Pron¨®sticos para un mal tiempo
Trump quiere inaugurar su presidencia con las dos grandes guerras en curso finalizadas a cualquier coste
Todav¨ªa corre el champ¨¢n en Mosc¨² y Jerusal¨¦n. Primero, por la victoria de Donald Trump; ahora por su poder omn¨ªmodo, corroborado por la mayor¨ªa alcanzada en la C¨¢mara de Representantes. Ser¨¢ la ¨²nica voz en los tratos con Vlad¨ªmir Putin y Benjam¨ªn Netanyahu, con los que viene hablando ...
Todav¨ªa corre el champ¨¢n en Mosc¨² y Jerusal¨¦n. Primero, por la victoria de Donald Trump; ahora por su poder omn¨ªmodo, corroborado por la mayor¨ªa alcanzada en la C¨¢mara de Representantes. Ser¨¢ la ¨²nica voz en los tratos con Vlad¨ªmir Putin y Benjam¨ªn Netanyahu, con los que viene hablando desde hace d¨ªas. Nadie le har¨¢ sombra, como en su primera presidencia. Todos los altos cargos que est¨¢ nombrando son sumisos seguidores que no se apartar¨¢n ni un mil¨ªmetro de sus ocurrencias.
El jefe no quiere regresar al caos y a las dilaciones, aunque no sabe todav¨ªa si encontrar¨¢ la complicidad del Senado para que ceda gentilmente su derecho a interrogar y votar a quienes ha nombrado. En el interior del trumpismo brotan los primeros contrapesos a su presidencia autoritaria, tal como apunta un contratiempo llamado John Thune, jefe de la mayor¨ªa republicana senatorial elegido en vez del candidato se?alado por Mar-a-Lago.
El prop¨®sito es llegar al 20 de enero, d¨ªa del reestreno, con los equipos a punto y sin guerras. Son perentorias las ansias de gloria personal, que Trump ya quiso satisfacer con la candidatura al Nobel de la Paz por aquellas estramb¨®ticas negociaciones con Corea del Norte que no llevaron a ninguna parte. Sabiendo que busca la paz a toda costa, Putin y Netanyahu pueden seguir descorchando botellas, porque parece dispuesto a ceder cuanto le pidan.
De momento, los nombramientos hablan por las pol¨ªticas. Los trumpistas que pretend¨ªan mantener la primac¨ªa internacional, como Mike Pompeo o Nikki Haley, han quedado descartados. Triunfan los aislacionistas, partidarios de restringir las intervenciones exteriores, y quienes priorizan la rivalidad con China. El Gobierno de Netanyahu, y en especial los partidos de la extrema derecha, tendr¨¢n abiertas de par en par las puertas de la Casa Blanca. Incluso Putin podr¨¢ contar con las simpat¨ªas de la nueva directora de Inteligencia, Tulsi Gabbard, prorrusa y tr¨¢nsfuga del Partido Dem¨®crata, sin calificaci¨®n alguna para dirigir las 18 agencias de informaci¨®n y espionaje del Gobierno de Estados Unidos.
Los pron¨®sticos son sombr¨ªos para ucranios y palestinos. Tambi¨¦n para la legalidad internacional y el orden multilateral. El reconocimiento de las modificaciones de fronteras por la fuerza en ambos escenarios ser¨ªa un golpe mortal a la Carta de Naciones Unidas y a las resoluciones de sus organismos. Basta con imaginar la serie de acontecimientos que se preparan, tal como ha hecho el diplom¨¢tico y ensayista franc¨¦s Fran?ois Heisbourg. En febrero, acuerdo de paz en Ucrania a espaldas de Bruselas, con cesiones territoriales y bloqueo de su adhesi¨®n a la OTAN y a la UE. Luego, retirada de las armas nucleares estadounidenses de Europa. Rusia invade m¨¢s tarde Lituania sin reacci¨®n de la OTAN. Decae la garant¨ªa de defensa atl¨¢ntica. Y Rusia, en vez de Estados Unidos, recupera al fin su grandeza perdida.
Hay pron¨®sticos menos l¨²gubres, espoleados por la personalidad impredecible de Trump y su capacidad de sorprender a todos. Volod¨ªmir Zelenski conf¨ªa en convencerlo de que una victoria de Putin perjudica directamente a Washington. De momento, nada juega a su favor. Rusia sigue avanzando. Han entrado en combate las tropas de refresco norcoreanas. Las prisas trumpistas fortalecen la posici¨®n del Kremlin. Los bombardeos han dejado al pa¨ªs escaso de energ¨ªa de cara al invierno. Y es desolador el Gobierno que se prepara, empezando por el vicepresidente J. D. Vance, dispuesto a entregar a Ucrania, al igual que Francia y el Reino Unido entregaron Checoslovaquia a Hitler en 1938 en el pacto de M¨²nich.
Tampoco van a favor de los palestinos los pron¨®sticos para Oriente Pr¨®ximo. Seg¨²n el nuevo embajador trumpista en Jerusal¨¦n, Mike Huckabee, los palestinos ni siquiera existen. La nueva embajadora en Naciones Unidas, Elise Stefanik, considera que representar¨¢ a su pa¨ªs ante una organizaci¨®n a la que califica de antisemita. No difiere de estas ideas Marco Rubio, el pr¨®ximo secretario de Estado, que encabeza un equipo todo entero compuesto por halcones proisrael¨ªes.
Netanyahu podr¨¢ dibujar el mapa a su gusto. Despiece de Gaza, tras vaciar el norte de la Franja de palestinos. Zona de seguridad militar en el sur del L¨ªbano para que puedan regresar los habitantes del norte de Israel que huyeron de los misiles de Hezbol¨¢. Anexi¨®n de las colonias de Cisjordania, el 30% del territorio. El contacto secreto de Elon Musk con Amir Saeid Iravani, el embajador iran¨ª en Naciones Unidas, revela que la nueva Casa Blanca quiere neutralizar la amenaza iran¨ª, negocios mediante, aprovechando su debilidad militar y la decrepitud del l¨ªder supremo de la Rep¨²blica Isl¨¢mica. Ante las exigencias de los vecinos ¨¢rabes, habr¨¢ que disfrazar la administraci¨®n civil sobre los retales territoriales, e incluso darle el nombre enga?oso de Estado palestino para que incluso Arabia Saud¨ª pueda reconocer a Israel y obtenga el acuerdo de seguridad que le pide a Washington.
Como Chamberlain en 1938, esa es la paz para nuestro tiempo que Trump prepara.
Para leer m¨¢s:
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Opini¨®n
- Am¨¦rica
- Norteam¨¦rica
- Estados Unidos
- Elecciones EE.UU.
- Donald Trump
- Partido Republicano EE UU
- J. D. Vance
- Mike Huckabee
- ONU
- Guerra de Rusia en Ucrania
- Rusia
- Vlad¨ªmir Putin
- Ucrania
- Volodimir Zelenski
- Guerra
- Conflictos armados
- Diplomacia
- Geopol¨ªtica
- Pol¨ªtica exterior
- Oriente medio
- Oriente pr¨®ximo
- Conflicto ¨¢rabe-israel¨ª
- Israel
- Benjamin Netanyahu
- Franja Gaza
- Cisjordania
- Ir¨¢n
- Elon Musk
- Marco Rubio