Barreras cerradas en Ceuta y Melilla
Corresponde a Marruecos esforzarse m¨¢s para desbloquear el cierre de las aduanas de las ciudades aut¨®nomas lo antes posible
Pr¨¢cticamente todos los involucrados en la que se supon¨ªa iba a ser la prueba de fuego de la apertura al tr¨¢fico de las aduanas comerciales entre Espa?a y Marruecos en las ciudades aut¨®nomas de Ceuta y Melilla aseguran que todo estaba preparado. Sin embargo, ninguno de los dos veh¨ªculos (los ¨²nicos previstos para todo el d¨ªa) que entraron desde Espa?a en los pasos fronterizos este mi¨¦rcoles consigui¨® pasar al otro lado. En la aduana marroqu¨ª fronteriza con Melilla, despu¨¦s de un sainete en el que hubo que traspasar la carga de una furgoneta a un cami¨®n por exigencia de Marruecos, no se le permiti¨® el paso. En El Tarajal, junto a Ceuta, el papeleo fren¨® un cargamento que finalmente se tuvo que volver a casa.
Cuando en 2022 el Gobierno espa?ol anunci¨® por sorpresa el cambio en su posici¨®n hist¨®rica con respecto al S¨¢hara Occidental, la apertura de ambas aduanas (en el caso de Melilla, ser¨ªa reabrir la que cerr¨® Marruecos unilateralmente y sin previo aviso en 2018) se prometi¨® entonces como una de las principales ventajas del acuerdo. De esa parte del pacto, hasta ahora solo tenemos la promesa.
Desde antes incluso del cierre de la aduana de Melilla, Marruecos ha hecho grandes esfuerzos para reorientar la econom¨ªa del norte del pa¨ªs y reducir su interdependencia con las ciudades aut¨®nomas espa?olas. Con la modernizaci¨®n y ampliaci¨®n de los puertos de T¨¢nger y Nador, ese objetivo puede darse por cumplido. Eso tambi¨¦n asegura que, aunque las aduanas vuelvan a reabrirse, las relaciones econ¨®micas con Ceuta y Melilla no volver¨¢n a ser las mismas. Las reclamaciones del presidente melillense, Juan Jos¨¦ Imbroda, exigiendo de inmediato que la situaci¨®n vuelva a ser la previa a 2018, muestran un aparente desconocimiento de estas realidades por ganar puntos pol¨ªticos.
Tanto Madrid como Rabat insisten en que los sucesivos retrasos en la puesta en marcha se deben a razones t¨¦cnicas y que no hay disputas pol¨ªticas de fondo. Sin embargo, las aduanas comerciales se han convertido en un s¨ªmbolo para Marruecos, tanto de un reconocimiento impl¨ªcito de la espa?olidad de Ceuta y Melilla como de que el giro diplom¨¢tico espa?ol de 2022 no fue gratuito. Por ello, Marruecos siempre se ha mostrado menos optimista que Espa?a a la hora de plantear el calendario de apertura.
Es indudable que todo proceso burocr¨¢tico est¨¢ sujeto a imprevistos. Pero no se entiende que tras m¨¢s de dos a?os de preparaci¨®n y tres pruebas piloto los problemas no est¨¦n resueltos hasta el punto de hacer imposible el tr¨¢fico de un solo cami¨®n por sentido al d¨ªa, m¨¢xime cuando Melilla tuvo hasta 2018 una aduana por la que pasaban decenas de veh¨ªculos diarios. La puesta en marcha de las aduanas es beneficiosa para la poblaci¨®n a los dos lados de la frontera. Y, entre vecinos, las relaciones se basan en la buena fe. Corresponde a Marruecos el esforzarse m¨¢s para desbloquear el problema en el m¨¢s breve plazo posible.