El tercer frente
Conviene no asustarse por la asertividad china en Taiw¨¢n, pero hay que mantener los ojos abiertos
Lo peor, las guerras en cadena. As¨ª empezaron las grandes contiendas continentales y luego mundiales. Cuando hay dos en marcha, sin horizonte de paz y ni siquiera de alto el fuego, como ahora, el mayor riesgo es la escalada. Y, luego, la conexi¨®n. Estamos muy lejos de esta fase, pero parpadean las luces de nuevos peligros con las maniobras navales de China alrededor de la isla de Taiw¨¢n. Si dif¨ªcil es soportar dos a la vez, evitar el ascenso b¨¦lico a los extremos en cada una de ellas y echar a la vez una mano a los aliados, deviene casi imposible si hay que conseguirlo con tres. Es el punto donde se conectan las ambiciones imperiales de Xi Jinping respecto a Taiw¨¢n con los temores de Joe Biden ante el final de su presidencia y su encuentro en las urnas del pr¨®ximo 5 de noviembre con Donald Trump.
China ha podido aprender en Ucrania muchas lecciones militares y pol¨ªticas de utilidad para sus prop¨®sitos expansionistas. Como sucedi¨® en Irak y Afganist¨¢n, Gaza le est¨¢ proporcionando otro trecho de ventaja en su carrera con Estados Unidos por el liderazgo global, que ahora se trasladar¨¢ a la disputa preliminar por la hegemon¨ªa mar¨ªtima asi¨¢tica. Le conviene que duren ambas guerras y que Washington se desgaste en su apoyo condicionado a Ucrania e incondicional a Israel. Que se solidifique el frente antioccidental entre Rusia, Corea del Norte e Ir¨¢n, cimentado en el suministro de bombas y misiles. Estrat¨¦gicamente, todo aleja a Estados Unidos y a Europa del Sur Global, gracias al doble rasero aplicado a Putin y a Netanyahu, y favorece a Pek¨ªn. Entre bastidores sonr¨ªe en silencio el probable vencedor de las potenciales guerras en cadena, ahora empe?ado protector del declinante imperialismo ruso que anta?o le oprimi¨® y le sustrajo parte de su territorio. Surge as¨ª la idea inquietante de una ventana de oportunidad, de par en par abierta ante Xi Jinping, que quiz¨¢s no quiera esperar m¨¢s.
China Daily, la publicaci¨®n del r¨¦gimen, observa tres perspectivas en las maniobras alrededor de Taiw¨¢n del jueves y viernes pasados en represalia por el discurso de toma de posesi¨®n del nuevo presidente de la Rep¨²blica de China, Lai Ching-te. El despliegue en el norte es una advertencia pol¨ªtica y militar contra el independentismo del Partido Democr¨¢tico Progresista en el gobierno. El ejercicio en el sur se?ala el bloqueo comercial del puerto de Kaohsiung, el m¨¢s grande de la isla y sede de la mayor guarnici¨®n naval. Las maniobras ante la costa occidental interrumpir¨ªan las l¨ªneas de suministro de energ¨ªa, la llegada de ayuda militar de Estados Unidos y el camino de huida de las fuerzas secesionistas derrotadas.
Conviene no asustar ni asustarse, pero hay que mantener los ojos abiertos. Estas no son unas maniobras rutinarias. La anexi¨®n, de grado o por fuerza, est¨¢ en la agenda. La democracia es un obst¨¢culo en Taiw¨¢n para la ansiada reunificaci¨®n. Adem¨¢s, un p¨¦simo ejemplo que repugna tanto al r¨¦gimen chino como a Rusia, Corea del Norte e Ir¨¢n, al eje autoritario.
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