M¨¢s viejos, m¨¢s cansados, m¨¢s tristes
La deportaci¨®n masiva de inmigrantes que intenta el primer ministro brit¨¢nico ya la ensay¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en 1996
Imaginen por un momento: el presidente de un pa¨ªs ¡ªpor ahora dej¨¦moslo as¨ª, un pa¨ªs europeo cualquiera¡ªtoma la decisi¨®n de seleccionar a un grupo de inmigrantes africanos sin la documentaci¨®n en regla y ordena a la polic¨ªa que los detenga, que los meta en un avi¨®n, que les administre un sedante para evitar incidentes a bordo y que, como todos son negros, los dejen en cualquier pa¨ªs de ?frica, aunque no sea el suyo de origen, total, ?qu¨¦ m¨¢s da?, ?qui¨¦n se va a dar cuenta?
Seguro que muchos de ustedes ¡ªpersonas bien informadas, con la buena costumbre de leer ...
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Imaginen por un momento: el presidente de un pa¨ªs ¡ªpor ahora dej¨¦moslo as¨ª, un pa¨ªs europeo cualquiera¡ªtoma la decisi¨®n de seleccionar a un grupo de inmigrantes africanos sin la documentaci¨®n en regla y ordena a la polic¨ªa que los detenga, que los meta en un avi¨®n, que les administre un sedante para evitar incidentes a bordo y que, como todos son negros, los dejen en cualquier pa¨ªs de ?frica, aunque no sea el suyo de origen, total, ?qu¨¦ m¨¢s da?, ?qui¨¦n se va a dar cuenta?
Seguro que muchos de ustedes ¡ªpersonas bien informadas, con la buena costumbre de leer las cr¨®nicas de Rafa de Miguel desde Londres¡ª habr¨¢n pensado en un primer momento que me estaba refiriendo a Rishi Sunak, el primer ministro brit¨¢nico. Y es cierto que Sunak parece decidido a reparar su maltrecha imagen con deportaciones masivas a Ruanda, pero ya hubo otro presidente europeo que lo hizo, y adem¨¢s por la v¨ªa de urgencia, sin consultar al Parlamento ni informar a la opini¨®n p¨²blica.
A finales de junio de 1996, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, quien no llevaba ni dos meses al frente del Gobierno de Espa?a, orden¨® una operaci¨®n secreta de expulsi¨®n de inmigrantes que solo se conoci¨® cuando algunos de los polic¨ªas encargados de su custodia denunciaron las condiciones en que se hab¨ªa producido el viaje. La oposici¨®n ¡ªun desarbolado PSOE que acababa de salir del poder despu¨¦s de casi 14 a?os de gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez¡ª pidi¨® explicaciones, y el entonces titular de Interior, Jaime Mayor Oreja, enton¨® un tienen ustedes raz¨®n, lo hemos hecho fatal, no volver¨¢ a suceder. Las buenas palabras del ministro surtieron efecto y el asunto qued¨® en nada. El Gobierno de Aznar se neg¨® a confesar en qu¨¦ pa¨ªses hab¨ªan abandonado a los inmigrantes ni en virtud de qu¨¦ supuestos acuerdos lograron desembarcarlos. Los agentes de polic¨ªa solo dijeron que en el avi¨®n militar viajaban 103 inmigrantes y que hizo varias escalas en diferentes pa¨ªses de ?frica, pero nunca supieron a ciencia cierta d¨®nde se encontraban.
El caso es que este peri¨®dico, que entonces dirig¨ªa Jes¨²s Ceberio ¡ªel mismo que unos a?os despu¨¦s recibi¨® la llamada mentirosa de Aznar sobre los atentados del 11-M¡ª, decidi¨® que aquello no se pod¨ªa quedar as¨ª, y me encarg¨® que fuera a buscarlos. Les evitar¨¦ batallitas, pero lo que encontr¨¦ despu¨¦s de casi un mes tras su pista fue lo que seguramente descubrir¨¢ cualquier reportero brit¨¢nico que decida viajar a Ruanda en el caso de que, finalmente, Rishi Sunak ejecute su plan. Y no ser¨¢ otra cosa que lo absurdo, adem¨¢s de lo denigrante, de la medida.
Ibrahim Yattara era uno de los 19 migrantes repatriados a la fuerza en el avi¨®n militar espa?ol, pero en otras dos ocasiones anteriores sus azafatos de vuelo fueron gendarmes franceses. Como tantos otros de los migrantes que encontr¨¦ durante aquel viaje, primero en Mal¨ª y m¨¢s tarde en Guinea-Bis¨¢u, aquel hombre reconoci¨® que ya hab¨ªa intentado otras veces la aventura europea, y que en ella invertir¨ªa el dinero ¡ªel equivalente a unos 300 euros en francos franceses¡ª que un empleado del Gobierno espa?ol le hab¨ªa dado al bajarse del avi¨®n. Dijo que regresar¨ªa a Europa porque no se le ocurr¨ªa otra manera de paliar la situaci¨®n de pobreza de su familia, y a?adi¨®: ¡°Nadie que ha visto el para¨ªso por un agujerito, se resigna a vivir en el infierno¡±.
Las redes que estos d¨ªas tratan de impedir que el primer ministro ejecute la deportaci¨®n masiva no exist¨ªan entonces, y por tanto el eco de aquel desprop¨®sito de la pol¨ªtica migratoria espa?ola ¡ªuno de tantos, y no solo de los gobiernos del PP¡ª tuvo menos repercusi¨®n. De las cr¨®nicas de entonces rescato la tristeza de la directora del aeropuerto de Bamako, Fatoumata Samassekou:
¡ªVienen cada vez m¨¢s viejos, m¨¢s cansados, m¨¢s tristes.