El huevo de la serpiente
Durante d¨¦cadas apenas hubo mensajes eur¨®fobos en Espa?a, pero con la extrema derecha en las instituciones y cada vez m¨¢s medios intentando llamar la atenci¨®n, esos mensajes empiezan a normalizarse
Europa vota en 10 d¨ªas para decidir el rumbo de este continente viejo y cansado, que mira c¨®mo el huevo de la serpiente podr¨ªa eclosionar en cualquier momento. La Europa pol¨ªtica se puso en pie para evitar que los europeos volvi¨¦ramos a matarnos por decenas de millones, como hab¨ªamos hecho dos veces durante la primera mitad del siglo XX. El proceso es lento, requiere equilibrios pol¨ªticos de muy dif¨ªcil encaje, decepcionantes en muchas ocasiones. A unos les parece que va demasiado lejos y demasiado r¨¢pido. A ot...
Europa vota en 10 d¨ªas para decidir el rumbo de este continente viejo y cansado, que mira c¨®mo el huevo de la serpiente podr¨ªa eclosionar en cualquier momento. La Europa pol¨ªtica se puso en pie para evitar que los europeos volvi¨¦ramos a matarnos por decenas de millones, como hab¨ªamos hecho dos veces durante la primera mitad del siglo XX. El proceso es lento, requiere equilibrios pol¨ªticos de muy dif¨ªcil encaje, decepcionantes en muchas ocasiones. A unos les parece que va demasiado lejos y demasiado r¨¢pido. A otros, que no se mueve. Los espa?oles hemos sido durante d¨¦cadas de los m¨¢s europe¨ªstas, porque la Uni¨®n Europea fue el faro que nos guio para salir de las tinieblas del franquismo, cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de que nuestros vecinos acabaran con sus fascismos. Ese retraso hace que nuestra relaci¨®n con Europa sea distinta. Tambi¨¦n el no tener la culpabilidad hist¨®rica del Holocausto y del colaboracionismo con los nazis, pero tampoco la vitamina democr¨¢tica de haberlos depurado tras la guerra. No somos, como italianos o portugueses, antifascistas como requisito indispensable para ser dem¨®cratas.
Tal vez fuimos, durante las primeras d¨¦cadas como miembros del bloque, ingenuamente europe¨ªstas. Ahora, cuando somos un miembro maduro de una uni¨®n que empieza a necesitar que tengamos un peso cada vez mayor, vemos llegar la ola parda, tambi¨¦n al periodismo. Durante d¨¦cadas apenas hubo mensajes eur¨®fobos, pero con la extrema derecha en las instituciones y cada vez m¨¢s medios flaquitos intentando llamar la atenci¨®n, esos mensajes empiezan a normalizarse.
Esta Uni¨®n Europea no sirve a la horda reaccionaria m¨¢s all¨¢ de la derecha tradicional porque no le ayuda a hacer lo que ella es incapaz de hacer, tumbar al Gobierno. O porque cuando en la mayor¨ªa de los medios se vende un discurso falso que dice que Espa?a es un infierno fiscal, Bruselas recuerda que Espa?a debe en realidad recaudar m¨¢s. No les gusta porque no tumb¨® ya la ley de amnist¨ªa, no bloque¨® fondos y valid¨® reformas como la laboral o la de las pensiones. Bruselas hubiera querido una ley de amnist¨ªa con consenso, como hubiera querido una respuesta m¨¢s pol¨ªtica y menos judicial al proc¨¦s catal¨¢n, pero sabe ver los equilibrios pol¨ªticos de cada momento.
Esta Europa es antip¨¢tica cuando tu plan es la involuci¨®n. Y contra eso vale todo, tambi¨¦n la mentira y la siembra de la semilla eur¨®foba. Jes¨²s Cacho, mandam¨¢s de Vozp¨®puli, public¨® este pasado domingo un resumen perfecto de la decepci¨®n de los reaccionarios. Cacho re¨²ne los bulos cl¨¢sicos: que la Uni¨®n asumi¨® nuevas competencias que en realidad no asumi¨®, que va hacia ¡°un federalismo controlado por unas elites burocr¨¢ticas cada vez menos democr¨¢ticas (son elegidas de la misma forma que hace 40 a?os) y m¨¢s alejadas de los intereses del europeo medio¡±. Cacho asegura que la legislaci¨®n europea ¡°se impone a los Estados miembros¡± (es mentira, estos siempre tienen la ¨²ltima palabra), que esa ¡°burocracia no deja de crecer¡± (en realidad los sindicatos de la funci¨®n p¨²blica europea llevan a?os denunciando que los gobiernos encargan cada vez m¨¢s tareas a la Comisi¨®n sin que esta tenga m¨¢s recursos) o que una materia de ¡°tanta importancia como la inmigraci¨®n ilegal deber¨ªa ser competencia de los Estados miembros¡± porque ¡°son los espa?oles los que cuentan con la legitimidad necesaria para decidir qui¨¦nes, y en qu¨¦ condiciones, est¨¢n autorizados a entrar en Espa?a¡±. Y as¨ª es. El Gobierno espa?ol es libre de repatriar al inmigrante irregular que considere conveniente sin que las autoridades europeas tengan nada que decir al respecto. Puede incluso mandar a la Guardia Civil a darles de hostias en la valla de Melilla y tirarlos al lado marroqu¨ª y los comisarios europeos mirar¨¢n hacia otro lado. Espa?a puede conceder el 90% de las solicitudes de asilo o el 10% y la Comisi¨®n Europea tampoco tendr¨ªa nada que hacer, le gustara m¨¢s o menos. Cacho repite los bulos de los negacionistas clim¨¢ticos (¡°nuevo comunismo travestido de ecologismo¡±) o de quienes alegan que existe un plan para poner en marcha una econom¨ªa del decrecimiento.
?Por qu¨¦ esta eurofobia? Porque esta Europa liberal y progresista, que intenta todav¨ªa evitar el zarpazo de la bestia parda, es el ¨²ltimo dique contra sus tentaciones involucionistas.