recordaba Josu de Miguel, la vivienda es un problema electoral. Hay peri¨®dicas declaraciones del Gobierno central y las competencias las tienen las comunidades aut¨®nomas. ERC, que impuls¨® con Bildu en el Congreso la ley de vivienda, ...

La discusi¨®n pol¨ªtica espa?ola es un simulacro y una parte esencial de la impostura es discutir con la misma intensidad de las cosas, al margen de que sean importantes o no, y de que el debate vaya a tener alguna consecuencia. Como recordaba Josu de Miguel, la vivienda es un problema electoral. Hay peri¨®dicas declaraciones del Gobierno central y las competencias las tienen las comunidades aut¨®nomas. ERC, que impuls¨® con Bildu en el Congreso la ley de vivienda, present¨® un recurso de inconstitucionalidad contra ella desde la Generalitat.

El PSOE se escandaliza porque EH Bildu sea lo que siempre ha sido. La portavoz del Gobierno ha declarado que ¡°no reconocer que ETA fue una banda terrorista no es solo cobarde, sino que es un absoluto desprecio por las v¨ªctimas, hacia la sociedad vasca y desde luego demuestra tambi¨¦n un negacionismo absolutamente incompatible con la propia historia de nuestro pa¨ªs y con la democracia¡±. En los ¨²ltimos tiempos, cargos del PSOE han dicho que Bildu es un partido progresista y democr¨¢tico, que ha hecho m¨¢s por Espa?a que los ¡°patrioteros de pulsera¡±, que contribu¨ªa a mejorar la vida de la gente. En ese periodo, Bildu ha participado en homenajes a etarras, present¨® a 44 condenados por terrorismo en las elecciones del 28 de mayo (luego retir¨® a 7 que ten¨ªan delitos de sangre, pero el reclamo estaba hecho), no contribuye a la resoluci¨®n de cientos de asesinatos y no conden¨® la profanaci¨®n de la tumba del pol¨ªtico socialista asesinado por ETA Fernando Buesa. El PSOE le ha dado la alcald¨ªa de Pamplona a Bildu e introdujo a la formaci¨®n en la Comisi¨®n de Secretos Oficiales. Gracias a Bildu, la ley de memoria democr¨¢tica extiende brumosamente la atm¨®sfera del franquismo hasta 1983. De vez en cuando se dec¨ªa que a la formaci¨®n de la izquierda abertzale le faltaba ¡°recorrido ¨¦tico¡±: m¨¢s vale no hablar de recorridos. Patxi L¨®pez dijo: ¡°Estoy harto de que se pasee el fantasma de ETA (...) para atacar a los socialistas¡±. Del terrorismo no se deb¨ªa hablar: hab¨ªa que pasar p¨¢gina y hablar de las cosas que afectan a la gente. La situaci¨®n ha cambiado: la memoria tambi¨¦n es un problema electoral.

Cuando se celebren las elecciones, Bildu regresar¨¢ a la mayor¨ªa progresista. El foco se centrar¨¢ en los independentistas catalanes: aunque ni sus actos ni sus palabras han mostrado otra cosa, descubriremos con esc¨¢ndalo que no renuncian a la unilateralidad, ni aceptan la Constituci¨®n o la diversidad interna de la comunidad aut¨®noma.

En este gigantesco simulacro, resulta adecuado que el programa que La Moncloa ha impuesto en la televisi¨®n p¨²blica se titule La resistencia.