Lecciones paral¨ªmpicas
Los ¨¦xitos deportivos de las personas con discapacidad son un recordatorio para profundizar en su integraci¨®n
Ayer terminaron los Juegos Paral¨ªmpicos de Par¨ªs tras dos semanas de competici¨®n en las que participaron 4.400 atletas. Si todo deporte es la demostraci¨®n de la capacidad del ser humano de poner a prueba y superar los l¨ªmites de su propio cuerpo, el deporte de personas con discapacidad lleva m¨¢s all¨¢ todav¨ªa esa demostraci¨®n. Sin embargo, ser¨ªa un error considerar los Juegos reci¨¦n clausurados como algo meramente simb¨®lico.
La competici¨®n es parte de casi todas las culturas y los atletas paral¨ªmpicos no est¨¢n solo para participar. Quieren vencer. Y han vencido. Para la historia quedar¨¢n ejemplos como el de la nadadora espa?ola Teresa Perales, que a sus 48 a?os se ha ido de sus s¨¦ptimos Juegos con su 29? medalla y un r¨¦cord paral¨ªmpico; el de la taekwondista afgana Zakia Khudadadi, que tuvo que huir de su pa¨ªs por la prohibici¨®n de los talibanes de que practicase cualquier deporte y se ha llevado la primera medalla de la historia del equipo paral¨ªmpico de refugiados; de la tenista en silla de ruedas neerlandesa Diede de Groot, que tras convertirse en la primera persona ¡ªhombre o mujer, con discapacidad o no¡ª en ganar cuatro Grand Slam individuales seguidos ha coronado su a?o triunfal con una medalla en Par¨ªs.
Y si el medallero ol¨ªmpico es una medida incompleta pero ¨²til de las fortalezas y deficiencias de la pol¨ªtica deportiva de un pa¨ªs, el medallero paral¨ªmpico es una aproximaci¨®n razonable no solo a la situaci¨®n de esa pol¨ªtica, sino tambi¨¦n a la de integraci¨®n en la sociedad de las personas con discapacidad, denominaci¨®n que en enero pasado qued¨® recogida por fin en la Constituci¨®n con la ansiada reforma en el Congreso de los Diputados del art¨ªculo 49.
Espa?a ha quedado 16? (40 metales) en el medallero, es decir, en pelda?os similares al 15? puesto de Tokio 2021 con 36 medallas. Aunque todav¨ªa queda lejos de las posiciones de Barcelona 1992 ¡ªcuando, siendo anfitriona, qued¨® cuarta con 107¡ª, el deporte paral¨ªmpico espa?ol, bien equipado y financiado, es un modelo de ¨¦xito del que, modestamente, podemos enorgullecernos.
Sin embargo, cuando se ampl¨ªa el foco m¨¢s all¨¢ de la competici¨®n, Espa?a todav¨ªa tiene tareas por hacer por las personas con discapacidad y, tambi¨¦n, por las que tienen que sacrificar tiempo y dinero por cuidarlas. Recae sobre todo en las comunidades aut¨®nomas la capacidad de actuar para mejorar sus condiciones de vida. Por desgracia, lo que se est¨¢ viendo en varias regiones es un estancamiento e incluso un retroceso por recortes presupuestarios. Los atletas paral¨ªmpicos son una demostraci¨®n de lo que pueden hacer las personas cuando se les da las condiciones para ello y, en su caso, cuando se les presta la atenci¨®n que merecen. Algo que no deber¨ªa suceder solo cada cuatro a?os.
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