La misi¨®n de Musk
Desde la llegada del magnate, X se ha convertido en una ca¨®tica plataforma a favor de los partidos populistas
Tiene nombre de crecepelo de teletienda, pero contiene tecnolog¨ªa fina, tanta y tan bien aplicada como para movilizar durante meses a polic¨ªas y expertos en ciberseguridad de Estados Unidos, Holanda y Canad¨¢. Meliorator es un programa inform¨¢tico alimentado con inteligencia artificial que Rusia utiliza desde hace dos a?os para crear masivamente personas ficticias de diversas nacionalidades en las redes sociales. La aplicaci¨®n define para cada una de ellas lo que el sistema denomina ¡°almas¡± y ¡°pensamientos¡±, es decir, prop¨®sitos ideol¨®gicos y mensajes pol¨ªticos a partir de los cuales las falsas cuentas inventan sus propias publicaciones con un nivel de realismo tal que parecen humanas. De la mano de Meliorator ha emergido desde 2022 un ej¨¦rcito de perfiles de X que, infiltrados entre los usuarios de Estados Unidos, Polonia, Alemania, Pa¨ªses Bajos, Ucrania, Israel y Espa?a, tuitean, retuitean, comparten y perpet¨²an narrativas falsas. La arquitectura del Meliorator, que incluye un sistema para que las cuentas falsas no puedan ser detectadas, no hace m¨¢s que constatar lo que nos tem¨ªamos: la inteligencia artificial ha elevado la ingenier¨ªa de la mentira a otro nivel: multiplica el caudal de desinformaci¨®n, mejora la calidad de sus contenidos, ampl¨ªa sus dominios geogr¨¢ficos y abarata los costes notablemente.
Si bien, como se?alan los investigadores, el programa est¨¢ dise?ado para ser usado en distintas redes sociales, ha sido Twitter (X) el terreno mejor abonado para la consolidaci¨®n y ¨¦xito de Meliorator. No resulta extra?o. Se dir¨ªa que, desde su llegada a la compa?¨ªa en octubre de 2022, Elon Musk ha impulsado todas las modificaciones necesarias para hacer de Twitter el m¨¢s eficaz brazo armado para las operaciones de desinformaci¨®n y de los discursos de odio. El patr¨®n ha aniquilado a sus equipos de moderaci¨®n y los ha sustituido por un mecanismo de arbitraje de contenidos, las denominadas ¡°notas de comunidad¡± que elaboran los propios usuarios. Sin embargo, estas se han visto fagocitadas en parte por el enfrentamiento pol¨ªtico y los bulos. Musk, el ¡°absolutista¡± de la libertad, ha llenado la red de ultras y ha permitido el regreso de neonazis, negacionistas, conspiranoicos o antisemitas que hab¨ªan sido expulsados por sus mentiras y excesos verbales. Los que antes infring¨ªan las normas, son ahora los reyes del mambo.
Que de la fiesta de Musk todos salgan con unas pocas mentiras de m¨¢s habla tambi¨¦n el desastroso balance del programa de verificaci¨®n de cuentas de Twitter previo pago. El sistema, que en su origen permit¨ªa identificar a usuarios reales o de cierta relevancia, es hoy una herramienta m¨¢s en el estuche de los desinfomadores. No hay manipulaci¨®n que se precie en Twitter sin un buen pu?ado de cuentas falsas engalanadas con el s¨ªmbolo azul, como nos recuerda cada d¨ªa el trabajo de los periodistas y los organismos de verificaci¨®n. El patr¨®n est¨¢ contento mientras todos pasen por caja. No tanto la Comisi¨®n Europea que advirti¨® la semana pasada que el denominado sistema blue check induce a los usuarios al enga?o y est¨¢ siendo utilizado por ¡°actores maliciosos¡±. Musk se salta a la torera la normativa europea sobre transparencia publicitaria y cierra el acceso a sus datos p¨²blicos a los investigadores. Si quieren acceder a ellos, deben pagar cantidades dif¨ªcilmente asumibles.
Mientras que la Comisi¨®n Europea decide cu¨¢ndo llegar¨¢ el momento de sancionar, y no de apercibir, ya nos hemos plantado en el verano de 2024. Y empezamos a vislumbrar el acontecimiento que parece haber guiado a Elon Musk en su misi¨®n hist¨®rica: hacer de Twitter una lib¨¦rrima y ca¨®tica plataforma que ayude a llegar al poder a candidatos como Trump y a partidos populistas de todo el mundo con los que Musk parece entenderse a las mil maravillas. Estamos a cuatro meses de las elecciones presidenciales estadounidenses y Musk, por si no nos hab¨ªa quedado claro, ha entrado en campa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.