Especulaciones irresponsables en Portugal

El caso judicial que llev¨® a la ca¨ªda del Gobierno de Portugal a finales de 2023 es cada vez menos caso. Por segunda vez en pocos meses, los jueces han desmontado la arquitectura delineada por los fiscales de la Operaci¨®n Influencer para justificar cinco detenciones y el registro de m¨¢s de 40 domicilios y sedes oficiales, incluida la residencia del primer ministro. La fiscal¨ªa se?al¨® entonces que hab¨ªa indicios de corrupci¨®n, cohecho, tr¨¢fico de influencias y prevaricaci¨®n en la tramitaci¨®n de varios proyectos empresariales. Las alusiones a Ant¨®nio Costa en las escuchas telef¨®nicas realizadas a algunos de los implicados fueron suficientes para que el Tribunal Supremo abriese una investigaci¨®n sobre ¨¦l.

Esa fue la raz¨®n por la que el mandatario portugu¨¦s present¨® la renuncia a sus cargos al frente del Gobierno y del Partido Socialista. Consider¨® que la dignidad de ambos puestos era incompatible con las sospechas. A continuaci¨®n, el presidente de la Rep¨²blica, Marcelo Rebelo de Sousa, anunci¨® la disoluci¨®n del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas. El resultado fue el recorte a la mitad de una legislatura con la mayor¨ªa absoluta conquistada por el PS en 2022 y su sustituci¨®n el pasado 10 de marzo por un gabinete conservador en minor¨ªa.

Han pasado m¨¢s de cinco meses y nadie sabe a¨²n en Portugal cu¨¢les son las turbiedades que llevaron a investigar a Costa, que hasta ahora no ha sido citado por los investigadores y cuyo futuro pol¨ªtico en Europa est¨¢ condicionado por el resultado de estas pesquisas. Pero en estos meses ha habido dos pronunciamientos de instancias judiciales distintas que desaprueban la actuaci¨®n de los fiscales y desmontan la operaci¨®n. Primero fue el juez instructor, que rebaj¨® el asunto a un caso de tr¨¢fico de influencias y dej¨® en libertad a los cinco detenidos. Hace una semana, el Tribunal de la Rela??o de Lisboa fue todav¨ªa m¨¢s severo con el trabajo del Ministerio P¨²blico.

En una resoluci¨®n de m¨¢s de 350 p¨¢ginas, los tres magistrados del tribunal desmontan piedra a piedra los fundamentos de los fiscales para justificar la espectacular operaci¨®n desplegada en Lisboa el pasado 7 de noviembre. Ni ven indicios que justifiquen la investigaci¨®n a Costa, ni las conversaciones telef¨®nicas entre los detenidos se pueden considerar hechos delictivos. Los supuestos indicios, subrayan, ¡°no van m¨¢s all¨¢ de meras especulaciones¡±.

La Fiscal¨ªa ha seguido investigando. Ahora podr¨ªa tener m¨¢s pruebas, pero est¨¢ claro que en noviembre no exist¨ªan argumentos para desplegar una operaci¨®n medi¨¢tica que desat¨® la crisis pol¨ªtica m¨¢s inesperada de la democracia portuguesa, que ayer celebr¨® 50 a?os de su momento fundacional, la Revoluci¨®n de los Claveles. Si los fiscales han errado en este proceso, convendr¨ªa que alguien asumiera responsabilidades, cosa que no est¨¢ re?ida con el respeto a la independencia de la justicia.