La Guardia Civil asegura que tard¨® cuatro horas en saber que hubo muertos en la tragedia de Melilla
Las explicaciones de un alto mando a los diputados durante el visionado de las im¨¢genes del 24 de junio aportan nuevos detalles sobre los hechos
La presentaci¨®n de las im¨¢genes de la tragedia de Melilla por parte de un mando de la Guardia Civil a un grupo de diputados de la Comisi¨®n de Interior ha revelado nuevos detalles sobre lo ocurrido. La descripci¨®n que han hecho los parlamentarios de las grabaciones coincide con la que hizo EL PA?S y la Cadena SER el pasado 7 de noviembre, pero el teniente coronel jefe de la comandancia de Melilla ha dado su versi¨®n de los hechos m¨¢s all¨¢ de lo que se ve en los v¨ªdeos. En sus explicaciones hay algunos datos novedosos, entre ellos que los agentes marroqu¨ªes se encargaron de despejar solos todo el puesto fronterizo y que las autoridades espa?olas solo fueron informadas de que hubo muertos cuando volvieron a entrar al recinto, pasadas las 13.00, m¨¢s de cuatro horas despu¨¦s de la estampida mortal. Al menos 23 personas murieron aquel d¨ªa. Lo que sigue es un relato cronol¨®gico de los hechos basado en la descripci¨®n de varios de los diputados presentes y las im¨¢genes a las que ya hab¨ªa tenido acceso este peri¨®dico.
Las c¨¢maras espa?olas empiezan a grabar el descenso por la monta?a de un grupo de unas 1.700 personas sobre las siete de la ma?ana. Una de las cuestiones que se ha puesto sobre la mesa es que no hubo ¡°una alerta temprana¡± por parte de los marroqu¨ªes de lo que iba a suceder, seg¨²n explic¨® la diputada del PP Ana V¨¢zquez.
El trayecto desde el monte hasta la frontera no ha interesado mucho a los diputados, que prefirieron enfocarse en la llegada al puesto fronterizo de Barrio Chino, que sucede a las 8.18.
Una vez dentro del puesto fronterizo, donde se concentran centenares de personas, hay una lluvia continuada de gas lacrim¨®geno y botes de humo contra los refugiados. Estos tiran piedras y palos a los agentes marroqu¨ªes que se mantienen en el exterior del recinto bloqueando la salida. Tambi¨¦n lanzan algunos palos y piedras contra los guardias civiles que se encuentran bajo la valla o en el lado bajo control espa?ol del puesto. Ha llamado la atenci¨®n de algunos diputados que los guardias civiles, adem¨¢s de rociar con gas pimienta, tambi¨¦n lanzasen piedras contra el grupo. Durante el visionado, el mando defendi¨® la actuaci¨®n de los agentes, que calific¨® de ¡°defensiva¡± frente a la violencia del grupo. Enrique Santiago, portavoz de Unidas Podemos, ha achacado p¨²blicamente ¡°algunas situaciones violentas¡± a la desesperaci¨®n de los refugiados.
El momento cr¨ªtico sucede a las 8.42, cuando el grupo logra forzar la primera cancela que daba acceso a Espa?a. En ese instante se ve tambi¨¦n a los agentes marroqu¨ªes entrando en el puesto fronterizo. Los refugiados corren hacia la puerta y se produce un embudo mortal. Se forma un apelotonamiento de decenas de personas entre un lado y otro de la puerta. Ninguno de los diputados ha dudado de que las personas que quedaron atrapadas en esa estampida tambi¨¦n cayeron en suelo bajo control espa?ol. El ministerio ha negado que esa zona pueda considerarse espa?ola.
Hasta ese momento, seg¨²n explic¨® el mando de la Guardia Civil a los diputados, no hab¨ªa habido una comunicaci¨®n directa con los marroqu¨ªes. Ese primer contacto ocurre a las 8.53, asegur¨®, en la misma puerta de entrada al puesto fronterizo en Melilla. Entonces, los agentes espa?oles ya estaban intentando contener a centenares de personas que hab¨ªan logrado entrar en Melilla. El oficial afirm¨® que los marroqu¨ªes se ofrecieron a entrar en la ciudad aut¨®noma a ayudar a la Guardia Civil a frenar la entrada del grupo, pero que la oferta fue rechazada.
Tras la avalancha, los refugiados que no quedan atrapados corren, trepan vallas y tejados e intentan meterse en Melilla. Varios centenares lo consiguen. Alrededor de 50, seg¨²n explic¨® el oficial, se qued¨® en los tejados del lado espa?ol para tirar piedras. Una forma de sacrificar su entrada en Espa?a, dijo, para facilitar que el resto s¨ª lograse llegar. El teniente coronel asegur¨® que estaban ¡°perfectamente organizados¡± y que ¡°nunca hab¨ªan visto algo as¨ª¡±. En este momento, la Guardia Civil pidi¨® a los marroqu¨ªes que accediesen a los tejados para despejarlos. Para ello les abrieron el candado de la puerta que daba acceso a la techumbre.
Los marroqu¨ªes finalmente entraron en Melilla para ayudar en las devoluciones en caliente, tambi¨¦n a petici¨®n de la Guardia Civil. Un agente espa?ol y un militar marroqu¨ª coordinaron esa operaci¨®n, seg¨²n afirm¨® el guardia civil. Mandar a 470 personas de vuelta a Marruecos, aun sin procedimiento legal, como se?al¨® el Defensor del Pueblo, fue ¡°lento¡±. Se prolong¨® desde las 9.30 hasta las 11. A las 11.15, explic¨® el oficial, no quedaba nadie en la ciudad aut¨®noma. S¨ª quedaba en los pasillos por los que se retorn¨® a la gente, all¨ª hab¨ªa todav¨ªa bastantes refugiados sentados o tumbados.
El alto mando asegur¨® que la ¨²ltima comunicaci¨®n con sus colegas marroqu¨ªes fue sobre las 13.00, cuando fue informado de que hab¨ªa personas muertas. Los agentes no entraron hasta la zona en la se produjo la avalancha hasta ¡°la una y pico¡± de esa tarde, m¨¢s de cuatro horas despu¨¦s del suceso. Entonces, toda la parte espa?ola ya estaba despejada.
Tras la ¨²ltima comunicaci¨®n en persona con el responsable del dispositivo marroqu¨ª, esper¨® a que los marroqu¨ªes terminasen de ¡°organizarse¡± y llam¨® a la empresa de mantenimiento para que arreglase las dos puertas reventadas. A las cinco de la tarde, la zona espa?ola luc¨ªa como si no hubiese pasado nada.
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