¡®Freelance¡¯

Freelance es la periodista que no cobra un sueldo, sino a la pieza y generalmente no cobra los gastos para producirla. El ¨²ltimo escal¨®n. J¨®venes, porque ser freelance quema y muchas abandonan, al albur del editor de turno. La periodista que m¨¢s miedo pasa, la que m¨¢s ansiedad sufre, la que no sabe si ma?ana cobrar¨¢. La m¨¢s vulnerable, la ¨²ltima que tendr¨ªa que luchar por mejorar sus condiciones, porque si levanta la voz no volver¨¢n a pedirle nada. La que no tiene baja por maternidad, ni por enfermedad, ni cobra vacaciones. La olvidada, a quien el comit¨¦ de empresa deja para el final si es que se acuerda de ella. ¡°Vulnerabilidad m¨¢xima y miedo atroz¡±, me dec¨ªa una de ellas esta semana.

?Qui¨¦n la defiende? Ni los colegas en las redacciones, que rara vez la conocen. Ni los mandos intermedios, que son su contacto. Ni los directores, si es que saben c¨®mo se llama. Ni mucho menos las in¨²tiles asociaciones de la prensa. No se enfaden. Agachen la cabeza y ac¨¦ptenlo. Son in¨²tiles porque su labor es in¨²til. Hagan algo ¨²til por ella.

Almudena Ariza, gran reportera de TVE, escrib¨ªa el viernes pasado en X: ¡°Alg¨²n d¨ªa habr¨¢ que abrir el mel¨®n sobre las tarifas miserables que algunos medios espa?oles pagan a los freelance¡±. Se refer¨ªa a tarifas ¡°en zonas de conflicto¡±, pero el problema es mayor porque las tarifas son miserables en zonas de conflicto, en Cuenca o en Bruselas.

Ning¨²n medio cuenta lo que paga a la freelance, no est¨¢ en los convenios colectivos, los altos cargos dicen desconocerlo y la freelance sabe que si habla sobre sus condiciones no volver¨¢ a ese medio. Preguntando aqu¨ª y all¨ª, a veteranas que lo dejaron hace poco, a j¨®venes que se saben las ¨²ltimas tarifas y a directivos con conciencia (especie rara, pero todav¨ªa viva), uno se puede hacer una imagen, si no exacta, s¨ª muy aproximada, del aspecto del mel¨®n cuando se abre. Son tarifas son en bruto, antes de impuestos.

Las televisiones no pagan mal, aunque generar ese producto es m¨¢s caro para la freelance. Antena 3, La Sexta, Telecinco y Cuatro pagan entre 200 y 300 euros por directo o falso directo.

Un escal¨®n por debajo est¨¢n los grandes diarios. EL PA?S valora los art¨ªculos en una horquilla que va desde menos de 100 euros hasta casi 400, aunque lo habitual es entre 130 y 200. Una pieza muy potente que pueda abrir el peri¨®dico se puede ir cerca de los 1.000 euros. Si no va a la edici¨®n de papel se suele pagar menos, fea costumbre que repiten muchos. Abc paga entre 75 y 150 y El Mundo puede pagar la miserable cantidad de 35 euros o tambi¨¦n llegar a 150. La Vanguardia entre 120 euros y 250 euros.

Las tarifas de los nativos digitales parecen menos fluctuantes, pero tambi¨¦n m¨¢s bajas. El Espa?ol y La Marea pagan entre 100 y 200 euros, El Confidencial entre 100 y 120, eldiario.es y Ctxt 100 euros, Infolibre 90, El Salto y P¨²blico entre 60 y 100, 20 Minutos entre 15 (15, s¨ª, no es una errata) y 100. Alguna freelance se juega el cuello por eso en L¨ªbano.

Los panfletos ultra, como The Objective, VozP¨®puli u OkDiario, no tienen freelance ni la necesitan. Cualquier falso periodista hace unos pocos bulos en una ma?ana cobrando medio salario m¨ªnimo. Solo hay que inventar.

Y llegamos a las radios, el octavo c¨ªrculo del infierno de Dante. Si entra muchas veces durante el d¨ªa, la freelance escapa. Pero si entra una sola vez, mientras Catalunya Radio llega hasta los 100 euros en ocasiones, la Cadena SER, la Cope y Onda Cero le pagar¨¢n no mucho m¨¢s de 40 euros. Podr¨ªa ser menos. Podr¨ªan no pagar. O como hac¨ªa la Agencia Efe en 2017, pagar 18 euros por pieza.

S¨ª, los tertulianos gritones cobran m¨¢s. En las televisiones hay quien cobra 500 euros por pasarse un rato pegando gritos. No se les paga con criterio period¨ªstico. Es el mercado. La foto de la freelance bajo las bombas, jug¨¢ndose literalmente el cuello (?recuerdan a James Foley?) en Homs, intentando convencerse de que no tiene miedo, es puro periodismo. La tertulia gritona no. Si quieren ayudar al periodismo, apaguen la tele cuando empiece la tertulia.