El silencio de Zapatero sobre Venezuela
Todo indica que en las elecciones del 28 de julio se ha producido un fraude masivo; es misterioso el mutismo del expresidente, observador internacional del proceso
Todo indica que en Venezuela se ha producido un fraude electoral masivo. El Centro Carter, una de las organizaciones que particip¨® en la observaci¨®n de los comicios, ha se?alado que ¡°la elecci¨®n presidencial de Venezuela de 2024 no se adecu¨® a par¨¢metros y est¨¢ndares internacionales de integri...
Todo indica que en Venezuela se ha producido un fraude electoral masivo. El Centro Carter, una de las organizaciones que particip¨® en la observaci¨®n de los comicios, ha se?alado que ¡°la elecci¨®n presidencial de Venezuela de 2024 no se adecu¨® a par¨¢metros y est¨¢ndares internacionales de integridad electoral (¡) El hecho de que la autoridad electoral no haya anunciado resultados desglosados por mesa electoral constituye una grave violaci¨®n de los principios electorales¡±. La ONU sostiene que no se cumplieron las medidas de ¡°integridad y transparencia¡±. La UE ha pedido respeto a la voluntad del pueblo venezolano; los aliados tradicionales de Nicol¨¢s Maduro no le prestan el apoyo o las excusas de otras veces, porque la deriva autoritaria es demasiado grosera. Brasil, Colombia y M¨¦xico han insistido en que el Consejo Nacional Electoral (CNE) presente las actas.
M¨¢s de 2.000 personas han sido detenidas por participar en las protestas contra la manipulaci¨®n de los resultados electorales por parte del r¨¦gimen; ha habido al menos 18 muertos. Este no deber¨ªa ser un tema de derechas, sino de democracia y derechos humanos. As¨ª lo entendi¨® un dirigente de izquierdas como Gabriel Boric, y as¨ª lo entiende desde hace tiempo Felipe Gonz¨¢lez. En Espa?a, algunos lo ven como un asunto de derechas: por la reticencia a criticar a los tiranos cuando apelan a principios compartidos (la soluci¨®n habitual, cuando ya resulta irremediable, es negar el pedigr¨ª ideol¨®gico), por los v¨ªnculos de parte de la extrema izquierda con el chavismo, porque la derecha lo ha empleado en la batalla pol¨ªtica. Que sea material en el rifirrafe cotidiano puede distraer de una situaci¨®n tr¨¢gica. Pero algunos lo ponen f¨¢cil: Juan Carlos Monedero act¨²a como propagandista del r¨¦gimen, y Yolanda D¨ªaz reconoci¨® los resultados que anunci¨® sin pruebas Maduro, una postura exc¨¦ntrica en altos cargos de gobiernos democr¨¢ticos. Diputados de Sumar, Bildu y Podemos han firmado una declaraci¨®n avalando la ¡°legitimidad¡± del proceso electoral.
Pero lo m¨¢s misterioso es el silencio de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, observador internacional de las elecciones. Sin duda, lo escucharemos cuando haya una campa?a electoral, donde har¨¢ chistes y alertar¨¢ de la amenaza que supondr¨ªa un Gobierno de derecha en Espa?a. Ahora nos cuesta creer que para entonces alguien pueda reconocer en el expresidente la ¡°autoridad moral¡± que Ignacio S¨¢nchez-Cuenca atribuye a la percepci¨®n de que ¡°Zapatero interviene en los debates p¨²blicos a partir de unos principios democr¨¢ticos firmes¡±. Pero Venezuela est¨¢ lejos y la memoria, como nuestro federalismo, es asim¨¦trica.