Feij¨®o responde a la ¡®opa¡¯ de S¨¢nchez a sus barones

Pedro S¨¢nchez ha lanzado una ¡®opa¡¯ a los barones del Partido Popular con el debate sobre la nueva financiaci¨®n, a sabiendas que lo ¨²nico que les aglutina de fondo es el rechazo a un trato diferencial a Catalu?a. Ahora bien, Alberto N¨²?ez Feij¨®o ha sido h¨¢bil intentando cerrar filas en torno a la necesidad de explorar un nuevo modelo, consciente de que negarse directamente a ello pod¨ªa incomodar a algunos de sus l¨ªderes territoriales, que est¨¢n esperando una reforma como agua de mayo. Pero si la controversia no se sirve ahora en el seno del PP, se podr¨ªa servir m¨¢s adelante: por mucha unidad que G¨¦nova 13 quiera exhibir, por m¨¢s condiciones que se firmen para acercarse al PSOE en esta negociaci¨®n, no todas las autonom¨ªas del PP tienen las mismas necesidades y el bloque podr¨ªa irse agrietando.

As¨ª que S¨¢nchez ha encontrado un camino para ablandar la posici¨®n popular tirando de sus barones. De hecho, seducir a las comunidades para lograr un acercamiento con la c¨²pula del partido es una estrategia que ya explor¨® Mariano Rajoy con el PSOE en 2017: eran aquellos tiempos posteriores a que S¨¢nchez fuera expulsado la secretar¨ªa general, y Ferraz estaba tomada por una gestora. El entonces Ejecutivo popular mont¨® una Conferencia de Presidentes Auton¨®micos donde cerr¨® varios acuerdos con las comunidades gobernadas por los socialistas con el fin de que el partido diera su apoyo en el Congreso para que salieran adelante. S¨¢nchez parece tirar ahora de ese mismo hilo, tanto por si lo acaba logrando, como si consigue sacudirle a Feij¨®o el gallinero.

Y no es casual que el Gobierno haya lanzado el debate en este momento. Primero, porque la legislatura podr¨ªa quedar bloqueada en el caso de que Junts decidiera no apoyar los presupuestos generales del Estado ni cualquier otra ley ordinaria. Por tanto, la Moncloa necesita reorientar sus esfuerzos para mitigar la impresi¨®n de par¨¢lisis gubernativa. Segundo, atender a las distintas necesidades entre las baron¨ªas populares es una forma de tapar la ofensiva que G¨¦nova 13 ha montado contra el acuerdo entre ERC y el PSC, al grito de ¡°insolidario¡±: deja en saco esa idea de que el PSOE solo est¨¢ para beneficiar a los independentistas, mientras ignora al resto. Precisamente, es evidente que los n¨²meros no dan en el Congreso para ese presunto ¡°concierto econ¨®mico¡± que ERC vendi¨® a sus bases, con el que solo buscaba tener una coartada con que investir a Salvador Illa. Incluso. Tercero, el presidente del Gobierno puede permitirse ese acercamiento a la derecha, ahora que Vox ha abandonado los ejecutivos auton¨®micos.

Est¨¢ por ver qu¨¦ papel ocupar¨¢ Isabel D¨ªaz Ayuso. Es dif¨ªcil que el Gobierno logre presentar el debate de la financiaci¨®n como un pulso entre Madrid frente al resto de Espa?a. Es decir, asumiendo que m¨¢s all¨¢ de la gran aportaci¨®n que su Comunidad hace, se beneficia de su efecto capitalidad, de una potente red de infraestructuras radiales para atraer inversiones. Si la izquierda fuese por ah¨ª, Ayuso podr¨ªa defenderse montando un frente liderando a las que salieran peor paradas de una eventual reforma, y de hecho, es la voz que ya est¨¢ avisando de la estrategia de S¨¢nchez de ¡®divide et impera¡¯.

Sea como fuere, el presidente del Gobierno ha lanzado la ¡®opa¡¯ a los barones del PP, y que algunos quieran sentarse a hablar es la muestra de que nadie quiere salir mal parado en la foto. La batalla de momento va de relatos, est¨¢ por ver que se concreta en una nueva financiaci¨®n auton¨®mica: quiz¨¢s todo acabe en bloqueo; o bien se arregle con alg¨²n gui?o singular, como desear¨ªan los independentistas; o con un caf¨¦ para todos, como no descartan los populares.