Sentencia

Deber¨ªa saberse, quiz¨¢ en el futuro se sepa, si la sentencia que no manda a prisi¨®n a ninguno de los siete empresarios que pagaron a una red de explotaci¨®n sexual para tener relaciones con menores, va a ser utilizada en el futuro por nuevas organizaciones para animar a gente con dinero a abusar de ni?as explotadas por ellos. Un cebo, un gancho, una manera de tranquilizar al cliente: las hemos captado en colegios, discotecas de menores o...

Deber¨ªa saberse, quiz¨¢ en el futuro se sepa, si la sentencia que no manda a prisi¨®n a ninguno de los siete empresarios que pagaron a una red de explotaci¨®n sexual para tener relaciones con menores, va a ser utilizada en el futuro por nuevas organizaciones para animar a gente con dinero a abusar de ni?as explotadas por ellos. Un cebo, un gancho, una manera de tranquilizar al cliente: las hemos captado en colegios, discotecas de menores o anuncios de trabajo, les hemos prometido mucho dinero por dejarse acompa?ar y tocar por se?ores mayores, ahora est¨¢n cagadas de miedo en despachos, pisos y locales nuestros, son 11 adolescentes, las estamos prostituyendo, p¨¢guenos y haga con ellas lo que quiera, es ilegal pero no mucho, es casi imposible que le detengan, pero si lo hacen ni siquiera pisar¨¢ la c¨¢rcel y pagar¨¢ menos de lo que paga por la ni?a. Dejar sin penas incluso a los proxenetas, que s¨ª fueron condenados a c¨¢rcel, ¡°se traducir¨ªa en un est¨ªmulo para la comisi¨®n de delitos de naturaleza igual o similar¡±, dice el tribunal, frase que puede acomodarse detr¨¢s de cualquier nombre de los encausados, tambi¨¦n de los empresarios Jos¨¦ Antonio Arce L¨®pez, Jos¨¦ Jara Albero, Juan Mart¨ªnez Fern¨¢ndez, Juan Peque ?lvarez, Antonio Gim¨¦nez Pelegr¨ªn, Antonio Morales Nicol¨¢s y Juan Castej¨®n Ardid que, debido a la lentitud judicial, han sido condenados a penas rid¨ªculas. La explotaci¨®n sexual de menores existe porque hay demanda, y si esa demanda no se siente amenazada al punto de evitar incluso la c¨¢rcel y pagar un dinero irrisorio despu¨¦s de sentarse en el banquillo, el problema ya no pasa por el desorden criminal sino por el orden judicial. Cuando se lee en la sentencia que la finalidad de los proxenetas era ¡°favorecer la prostituci¨®n de mujeres menores de edad¡±, y que esta se trata de ¡°una de las formas m¨¢s graves de violencia contra las mujeres que se pueden acometer¡±, de qu¨¦ manera se va a poder defender a esas mujeres si a los agresores que las explotan y a los agresores que las requieren se les juzga diez a?os despu¨¦s.