La pol¨ªtica
Tengamos respeto por ella, no la identifiquemos con la ambici¨®n de los sectarios, sino con la voluntad de solucionar problemas y organizar la convivencia en paz
Poner casa es una de las experiencias que m¨¢s ayudan a conocernos. Elegimos los muebles, los utensilios y los adornos que nos dan buena compa?¨ªa. Pero es verdad que cuando pasan los a?os puede asaltarnos la sensaci¨®n de que algunas cosas est¨¢n de sobra. Veo con preocupaci¨®n que en la casa de las democracias consolidadas se extiende a trav¨¦s de pol¨¦micas y noticias la mala idea de que la pol¨ªtica est¨¢ de sobra. Desde que alquil¨¦ mi primer piso, despu¨¦s de haber soportado lo que significa vivir en una dictadura, cultivo el respeto a la pol¨ªtica en los cajones de mi cocina, las estanter¨ªas de mi biblioteca y las s¨¢banas de mi cama.
Tengamos respeto por la pol¨ªtica, no la identifiquemos con la ambici¨®n de los sectarios, sino con la voluntad de solucionar problemas y organizar la convivencia en paz. Y si se quiere confundir pol¨ªtica con ideolog¨ªa, pensemos que todo el mundo tiene ideolog¨ªa, tanto un exministro que gobierne el Banco de Espa?a para que las cuentas est¨¦n a favor de la amplia mayor¨ªa de los espa?oles, como un profesional puro y convencido de que la buena econom¨ªa es la que se pone al servicio de las multinacionales y los grandes bancos. Desde muy joven aprend¨ª que los poetas puros y garcilasistas estaban tan comprometidos con la historia como los poetas sociales que luchaban contra el franquismo. Eso s¨ª, ten¨ªan compromisos pol¨ªticos distintos.
Lo que no se puede es ser sectario en pol¨ªtica y dejar de cumplir con decencia una misi¨®n p¨²blica. Vale para todo. Si miramos hacia el Poder Judicial, por ejemplo, la independencia de la justicia est¨¢ ahora menos comprometida por el Gobierno que por algunos jueces que se han puesto al servicio de intereses muy sectarios, ayudados por un escandaloso bloqueo del CGPJ. Ya lo he dicho, desde que puse mi primera casa me gusta la pol¨ªtica que soluciona problemas para la sociedad, no la que genera una descomposici¨®n sectaria de la convivencia.
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