Gobernados por robots
Los lectores escriben sobre la propuesta de bajas flexibles, las dificultades de los j¨®venes, los menores muertos en la franja de Gaza y el cambio de h¨¢bitos de consumo
A veces pienso que o los pol¨ªticos est¨¢n muy alejados de la realidad o son simplemente robots. Escuchar a la ministra de Seguridad Social decir que para enfermos de c¨¢ncer una opci¨®n ser¨ªa la baja flexible es poner sobre la mesa su nulo conocimiento de esta enfermedad. Mi madre tuvo c¨¢ncer de colon y, tras la operaci¨®n, pas¨® por varios ciclos de quimioterapia. Solo se encontraba bien una semana al mes. Durante las primeras tres semanas, hab¨ªa que darle de comer, ducharla, acostarla, sent¨ªa c¨®mo miles de cuchillas se le clavaban en el cuerpo¡ Y cuando se encontraba bien, no hab¨ªa quien la parara: sal¨ªa con mi padre a cenar, con sus hijos o de senderismo con sus amigas. El c¨¢ncer y sus tratamientos no s¨®lo te dejan hecho polvo el cuerpo; tambi¨¦n la mente. Y lo ¨²nico en lo que piensa un paciente es en que, con suerte, podr¨¢ sobrevivir y que, mientras tanto, va a vivir la vida con la gente que le quiere.
Alba Navas D¨ªaz. Sevilla
Sobrevivir
C¨®mo soportar toda la presi¨®n. C¨®mo levantarte otro d¨ªa y asumir que, hagas lo que hagas, nada va a cambiar tu situaci¨®n. Madrugas, trabajas, vuelves a casa y sabes que, cuando llegue la n¨®mina, te dar¨¢ para sobrevivir a duras penas. Los n¨²meros no dan. No soy yo sola, pero a mi generaci¨®n lo de ¡°mal de muchos, consuelo de tontos¡± no nos funciona. Al contrario, nos enfada bastante y nos frustra. Ver que al resto le va parecido no supone un alivio; es una carga mental extra. Significa que el sistema que nos vendieron es un fracaso, y que nuestros proyectos de vida est¨¢n muriendo para alargar su agon¨ªa. Cuando nos toca tomar decisiones importantes, nuestra capacidad de decisi¨®n est¨¢ aplastada por una violencia econ¨®mica que alargar¨¢ sus consecuencias sin saber hasta cu¨¢ndo.
Mar¨ªa Isabel Gonz¨¢lez Hern¨¢ndez. Madrid
16.756
El 16.756 es s¨®lo un n¨²mero. Uno de esos que mencionan en las noticias y que olvidas. Podr¨ªa ser una bajada de las cifras del paro, el n¨²mero de aspirantes a una oposici¨®n o un r¨¦cord que se rebas¨®. El 16.756 es s¨®lo un n¨²mero, y los n¨²meros no gritan, no lloran, no sue?an, no sangran y no suplican. En realidad no significan nada. No s¨¦ si 16.756 es mucho o no es nada. Lo que s¨ª s¨¦ es que ojal¨¢ no existiera. Ese es el n¨²mero de ni?os gazat¨ªes muertos, seg¨²n los ¨²ltimos recuentos de la ONU. Cada una de esas vidas val¨ªa m¨¢s que cualquier guerra; cada una de sus esperanzas pesaba m¨¢s que cualquier pedazo de tierra. Aun as¨ª, parece que no resulta suficiente para sacudir las conciencias necesarias ni para acabar con el infierno que se extiende.
Juan Mu?oz Hurtado. M¨¢laga
Cambio de h¨¢bitos
Cada vez m¨¢s j¨®venes estamos cambiando nuestros h¨¢bitos. Nos preocupan el impacto ambiental y las consecuencias de nuestras decisiones. Optamos por ropa de segunda mano, reducimos el uso de pl¨¢sticos y somos m¨¢s conscientes de la necesidad de consumir productos sostenibles. Sin embargo, creo que es necesario que las instituciones y las empresas hagan m¨¢s para facilitar este tipo de consumo. ?Qu¨¦ excusa tienen los mayores para no cambiar?
Arnau Mir Quir¨®s. Barcelona