Veracidad y democracia
Si existe una v¨ªa judicial para actuar contra quien miente cuando la informaci¨®n causa un da?o personal, ?por qu¨¦ ha de ser diferente cuando el perjuicio lo sufren la ciudadan¨ªa, las instituciones o el sistema democr¨¢tico?
El 3 de mayo, D¨ªa Mundial de la Libertad de Prensa, la Federaci¨®n de Asociaciones de Periodistas de Espa?a (FAPE) comparti¨® el manifiesto Sin periodismo no hay democracia. El momento no pod¨ªa ser m¨¢s oportuno, no s¨®lo por la fecha. Desde que Pedro S¨¢nchez anunci¨® su decisi¨®n de continuar, la libertad de prensa es tema estrella en tertulias, redes y corrillos. ?Debe la prensa someterse a alg¨²n tipo de regulaci¨®n? ?Hay lugar posible entre la censura y la libertad de expresi¨®n? ?Entre las mentiras sin control y la mordaza a las cr¨ªticas?
En un ambiente como el actual, donde priman el ruido y la exaltaci¨®n, cuesta plantear un debate sosegado como el que pide este tema. Y es que ruido y exaltaci¨®n son s¨ªntoma y consecuencia de una esfera p¨²blica donde convergen estrategias de desinformaci¨®n deliberadas que socavan la confianza en el sistema y la credibilidad de las instituciones democr¨¢ticas. Pero si alguien sugiere la necesidad de regular esta cuesti¨®n, saltan las alarmas. El Gobierno quiere eternizarse en el poder y acallar las voces cr¨ªticas. Vivimos en una dictadura y el Ministerio de la Verdad es la orwelliana nota que le falta a S¨¢nchez para mutar en peligroso cruce entre criatura chavista y Palpatine. No en vano es el mayor mentiroso conocido. Y los tuyos m¨¢s.
?C¨®mo romper esa cadena? Estar¨ªa bien recordar que una cosa es la opini¨®n y otra, la informaci¨®n. Si la una est¨¢ amparada por la libertad de expresi¨®n, la otra se debe al derecho constitucional de la ciudadan¨ªa a recibir una informaci¨®n veraz. Veracidad que admite errores, pero no mentiras ni medias verdades que induzcan a pensar lo que no es. Si en la publicidad comercial esto no se permite y hay un procedimiento regulado para actuar cuando sucede, ?por qu¨¦ no pedir lo mismo para la informaci¨®n? Si existe una v¨ªa judicial para actuar contra quien miente cuando la informaci¨®n causa un da?o personal, ?por qu¨¦ ha de ser diferente cuando el perjuicio lo sufren la ciudadan¨ªa, las instituciones o la democracia?
El Reglamento de Servicios Digitales de la UE puede ser un buen punto de partida. Como sociedad, deber¨ªamos exigirnos la capacidad de contar con una ley org¨¢nica adecuada, aprobada con el mayor apoyo parlamentario posible, sin temer que eso acabe con el pluralismo. Un pluralismo que tambi¨¦n sufre cuando la mentira parece verdad y se pierde la confianza en el sistema.
Como nos recuerda la FAPE, prensa, pol¨ªticos y sociedad debemos actuar con responsabilidad. Y estar¨ªa bien tom¨¢rnoslo en serio. Porque sin buen periodismo no hay democracia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.