Sin noticias de Europa en Palestina

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca parece haber cambiado las condiciones que permiten a Benjamin Netanyahu y al Gobierno israel¨ª seguir perpetrando una de las mayores masacres y violaciones de los derechos humanos de los ¨²ltimos a?os. Netanyahu maniobra, colocando a un lado del intercambio a los rehenes israel¨ªes y a otro a miles de civiles palestinos. En esta encrucijada, muchos se preguntan cu¨¢l es el papel de la Uni¨®n Europea y los principales estados miembros en este nuevo escenario y si han facilitado de alg¨²n modo que hoy en d¨ªa sea posible vislumbrar un apaciguamiento de la mas...

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca parece haber cambiado las condiciones que permiten a Benjamin Netanyahu y al Gobierno israel¨ª seguir perpetrando una de las mayores masacres y violaciones de los derechos humanos de los ¨²ltimos a?os. Netanyahu maniobra, colocando a un lado del intercambio a los rehenes israel¨ªes y a otro a miles de civiles palestinos. En esta encrucijada, muchos se preguntan cu¨¢l es el papel de la Uni¨®n Europea y los principales estados miembros en este nuevo escenario y si han facilitado de alg¨²n modo que hoy en d¨ªa sea posible vislumbrar un apaciguamiento de la masacre, que no un cese del conflicto y la ocupaci¨®n ilegal de territorios palestinos. Lo cierto es que el papel de la UE ha sido marginal en este ¨²ltimo episodio, y en el desarrollo de la guerra su posici¨®n ha estado marcada por los vaivenes y las contradicciones internas. Para entender plenamente el posicionamiento y el proceder de la UE en este conflicto, y frente a la masacre perpetrada por Israel, es esencial mirar m¨¢s all¨¢ de las noticias de ¨²ltima hora y analizar su precaria situaci¨®n en los nuevos reequilibrios globales.

Ursula von der Leyen prometi¨® en 2019 una Comisi¨®n Europea ¡°geopol¨ªtica¡±. No decepcion¨®. M¨¢s all¨¢ del impacto de la covid, la ¨²ltima legislatura europea ha estado ¡ªy sigue estando¡ª marcada en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica internacional por dos crisis agudas: la invasi¨®n rusa de Ucrania en febrero de 2022 y la ofensiva militar de Israel a gran escala sobre Palestina tras los atentados perpetrados por Ham¨¢s el 7 de octubre de 2023. Aunque no se trata de conflictos totalmente sim¨¦tricos y tienen sus propias particularidades pol¨ªticas e hist¨®ricas, existen fuertes similitudes entre ellos: un pa¨ªs militarmente poderoso (Rusia e Israel) ataca a una naci¨®n vecina (Ucrania y Palestina) con la que mantiene relaciones hist¨®ricamente desiguales (que incluso pueden llegar a concebirse como coloniales). Sin embargo, a pesar de esas similitudes, la respuesta en t¨¦rminos de pol¨ªtica exterior de la UE ha sido muy diferente. Mientras que la respuesta de la UE a la agresi¨®n rusa estuvo motivada en gran medida por la defensa de los derechos humanos, la democracia y el antiautoritarismo, la agresi¨®n israel¨ª contra Palestina ha sido justificada ¡ªy contin¨²a si¨¦ndolo¡ª bajo el pretexto del ¡°derecho de Israel a defenderse¡±, como hemos desarrollado en detalle en un estudio acad¨¦mico publicado recientemente.

La respuesta asim¨¦trica a ambos conflictos pone de manifiesto las contradicciones de una UE cuya pol¨ªtica exterior sigue marcada por la l¨®gica del jard¨ªn y la jungla: una met¨¢fora racista utilizada por Josep Borrell, alto representante para Pol¨ªtica Exterior de la Uni¨®n Europea entre 2019 y 2024. Ucrania forma parte del jard¨ªn: una comunidad mayoritariamente blanca y cristiana con un estado cercano a la OTAN y la UE. Ucrania pertenece a la ¡°familia europea¡±, seg¨²n las propias palabras de Von der Leyen. Apoyada en esta idea, la UE brind¨® apoyo pol¨ªtico, asistencia financiera e incluso ayud¨® a desarrollar las capacidades de defensa de Ucrania. El presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, fue invitado varias veces al Parlamento Europeo y los l¨ªderes de la UE (incluidos Von der Leyen y Borrell), as¨ª como muchos l¨ªderes pol¨ªticos de los Estados miembros, han visitado Ucrania varias veces como gesto de apoyo a la lucha del pa¨ªs contra el gobierno ruso. Adem¨¢s, la UE no solo apoy¨® la acogida de millones de refugiados ucranios, sino que impuso duras sanciones contra el gobierno ruso, as¨ª como contra empresas rusas e individuos relacionados con el presidente Vlad¨ªmir Putin. Este ¨²ltimo ha sido se?alado como responsable de ¡°cr¨ªmenes de guerra¡±, debido a ataques contra hospitales y otras infraestructuras civiles. De hecho, en marzo de 2023, el Tribunal Penal Internacional (TPI) emiti¨® una orden de arresto contra el presidente ruso por cr¨ªmenes de guerra.

El TPI tambi¨¦n emiti¨® una solicitud de orden de arresto por cr¨ªmenes de guerra y cr¨ªmenes contra la humanidad contra el primer ministro israel¨ª, Benjamin Netanyahu, el 21 de noviembre de 2024. Sin embargo, en este caso, la UE se ha situado del lado de Israel. Solo los dirigentes israel¨ªes han sido invitados a hablar en el Parlamento Europeo, y Von der Leyen, junto con la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, incluso visitaron Israel y celebraron una conferencia de prensa conjunta con el presidente israel¨ª, Isaac Herzog, el 13 de octubre de 2023. A pesar de la gran cantidad de palestinos muertos a causa de los ataques israel¨ªes en Gaza (y tambi¨¦n en Cisjordania y L¨ªbano, donde los colonos siguen expandi¨¦ndose), apenas ha habido cambios en la pol¨ªtica exterior europea hacia Israel. En marzo de 2024, casi 200 organizaciones de la sociedad civil pidieron la suspensi¨®n del Acuerdo de Asociaci¨®n UE-Israel, ya que los derechos humanos y los principios democr¨¢ticos son un componente esencial del acuerdo. A pesar de estas peticiones, la UE sigue manteniendo intacto este acuerdo. Adem¨¢s, si bien en el relato de Ucrania hay una perspectiva hist¨®rica amplia en torno al imperialismo sovi¨¦tico, en el caso de Palestina la cronolog¨ªa se inicia el 7 de octubre de 2023. Es como si nada hubiera ocurrido antes de los ataques de Ham¨¢s. De hecho, hay una negaci¨®n constante de Palestina como comunidad pol¨ªtica (a menudo se habla ¨²nicamente de ¡®Gaza¡¯, como si no formara parte de una naci¨®n m¨¢s amplia). T¨¦rminos como la ¡°Nakba¡±, el ¡°genocidio¡±, la ¡°ocupaci¨®n¡±, el ¡°colonialismo¡± o el ¡°apartheid¡± no figuran en el relato de la UE. En l¨ªnea con esto, los muertos palestinos aparecen como la consecuencia de una ¡°tragedia¡±, un desastre natural sin aparentes causas humanas.

Siendo este el relato general que domina en la UE, durante los ¨²ltimos a?os ha habido ciertos contrapesos institucionales a nivel europeo. Josep Borrell ¡ªa pesar de la desafortunada met¨¢fora se?alada m¨¢s arriba¡ª ha rechazado la postura de Von der Leyen, a quien critic¨® p¨²blicamente en EL PA?S en febrero de 2024. Borrell argument¨® que ¡°el viaje de Von der Leyen, con una posici¨®n tan completamente proisrael¨ª, sin representar a nadie m¨¢s que a ella misma en un asunto de pol¨ªtica internacional, ha tenido un alto coste geopol¨ªtico para Europa¡±. El alto ejecutivo de la UE denuncia la doble moral de la pol¨ªtica exterior europea, la cual se opone a la violaci¨®n de derechos humanos en algunos lugares y los justifica en otros. La pol¨ªtica exterior europea tiene que ser acordada por todos los Estados miembros ¡ªEspa?a, B¨¦lgica e Irlanda son los que m¨¢s se han posicionado del lado de Borrell¡ª, pero la Comisi¨®n Europea representa un papel clave a la hora de coordinar y buscar consensos.

En diciembre de 2024, la estonia Kaja Kallas reemplaz¨® a Borrell en la segunda Comisi¨®n Von der Leyen, que vir¨® claramente hacia la derecha. Kallas se ha perfilado como una fuerte defensora de Ucrania en su resistencia contra Rusia, pero no ha tenido la misma actitud hacia Palestina. Esta Comisi¨®n derechizada mira perpleja como esta soluci¨®n temporal a la agresi¨®n y la masacre perpetrada por el Estado de Israel sobre Palestina pasa ante sus ojos. V¨ªctima de sus contradicciones internas, y la subordinaci¨®n ante l¨®gicas globales que no puede o sabe leer ¡ªespecialmente su relaci¨®n de dependencia con Estados Unidos¡ª, la UE aparece paralizada ante la opini¨®n p¨²blica mundial. En este escenario de alto al fuego, la UE probablemente alegar¨¢ que los derechos humanos y la democracia se abren paso frente a las bombas y los miles de civiles muertos. Lo cierto, m¨¢s all¨¢ de estas proclamas, es que el argumento de los derechos humanos cada vez funciona peor de tanto usarlo con una discrecionalidad racista y maneras poco consecuentes. Esto deja campo abierto a aquellos que no creen realmente en los derechos humanos y la democracia, pero hacen uso de estos t¨¦rminos para continuar con la masacre ante el desconcierto general.

Es ilustrativo que fue Sud¨¢frica, y no la UE ni ning¨²n pa¨ªs ¡°europeo¡±, quien llev¨® a Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia con el argumento de estar cometiendo un genocidio contra Palestina. Una pol¨ªtica exterior europea democr¨¢tica debe hacer frente adecuadamente a su propio pasado y presente colonial, y dejar atr¨¢s la l¨®gica del jard¨ªn y la jungla, la hipocres¨ªa y las dobles varas de medir. La defensa de los derechos humanos no se puede limitar a ciertas comunidades. De ser as¨ª, la UE continuar¨¢ socavando la ya maltrecha ley internacional, y manteniendo la jerarqu¨ªa existente entre el Norte y el Sur global.