Elon Musk contra Brasil: hip¨¦rboles y mentiras

La teor¨ªa est¨¦tica siempre ha considerado inocentes las exageraciones hiperb¨®licas. Es decir, aquellas desmesuras del lenguaje que, por su desproporci¨®n, anuncian su falsedad sin artima?as. Sus met¨¢foras pueden tener cierto sentido en literatura infantil o religiosa, pero hoy dominan tambi¨¦n la conversaci¨®n en las redes sociales. Y su prop¨®sito no es tan inocuo. En las ¨²ltimas horas, la plataforma de Elon Musk, X, ha sido clausurada en Brasil por orden judicial despu¨¦s de que la compa?¨ªa rechazara suspender seis cuentas pr¨®ximas al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro. El argumento del juez Alexandre de Moraes es cristalino: esos perfiles difundieron informaciones falsas. Y la respuesta del magnate envilece el debate sobre la libertad de expresi¨®n.

¡°Al actual Gobierno brasile?o le gusta llevar el disfraz de una democracia libre, mientras aplasta al pueblo bajo su bota¡±, lanz¨® Musk. Pero hay m¨¢s aseveraciones hiperb¨®licas del due?o de la red social que los nost¨¢lgicos siguen llamando Twitter. ¡°Comenzaremos a publicar la larga lista de delitos de Alexandre de Moraes, junto con las leyes brasile?as espec¨ªficas que viol¨®, ma?ana. Obviamente, no necesita acatar la ley estadounidense, pero s¨ª debe acatar las leyes de su propio pa¨ªs. Es un dictador y un fraude, no un juez¡±, sostuvo.

Musk defendi¨® la pasada semana incluso al fundador de Telegram. P¨¢vel D¨²rov, detenido en Francia y puesto en libertad bajo fianza tras ser imputado por encubrimiento de cr¨ªmenes. Pero la defensa que el empresario hace, entre exageraciones caricaturescas, del derecho a expresarse libremente es, por encima de todo, la defensa de un negocio, su negocio.

Entre las cuentas afectadas por la resoluci¨®n del juez Moraes figura la de un senador, Marcos do Val, que tras el asalto a los tres poderes del Estado en enero de 2023 asegur¨® que un asesor de Bolsonaro le invit¨® a sumarse a un golpe para evitar la toma de posesi¨®n de Luiz In¨¢cio Lula da Silva. El legislador segu¨ªa este s¨¢bado atacando al magistrado del Supremo, a trav¨¦s de una VPN o red privada virtual que le permiti¨® sortear el bloqueo, caricaturiz¨¢ndolo como un preso de Guant¨¢namo. Mientras tanto, Musk manten¨ªa su batalla: ¡°La libertad de expresi¨®n es la base de la democracia y un pseudojuez no electo en Brasil la est¨¢ destruyendo con fines pol¨ªticos¡±.

Las hip¨¦rboles no son inocentes porque, dentro y fuera de las redes sociales, hay quien compra sus argumentos. Musk no es solo el due?o de X, sino que ha hecho de su plataforma, que solo en Brasil tiene 22 millones de usuarios, una maquinaria de guerra ideol¨®gica. Y, en el tablero estadounidense, utiliza sin disimulo todo su alcance en contra del Partido Dem¨®crata y su candidata, Kamala Harris, y a favor del exmandatario Donald Trump, cuya cuenta fue suspendida en Twitter y Facebook despu¨¦s del asalto al Capitolio. ¡°La libertad de expresi¨®n est¨¢ bajo ataque masivo en todo el mundo¡±, lanz¨® Musk al hacerse eco de una publicaci¨®n en la que la actual vicepresidenta defiende algo tan sencillo como la importancia de hacerse cargo de lo que se pregona.

Trump fue expulsado en su momento de las principales redes por un riesgo de incitaci¨®n a la violencia, pero el magnate fund¨® su propia plataforma, Truth Social, donde sigue difundiendo lo que desea. De la misma manera, los seguidores de Bolsonaro o de otro pol¨ªtico deseosos de publicar bulos en X lo continuar¨¢n haciendo, con toda probabilidad, salt¨¢ndose las restricciones, mientras que la inmensa mayor¨ªa de los usuarios de la red perder¨¢n informaci¨®n, conversaciones y tendr¨¢n que migrar a otras plataformas. El propio presidente Lula comunic¨® a su audiencia d¨®nde tendr¨¢n que seguirle.

Pero si los mensajes de Musk se nutren de hip¨¦rboles poco cre¨ªbles, lo mismo hacen muchos de sus adversarios. El mandatario venezolano, Nicol¨¢s Maduro, en sus ant¨ªpodas ideol¨®gicas, acus¨® la semana pasada a la l¨ªder opositora Mar¨ªa Corina Machado de formar ¡°un pacto sat¨¢nico¡± con el tambi¨¦n due?o de Tesla y Starlink. El delirio siempre es transversal.