Elon Musk al rescate interestelar
Si recoge a los astronautas varados en la ISS, el due?o de Space X adelantar¨ªa definitivamente a su rival Boeing en el servicio de taxis gal¨¢cticos. Lo que le faltaba a su ego
El colmo de los retrasos viajeros de este verano lo ha tenido la NASA. Dos astronautas salieron el 5 de junio de Cabo Ca?averal para un viaje de una semana y acabar¨¢n volviendo en febrero, nueve meses despu¨¦s de lo previsto. Ello no significa que la carrera espacial no viva ¡°el mejor momento de su historia¡±, que dir¨ªa ?scar Puente, el fracaso siempre ha formado parte de la innovaci¨®n.
En un mundo (?universo?) regido por el capitalismo, el fracaso de unos es, adem¨¢s, la oportunidad de la competencia. Los astronautas Barry Butch Wilmore y Sunita Suni Williams llegaron a la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) en el primer viaje tripulado de una nave Starliner de Boeing, pero tras varias aver¨ªas, en principio volver¨¢n a la Tierra en un modelo de Space X que ya lleva una docena de exitosos viajes de ida y vuelta.
Elon Musk al rescate interestelar. Lo que le faltaba a su ego. El multimillonario due?o de Space X adelantar¨ªa as¨ª definitivamente a su rival Boeing en el servicio de taxis gal¨¢cticos. Un detalle tonto (y caro para el Estado) de la privatizaci¨®n de todo el asunto espacial: los rescatadores tendr¨¢n que llevar dos trajes espaciales extra de la compa?¨ªa de Musk, porque los uniformes de las dos empresas contratadas por la NASA en concurso p¨²blico no son compatibles. Como los cargadores de los m¨®viles, pero con personas enchufadas al otro lado.
Butch y Suni, capit¨¢n y piloto, 61 y 58 a?os, est¨¢n bien, aunque ella est¨¢ teniendo algunos problemas de salud por la falta de gravedad continuada. Viven all¨¢ arriba con otros siete astronautas que ya estaban en la ISS, que la web de la NASA describe como ¡°una casa de seis habitaciones con dos ba?os, un gimnasio y una ventana panor¨¢mica¡±, aunque viendo los v¨ªdeos parece el interior de una lavadora. La madre de Suni ha contado en Tmz.com que vive el retraso como un gaje del oficio y la mujer de Butch, que se perder¨¢ su 30 aniversario de boda, conf¨ªa en que ¡°el Se?or est¨¢ a los mandos¡±. Ambos hablan un par de veces al d¨ªa por videoconferencia con sus familias. Y en noviembre podr¨¢n votar a las presidenciales aunque se encuentren a 400 kil¨®metros en el cielo: desde 1997 hay un sistema electr¨®nico encriptado para estos casos.
Salga lo que salga, no ser¨¢ un cambio tan dr¨¢stico como el que se encontr¨® Sergu¨¦i Krikalev, al que dejaron vagando por el espacio en la estaci¨®n Mir durante seis meses de m¨¢s en 1991 mientras se derrumbaba la URSS. Cuando baj¨®, su pa¨ªs no exist¨ªa y necesit¨® un pasaporte nuevo. En febrero, Estados Unidos lo seguir¨¢ siendo, pero si gana Donald Trump, Elon Musk, m¨¢s mejor amigo del republicano, tendr¨¢ a¨²n m¨¢s mano en el destino del pa¨ªs, del planeta y del m¨¢s all¨¢. En 2020, cuando el primer uber gal¨¢ctico de Space X, fue y volvi¨® de la ISS, Trump dijo que Musk era la encarnaci¨®n del sue?o americano. Habl¨® de arrojo empresarial, de liderazgo, del mandato de ser los primeros en la Tierra y en el Espacio. Habl¨® de conquista y poder¨ªo e incluso de ¡°las mayores armas nunca imaginadas en la historia¡±. Un discurso largo, infantil y fanfarr¨®n, en el que no se mencion¨® ni una sola vez la palabra ciencia.
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