Agentes qu¨ªmicos
Hay personas que modifican la vida de otros. La psicoanalista y fil¨®sofa francesa Anne Dufourmantelle figura en esa estirpe
Hay personas que son como agentes qu¨ªmicos: modifican la vida de otros. Es un don. Algo enigm¨¢tico. Lo hacen sin propon¨¦rselo. La psicoanalista y fil¨®sofa francesa Anne Dufourmantelle figura en esa estirpe. En 2014, en Buenos Aires, dio una charla y oper¨® su magia transformadora. Entre el p¨²blico hab¨ªa una psicoanalista argentina, Fernanda Restivo, que no sab¨ªa qui¨¦n era Dufourmantelle, pero su manera de hablar, con rigurosidad aunque sin la ceguera de los devotos, la descoloc¨®. Comparti¨® el hallazgo con dos colegas, Luciana Grande y Amalia Federik. Descubrieron que Dufourmantelle ten¨ªa m¨¢s de 20 libros publicados en Francia. Con un arrojo que suele existir en la adolescencia y morir despu¨¦s, le escribieron diciendo que no ten¨ªan experiencia en la edici¨®n pero quer¨ªan fundar una editorial ¡ª?fundar una editorial!¡ª s¨®lo para publicarla. Dufourmantelle dijo que s¨ª. Se conocieron en 2016. En 2017, a los 53 a?os, Dufourmantelle muri¨® en un accidente. En el mar. La editorial de las tres psicoanalistas es Nocturna Editora. Publicaron el primer t¨ªtulo de Dufourmantelle, En caso de amor, en 2018. Siguieron Elogio del riesgo, Inteligencia del sue?o, otros. El ¨²ltimo, reciente, es El salvajismo materno. Crearon una comunidad de lectores amplia, que excede el ¨¢mbito psicoanal¨ªtico. Una constelaci¨®n de tres personas traccionadas por el arrebato ¡ªun caso de amor¡ª llev¨® su hallazgo a miles que encuentran en estos libros no un consuelo sino vida poderosa. Una voz que habla de la muerte, la infancia, el deseo, no como si eso les sucediera a otros sino como quien dice ¡°No estoy exenta. Soy una de ustedes¡±. ¡°Vivir es una invenci¨®n arrancada del terror¡± ¡ªescribi¨® Dufourmantelle¡ª. Y: ¡°Vivimos bajo anestesia local, envueltos en celof¨¢n, buscando desesperadamente una sustancia o un amor que pueda despertarnos sin asustarnos¡±. Nada de lo que escribe le es ajeno. No habla como un or¨¢culo. Enfrenta el riesgo de la averiguaci¨®n. Se la lee pensando: ¡°Nada tiene sentido. ?Y cu¨¢l es el problema?¡±.
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