Moldavia, entre Bruselas y Mosc¨²

Los ciudadanos de Moldavia se pronunciaron este domingo a favor de la entrada en la Uni¨®n Europea. Lo hicieron ¡ªdirectamente aunque por un escas¨ªsimo margen (el 0,62%)¡ª en el refer¨¦ndum convocado para incluir dicha adhesi¨®n en la Constituci¨®n. Pero tambi¨¦n indirectamente, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que dieron la mayor¨ªa a Maia Sandu, la actual presidenta, defensora de la opci¨®n europe¨ªsta frente a los candidatos prorrusos. En ambos casos, la ventaja es muy estrecha y no despeja las dudas sobre el futuro del peque?o pa¨ªs, una antigua rep¨²blica sovi¨¦tica enclavada entre Rumania y Ucrania.

Un pu?ado de votos provenientes de la numerosa di¨¢spora moldava son los que han marcado la diferencia entre el s¨ª y el no en el refer¨¦ndum. Lo que contrasta con el amplio rechazo a la adhesi¨®n en las regiones de Gagauzia y Transnistria, esta ¨²ltima convertida en rep¨²blica secesionista, con un Gobierno de facto y la mitad de la poblaci¨®n en posesi¨®n de pasaportes expedidos por Mosc¨².

M¨¢s claro ha sido el resultado de los comicios presidenciales, en los que Sandu super¨® por 16 puntos al candidato del prorruso Partido de los Socialistas, Alexander Stoianoglo, al que deber¨¢ enfrentarse en la segunda vuelta con una incertidumbre a?adida: el destino del 18% de los votos que sumaron el domingo otros dos candidatos favorables a Putin. La presidenta ha denunciado, con s¨®lidos argumentos y el apoyo del Parlamento Europeo, la interferencia electoral del Kremlin mediante propaganda, desinformaci¨®n en las redes y compra directa de votos por parte de un oligarca moldavo exilado en Mosc¨².

Las intervenciones rusas en Moldavia no son ninguna novedad. Muy al contrario, est¨¢n inscritas en el mapa geopol¨ªtico del pa¨ªs desde que se independiz¨® en agosto de 1991 y, sobre todo, desde que Transnistria cay¨® en manos de un gobierno apoyado por las tropas rusas desplegadas en la regi¨®n. Entre los prop¨®sitos de la europe¨ªsta Sandu destacan devolverlo al Estado moldavo y neutralizar su potencial conflictivo, acrecentado por la guerra de Ucrania. El Gobierno de Zelenski temi¨® en los primeros compases de la guerra que Putin se hiciera con Odesa y luego utilizara Transnistria para una operaci¨®n militar envolvente contra su pa¨ªs.

Maia Sandu ha querido obtener el impulso al ingreso de su pa¨ªs en la UE justo en un momento delicado para su vecina invadida, es decir, mientras Rusia avanza en el frente y todas las miradas est¨¢n puestas en el resultado del 5 de noviembre en Estados Unidos. De momento, no ha perdido su apuesta por Bruselas, pero su victoria es fr¨¢gil y est¨¢ abierta a dificultades ulteriores, tanto en la segunda vuelta de la elecci¨®n presidencial ¡ªel 3 de noviembre pr¨®ximo¡ª como en las legislativas de julio de 2025, terreno abonado para nuevas injerencias de Mosc¨².