El PSOE da la Alcald¨ªa de Pamplona a Bildu entre la euforia ¡®abertzale¡¯ y la indignaci¨®n de la derecha
Los socialistas se quedan al margen del gobierno local pero anuncian el comienzo de un ¡°tiempo nuevo¡± en el que actuar¨¢n de ¡°facilitadores¡±
El secretario del Ayuntamiento de Pamplona ley¨® el resultado de la moci¨®n de censura ¡ª15 votos a favor y 11 en contra¡ª y por la ventana del sal¨®n de plenos se escucharon perfectamente los gritos euf¨®ricos de los cientos de gargantas que se agolpaban en el exterior: ¡°?UPN kanpora!¡± (¡±UPN fuera¡±). El PSOE consum¨® este jueves un acuerdo del que hab¨ªa renegado hasta ahora y facilit¨® a EH Bildu hacerse con uno de sus m¨¢s preciados botines pol¨ªticos, la Alcald¨ªa de la capital navarra, en lo que ambas partes anunciaron como el inicio de un ¡°nuevo tiempo¡±. Los abertzales celebraron la investidura como regidor de Joseba Asiron recreando un peque?o sanferm¨ªn de invierno, mientras la derecha acusaba de ¡°traici¨®n¡± a los socialistas.
El d¨ªa hab¨ªa comenzado en Pamplona en medio de todos los temores. La polic¨ªa se despleg¨® para proteger la sede del PSOE, que llevaba d¨ªas denunciando amenazas a sus concejales, y para patrullar los alrededores del Ayuntamiento, donde a mediod¨ªa, hora prevista para el comienzo del pleno, estaban convocadas concentraciones tanto de simpatizantes de EH Bildu como de UPN. La tensi¨®n se palp¨® en algunas de las intervenciones durante el debate en el pleno y las dos partes se quejaron de haber sufrido acoso de los contrarios en los ¨²ltimos d¨ªas. Pero en la calle la jornada transcurri¨® sin mayores incidentes. Los manifestantes abertzales siguieron al pie de la letra la consigna de Asiron de celebrar el triunfo pol¨ªtico con ¡°alegr¨ªa y sosiego¡±, y llevaron una charanga que se dedic¨® a poner un fondo musical al pleno entre gritos de ¡°independencia¡± o ¡°UPN agur¡± (¡±adi¨®s, UPN¡±). Ni siquiera cuando abandonaron la casa consistorial, en medio del gent¨ªo, la alcaldesa saliente, Cristina Ibarrola, de UPN, y el presidente de su partido, Javier Esparza, la reacci¨®n fue m¨¢s all¨¢ de algunos gritos y abucheos.
Tras la operaci¨®n consumada este jueves, EH Bildu se hace con una plaza de enorme fuerza simb¨®lica, parte sustancial de la ¡°Euskal Herria¡± que reivindica el imaginario nacionalista, y con la mayor cuota de poder institucional que tendr¨¢ en la actualidad. Asiron ya hab¨ªa sido alcalde de Pamplona entre 2015 y 2019, pero esta vez vuelve al cargo tras completarse un salto cualitativo: el apoyo expreso del PSOE. Los socialistas hab¨ªan preferido en los ¨²ltimos a?os permitir los gobiernos en minor¨ªa de UPN antes que entregar el poder a Bildu, la fuerza mayoritaria de la izquierda. Volvieron a asegurar que no lo har¨ªan en la campa?a de las municipales de mayo y lo repitieron cuando los abertzales facilitaron las investiduras de Pedro S¨¢nchez y de su compa?era Mar¨ªa Chivite como presidenta foral. Hasta que el d¨ªa 13, solo seis meses despu¨¦s de las elecciones municipales, acabaron firmando la moci¨®n de censura junto a Geroa Bai (coalici¨®n en la que se integra el PNV) y Contigo Zurekin, la marca local apoyada por Sumar y Podemos.
La jornada result¨® m¨¢s tensa dentro que fuera del pleno. La derecha mostr¨® su indignaci¨®n desde el primer momento al constatar que, en contra de lo anunciado, el presidente de la mesa de edad, Koldo Mart¨ªnez, de Geroa Bai, hab¨ªa decidido reducir de 10 a 6 minutos las intervenciones del candidato y de la alcaldesa saliente. Los promotores de la moci¨®n quer¨ªan pasar el tr¨¢mite cuanto antes y evitar que la temperatura se caldease m¨¢s. Se vio muy claramente cuando, en un gesto ins¨®lito, Asiron renunci¨® a intervenir en defensa de su propia candidatura. Al acabar el pleno, explicar¨ªa ante la prensa: ¡°Los ¨²ltimos d¨ªas no hab¨ªan sido muy edificantes. Hubo demasiadas descalificaciones e insultos, y no quer¨ªa echar m¨¢s le?a al fuego¡±.
Ibarrola pronunci¨® todo su discurso mirando hacia los esca?os del PSOE e ignorando a quien se har¨¢ con las riendas del gobierno local. ¡°Traici¨®n¡± fue la palabra que m¨¢s repiti¨®, mientras defend¨ªa la tesis de que la moci¨®n solo obedece al inter¨¦s de Pedro S¨¢nchez ¡ªa quien llam¨® ¡°Judas¡±¡ª de lograr en Madrid el apoyo de Bildu y que los concejales de Pamplona han actuado de simples marionetas. La exalcaldesa sostuvo que la operaci¨®n para ¡°matar¡± su gobierno estaba decidida desde hace seis meses y que solo se pospuso para no perjudicar a S¨¢nchez en las elecciones generales de julio.
La dirigente de UPN no lleg¨® a citar a ETA por su nombre, aunque s¨ª recrimin¨® al PSOE haber consumado el ¡°hito hist¨®rico¡± de entregar la Alcald¨ªa a ¡°los herederos de quienes tanto da?o han hecho a este pa¨ªs¡±. Mucho m¨¢s expreso fue el portavoz del PP, Carlos Garc¨ªa Adanero: ¡°S¨¢nchez lleva cuatro a?os blanqueando a Bildu y esto es el colof¨®n¡±, sentenci¨®. ¡°?D¨®nde quedan los 27 asesinados por ETA en Pamplona?¡±.
Frente a las constantes alusiones de la derecha a la pol¨ªtica nacional, tanto el PSOE como Geroa Bai y Contigo Zurekin justificaron la moci¨®n por razones puramente locales: la ¡°par¨¢lisis municipal¡±, despu¨¦s de cuatro a?os sin presupuestos, y el supuesto autoritarismo de la alcaldesa saliente. Los socialistas se quedar¨¢n al margen del gobierno local porque, pese a todo, siguen pensando que a Bildu ¡°le quedan muchos pasos por dar¡±, en alusi¨®n a la falta de una condena expresa a ETA. Pero, aun desde la oposici¨®n, el PSOE asumi¨®, como Asiron, que comienza un ¡°tiempo nuevo¡± en el que pretende ser ¡°protagonista, impulsor y facilitador¡±, en palabras de su portavoz, Marina Curiel. Los socialistas insistieron en que el pacto incluye ¡°valores ¨¦ticos¡± y que obliga a los abertzales a respetar a las v¨ªctimas del terrorismo y los s¨ªmbolos forales de Navarra, sin imponer los vascos.
El entusiasmo del peque?o sanferm¨ªn abertzale se dispar¨® cuando Asiron sali¨® a saludar al balc¨®n con vara de mando en ristre. En su primera comparecencia, el alcalde se afan¨® por ofrecer un mensaje conciliador. Cuando un periodista le pregunt¨® si su objetivo final, como aventur¨® el PP, es construir la ¡°Rep¨²blica Vasca¡±, contest¨® en modo muy pamplon¨¦s: ¡°?Pobre de m¨ª! No s¨¦ c¨®mo podr¨ªa hacer yo tal cosa¡±. Y subray¨® que no se puede ¡°despreciar¡± a UPN porque es ¡°una parte importante de la ciudad¡±. Ibarrola tambi¨¦n tuvo el gesto de acercarse a estrechar la mano a su sucesor, aunque asegurase que no tiene la menor intenci¨®n de apoyarlo en nada: ¡°Antes prefiero fregar escaleras¡±.
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