Inquietud en Mosc¨², dudas en Pek¨ªn
Las elecciones presidenciales de EE UU cobran nuevos significados tras el giro en la campa?a electoral con la renuncia de Biden
As¨ª es como ha ca¨ªdo en Rusia y China, respectivamente, el s¨²bito y brusco giro en la campa?a presidencial en Estados Unidos desencadenado por la renuncia de Biden y la nominaci¨®n de Kamala Harris como candidata dem¨®crata a la Casa Blanca. Tambi¨¦n hay incertidumbre en Jerusal¨¦n, donde Netanyahu se f¨ªa del magnate inmobiliario, ha demostrado que sabe torear a Joe Biden, pero desconf¨ªa de Harris. Y esperanza en Bruselas, donde ni una sola fuerza europe¨ªsta desea el regreso de Trump a la presidencia.
Solo en la extrema derecha cunde el des¨¢nimo ante la posibilidad de que venza la candidata dem¨®crata. Con su programa aislacionista, antifeminista, xen¨®fobo y hostil a la Alianza Atl¨¢ntica, Trump cuenta con s¨®lidas aunque variadas simpat¨ªas en el boyante espacio ultraderechista, que suspira entero por el patrocinio ideol¨®gico y moral que supondr¨ªa contar con la primera superpotencia dirigida por uno de los suyos a partir de 2025.
Para Putin ser¨ªa una victoria pol¨ªtica, quiz¨¢s la definitiva. A pesar de los esfuerzos europeos por mantener la ayuda a Kiev, especialmente en armamento, munici¨®n y entrenamiento militar, con la OTAN debilitada por el retraimiento de Estados Unidos y la disminuci¨®n sustancial de su aportaci¨®n militar, todo conducir¨ªa a una mesa de negociaci¨®n en condiciones poco favorables para Zelenski. Los recientes resultados electorales en Francia y en los l?nder de Turingia y Sajonia han registrado la fuerza y la capacidad de crecimiento de la opini¨®n p¨²blica prorrusa en Europa. Con estas desalentadoras perspectivas, cabe entender la ofensiva ucrania en Kursk como uno parte de los preparativos de Kiev para una iniciativa negociadora con Mosc¨².
El giro veraniego de la campa?a electoral suscita mayores dudas en Pek¨ªn. Una segunda presidencia de Trump confirmar¨ªa la teor¨ªa china de la decadencia irremediable de Estados Unidos. En el corto plazo, ofrece un enorme inconveniente para la econom¨ªa china, a la que Trump quiere someter a un salvaje r¨¦gimen tarifario del 60% sobre todas las importaciones. Estrat¨¦gicamente, en cambio, su victoria tiene algunos atractivos de los que Harris carece. La diplomacia transaccional de Trump ha dado signos de indiferencia respecto a Taiw¨¢n, un socio aprovechado al mismo t¨ªtulo que los europeos de la OTAN, Jap¨®n o Corea del Sur, seg¨²n el expresidente. Su admiraci¨®n por los aut¨®cratas y su nula sensibilidad por los derechos humanos hacen todav¨ªa m¨¢s atractiva su imagen, todo lo contrario de lo que sucede con Harris. Los instintos de Xi Jinping son como los de Mao Zedong, que confes¨® a Richard Nixon su preferencia por los pol¨ªticos republicanos.
Ante una eventual presidencia de Harris, hay inquietud en Mosc¨², dudas en Pek¨ªn y obstinaci¨®n en Jerusal¨¦n, donde Netanyahu solo piensa en alargar su guerra hasta la fecha electoral del 5 de noviembre, y luego ya se ver¨¢. A fin de cuentas, ahora s¨ª hay partido, la fiebre sube en la grada mundial y cada uno busca salir lo mejor librado posible de tan trascendente cambio presidencial.
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