Luz sobre las cloacas de Interior
La Audiencia Nacional debe investigar hasta el final el espionaje pol¨ªtico de la polic¨ªa bajo control del PP a diputados de Podemos
Doce a?os despu¨¦s de que EL PA?S denunciara por primera vez la utilizaci¨®n de la polic¨ªa por parte del Gobierno del PP para una guerra sucia contra sus adversarios pol¨ªticos, en aquel caso los independentistas catalanes, la Audiencia Nacional investiga ahora unas operaciones parecidas contra Podemos. El juez Santiago Pedraz ha recabado pruebas de un supuesto espionaje ilegal de la polic¨ªa, impulsado por los mandos pol¨ªticos de Interior, para buscar informaci¨®n da?ina contra los 69 diputados que Podemos logr¨® en las elecciones de 2015. Decenas de polic¨ªas consultaron entre 2015 y 2016 casi 7.000 veces las bases de datos del Ministerio del Interior en busca de trapos sucios contra una formaci¨®n pol¨ªtica cuya repentina fuerza electoral preocupaba al PP. El encargo parti¨® del secretario de Estado de Seguridad de entonces, Francisco Mart¨ªnez. El comisario que recibi¨® las instrucciones avis¨® de que esa operaci¨®n dejar¨ªa ¡°rastro¡±.
La irrupci¨®n de Podemos en el Congreso ese a?o puso en guardia a la polic¨ªa pol¨ªtica del PP, seg¨²n acredit¨® EL PA?S a ra¨ªz de la publicaci¨®n de grabaciones del comisario retirado Jos¨¦ Manuel Villarejo donde este tramaba planes con dirigentes del PP contra los principales cargos de Podemos. Media docena de comisarios a las ¨®rdenes de la c¨²pula pol¨ªtica se afanaron en buscar trapos sucios. Contactaron con exdirigentes venezolanos en busca de informaci¨®n sobre una supuesta financiaci¨®n ilegal de Podemos; filtraron cuentas falsas en para¨ªsos fiscales de Pablo Iglesias; y pactaron regalos a expol¨ªticos venezolanos a cambio de declaraciones contra Podemos.
La informaci¨®n en poder del juez revela un espionaje masivo e indiscriminado sobre la vida de los 69 diputados para encontrar lo que fuera que pudiera usarse pol¨ªticamente a trav¨¦s de medios de comunicaci¨®n afines. Pese a que el desprestigio ya acorralaba al Ministerio del Interior a comienzos de 2016, las maniobras ilegales contra el adversario pol¨ªtico segu¨ªan financi¨¢ndose con dinero p¨²blico e intoxicando el debate pol¨ªtico. Esta operaci¨®n del PP con instrumentos del Estado cont¨® con el apoyo de medios de comunicaci¨®n que se prestaron a difundir el material t¨®xico que se cocinaba en Interior. Entre enero y junio de 2016, el PP temi¨® perder el Gobierno frente a una alianza de izquierdas de PSOE, Podemos y otras fuerzas. Esa alianza no fue posible: se repitieron las elecciones y Rajoy mantuvo, a duras penas, el Gobierno.
Lo publicado sobre las cloacas de Interior no deja lugar a la equidistancia: se trata de uno de los hechos m¨¢s graves ocurridos en la reciente etapa democr¨¢tica, y sigue impune. La justicia apenas ha intervenido y cuando lo ha hecho ha ido archivando los escasos procedimientos abiertos.
El juez Pedraz tiene ahora la oportunidad de probar que en Espa?a rige el imperio de la ley y se castiga a los infractores. Porque la gravedad de los hechos revelados no puede quedar hu¨¦rfana de una verdad judicial. Que un Gobierno utilizara recursos policiales fuera de la ley para atacar a adversarios pol¨ªticos pone en cuesti¨®n la categor¨ªa de Espa?a como un Estado de derecho s¨®lido y respetuoso con el pluralismo pol¨ªtico. A pesar de los a?os transcurridos, se abre un camino a la esperanza de justicia. La instrucci¨®n del juez Santiago Pedraz en la querella presentada por Podemos puede a¨²n iluminar ese territorio subterr¨¢neo y oscuro en el que se mov¨ªan funcionarios con placa para espiar nada menos que a diputados del Congreso por orden de un Gobierno del PP.
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