Div¨®rciate, Teresa
Los internautas responden al ¡®romanticismo¡¯ de Almeida en ¡®El hormiguero¡¯ con dos palabras y una ristra de banderas rojas
Cada vez que asoma un v¨ªdeo de El hormiguero en mis redes recuerdo aquello que dej¨® escrito Bertrand Russell: ¡°El problema de la humanidad es que las personas est¨²pidas y fan¨¢ticas est¨¢n seguras de todo, y las inteligentes est¨¢n llenas de dudas¡±. M¨ªralos, tan felices y tan panchos, pienso siempre que me asaltan clips desde ese plat¨® de colores chillones donde se defienden ideas en blanco y negro del nodo. Procuro evitar los reels de ese programa sin prestar atenci¨®n, muevo el pulgar r¨¢pido para saltar de contenido cada vez que asoma la cuadrilla de Pablo Motos, pero uno me invadi¨® de forma transversal, casi sin escapatoria, hace unos d¨ªas. Me acech¨® en parodias en Instagram, cr¨ªticas en X y Bluesky y hasta me lo enviaron por WhatsApp. En ¨¦l aparec¨ªa el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, fingiendo ser tan precario como los dem¨¢s y perpetrando algo casi peor: creerse buen marido y, encima, gracioso.
¡°Mi ¨²ltimo detalle rom¨¢ntico es una tonter¨ªa¡±, admiti¨® Almeida en el programa m¨¢s visto del d¨ªa, antes de relatar una an¨¦cdota bochornosa. ¡°En casa no tenemos mucho espacio porque no es muy grande nuestra casa. Tenemos un tendedero que colocamos en medio de la cocina. A Teresa no le gusta demasiado, ni a m¨ª. El otro d¨ªa dije: ¡®Voy a quitarlo, y que se lleve la sorpresa cuando llegue a casa de que no tenemos la ropa tendida en medio de la cocina¡¯. Total, que lo quito. ?F¨ªjate, eh! Los detalles rom¨¢nticos pueden ser enviar flores, regalar libros o hacer cosas que ella nunca esperar¨ªa que t¨² hicieras. Y hasta tal punto no esperaba que lo hiciera, que su reacci¨®n fue: ¡®?Te sientes culpable por algo?¡±.
Qu¨¦ risa, ?no? He aqu¨ª la broma del d¨ªa con tufo a puro de sobremesa y a cubalibre de Larios. Una pensar¨ªa que hab¨ªa viajado al pasado, a una de esas matrimoniadas sin gracia de Pepa y Avelino como hace 20 a?os, pero aqu¨ª nos tenemos que ver, escuchando esto en 2024. Ni Flavita Banana hubiese ilustrado mejor tremendo espanto.
Resulta curioso contemplar al alcalde de Madrid presumiendo, adem¨¢s, de piso peque?o. Despu¨¦s descubr¨ª que vive en uno de m¨¢s de 100 metros cuadrados en el centro y que, seg¨²n los datos del Portal de Transparencia del Ayuntamiento de Madrid de junio de 2023, dispone de tres bienes inmobiliarios en la ciudad, dos de ellos heredados y el tercero adquirido por compraventa en 2008, con un valor total de los tres inmuebles de 431.994 euros. Ahora tambi¨¦n s¨¦ que en una sola cuenta de ahorro Almeida tiene 184.000 euros. Como la mayor¨ªa de esos matrimonios j¨®venes que tienden las bragas en la cocina.
Romantizar una pobreza inexistente ya supondr¨ªa sacar una bandera roja al iniciar una relaci¨®n, pero desde que vi ese v¨ªdeo solo puedo pensar en una de las tendencias que m¨¢s se estilan en internet al comentar el estado de la cuesti¨®n de la parejita. Lo aprend¨ª de la periodista Rebecca Jennings, quien me descubri¨® c¨®mo en la cultura del comentario de redes el principal consejo de internet para las mujeres que mantienen relaciones heterosexuales se resume en dos palabras: ¡±Div¨®rciate, reina¡±. Dice Jennings que en cualquier TikTok o v¨ªdeo de Instagram publicado por una mujer que incluye a una pareja masculina los comentarios suelen inundarse con alguna variaci¨®n de ¡°sep¨¢rate¡± o una cadena de emojis con una ristra de banderas rojas. La cronista tecnol¨®gica cree que si todo esto est¨¢ pasando es porque las mujeres se han vuelto heteropesimistas en sus relaciones, m¨¢s progresistas en su voto que ellos y porque el algoritmo nos ha vuelto m¨¢s esencialistas, divididos entre el de los chicos y el de las chicas. Algo de raz¨®n lleva: fue ver ese v¨ªdeo de Almeida y sentir tremendas ganas de teclear dos palabras como respuesta a cada publicaci¨®n que lo mostraba: ¡°Div¨®rciate, Teresa¡±.