Los nuevos contornos del periodismo
Es necesario redefinir las herramientas de trabajo para incorporar la escucha del ¡°mundo digital¡± a las rutinas de la profesi¨®n
La monta?a de art¨ªculos que la prensa espa?ola se ha visto obligada a dedicar al l¨ªder del partido Se Acab¨® La Fiesta y su haza?a europea es otro monumento m¨¢s a la ceguera de la que los periodistas hemos hecho gala a la hora de observar, valorar y contar a los ciudadanos el decisivo papel que desempe?an las redes sociales en la conquista del poder. Necesitamos adaptar nuestras rutinas profesionales a esta nueva realidad de la comunicaci¨®n que propulsa al estrellato a personajes que los periodistas ni olemos y que, s...
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La monta?a de art¨ªculos que la prensa espa?ola se ha visto obligada a dedicar al l¨ªder del partido Se Acab¨® La Fiesta y su haza?a europea es otro monumento m¨¢s a la ceguera de la que los periodistas hemos hecho gala a la hora de observar, valorar y contar a los ciudadanos el decisivo papel que desempe?an las redes sociales en la conquista del poder. Necesitamos adaptar nuestras rutinas profesionales a esta nueva realidad de la comunicaci¨®n que propulsa al estrellato a personajes que los periodistas ni olemos y que, sin embargo, son capaces de enredar emocional e ideol¨®gicamente a un n¨²mero creciente de votantes con ira, ¨¦pica y sentido de pertenencia. El trazo grueso es el lenguaje org¨¢nico de las redes sociales, as¨ª como la desinhibici¨®n moral, que no parece pasar factura: el odio, la ridiculizaci¨®n, el chantaje, la extorsi¨®n y la amenaza constituyen una base eficaz de estas nuevas sendas al poder.
Mientras escribo estas l¨ªneas, uno de los canales de TikTok del entorno arriba citado ofrece a sus 45.700 seguidores documentos relacionados con un reconocido periodista de investigaci¨®n de un medio espa?ol. ¡°Me ahorro, de momento, publicar los pecados personales. ?Quer¨¦is haceros pasar por periodistas para injuriar y desprestigiar a quienes denunciamos corrupci¨®n? Procurad tener el culo limpio¡±, advierte el autor.
Esta publicaci¨®n, a la que acompa?a de la foto del reportero, ha obtenido en dos horas m¨¢s de 165 ¡®me gustas¡¯ y los primeros comentarios llegan de cuentas sin actividad y cuyas identidades se esconden sospechosamente bajo nombres llenos de n¨²meros. ¡°Otro de los vendidos al poder, cu¨¢nto corrupto hay en todo¡±, opina @angpajgom.
El uso de las redes sociales en la contienda ideol¨®gica marca uno de los nuevos contornos del periodismo y, singularmente, del periodismo pol¨ªtico. Los canales de TikTok son los nuevos pasillos del Congreso donde es posible sustituir los corrillos y los ¡°canutazos¡± a los pol¨ªticos por la consulta de los flujos de comunicaci¨®n entre los nuevos actores y las audiencias que hablan su mismo lenguaje. Es necesario redefinir las herramientas de trabajo para incorporar la escucha del ¡°mundo digital¡± a las rutinas de la profesi¨®n y sumarla a la escucha del ¡°mundo f¨ªsico¡± en la que periodistas se han ejercitado tradicionalmente.
Ordenar la informaci¨®n procedente de las plataformas sociales para analizarla requiere tiempo, pero es, sin duda, la mejor inversi¨®n que un periodista puede realizar para poner luz all¨¢ donde se est¨¢n colando ¡°los ingenieros del caos¡±, tal y como los bautiz¨® el escritor Giuliano D¡¯Empoli, a quien debemos una de las mejores disecciones del fen¨®meno gracias a un libro, publicado en 2020, pero que mantiene plena vigencia.
¡°La democracia muere en la oscuridad¡±, reza la leyenda que los responsables del The Washington Post decidieron incluir en la cabecera del peri¨®dico en febrero de 2017. Son buenos momentos para recordar esta declaraci¨®n de principios. Martin Baron, director del Post hasta 2021, hace en su ¨²ltimo libro, Frente al poder (Esfera de los Libros) un loable ejercicio de honestidad al reconocer los errores de tiempo y gesti¨®n period¨ªstica en los que incurri¨® su equipo a la hora de abordar la injerencia de Rusia durante la campa?a electoral de Trump en 2016. ¡°En el Post aprendimos una lecci¨®n: si se produc¨ªa una injerencia de ese tipo en el futuro, deber¨ªamos poner el mayor ¨¦nfasis en la organizaci¨®n o las personas que estuvieran detr¨¢s y en saber por qu¨¦, y no permitir que el contenido de la informaci¨®n robada nos distrajera de las razones por las que los hackers hubieran actuado as¨ª¡±. Baron menciona tambi¨¦n en su libro otro gran desaf¨ªo: c¨®mo llegar a los cautivados por el descontento si estos no se informan por los medios cl¨¢sicos sino por las redes y, sobre todo, cuando no les importa tanto la verdad como alimentar sus propias ideas con suced¨¢neos del periodismo.