El BCE contra la incertidumbre
El cuarto recorte de tipos del a?o intenta preparar a la econom¨ªa de la eurozona ante un 2025 cargado de desaf¨ªos
El Banco Central Europeo (BCE) ha rebajado en su reuni¨®n de este jueves los tipos de inter¨¦s en un cuarto de punto hasta dejarlos en el 3%, lo que supone el tercer recorte consecutivo del precio del dinero y el cuarto en lo que va de a?o, que comenz¨® con la tasa de referencia en el 4%. Los tipos se sit¨²an de esta forma en niveles de marzo de 2023, pero siguen teniendo un efecto restrictivo sobre la actividad econ¨®mica, como ha reconocido la presidenta de la entidad, Christine Lagarde. Este recorte no ser¨¢ el ¨²ltimo: buena noticia para quienes tienen que hacer frente a una hipoteca o piensan pedir un cr¨¦dito, a pesar de que la pol¨ªtica monetaria europea ha llegado tarde a esas rebajas y ha contribuido con ello al estancamiento de la eurozona.
El consejo de gobierno del Eurobanco est¨¢ en plena partida de cartas entre halcones y palomas, entre los partidarios de m¨¢s laxitud monetaria y los que defienden la ortodoxia, capitaneados por Alemania. Los halcones optan por bajadas escalonadas y por acabar dejando los tipos en el 2,5%. Las palomas quieren llegar al 2% y hacer todo lo que haga falta si ni siquiera as¨ª la eurozona saca la cabeza de la niebla de estancamiento. Del ganador de esa partida depende la salud de la econom¨ªa europea en un 2025 cargado de desaf¨ªos por la llegada de Donald Trump y la guerra comercial, la emergencia de China y la situaci¨®n geopol¨ªtica, llena de trampas.
El BCE no es ajeno a ese horizonte y ha revisado a la baja sus previsiones para la eurozona (que apenas crecer¨¢ un 0,7% este a?o y un 1,1% en 2025), lastrada por la triple crisis ¡ªecon¨®mica, pol¨ªtica e industrial¡ª que afrontan sus dos mayores econom¨ªas, Alemania y Francia, y con Espa?a como saludable excepci¨®n. Teniendo en cuenta que Fr¨¢ncfort conf¨ªa en que la inflaci¨®n se estabilice en torno al 2% a partir del a?o que viene, este escenario parece dar la raz¨®n a quienes acusan al BCE de actuar tarde y de forma demasiado gradual. Una decisi¨®n que solo se justificar¨ªa si lo que pretende es acumular artiller¨ªa ante la incertidumbre que supone la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Y tal vez ni as¨ª haya justificaci¨®n: esperar demasiado tiene sus riesgos.
La Reserva Federal puede estar replanteando su estrategia ante el giro que anticipa una Administraci¨®n impredecible. Los ¨²ltimos datos de inflaci¨®n en EE UU muestran una tendencia al alza que se agudizar¨ªa con la subida de aranceles a las importaciones y las expulsiones de inmigrantes prometidas por Trump. Bien es cierto que una cosa es la campa?a electoral y otra son las pol¨ªticas que se implementan una vez en el cargo, pero ya solo aplicar parcialmente las anunciadas dar¨ªa alas al d¨®lar y agravar¨ªa las dificultades de la zona euro, muy dependiente de las exportaciones. El BCE tendr¨¢ que aprender a manejarse en un escenario con menos certezas de las que suele necesitar para tomar decisiones. Y tendr¨¢ que hacerlo con celeridad si no quiere lastrar a¨²n m¨¢s una eurozona en horas bajas.