Borrell: ¡°Putin y Trump a¨²n no han ganado, pero pueden ganar; Europa tiene que despertar¡±
El alto representante de la UE para Pol¨ªtica Exterior reclama a los Estados miembros que aumenten y aceleren la ayuda a Ucrania
Toda historia remite a otra historia que, a su vez, remite a otra historia. Casi todas las que aborda Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, en esta entrevista apuntan al s¨¦ptimo c¨ªrculo de la Divina Comedia: el de los violentos. Una guerra en la vecindad norte acaba de cumplir dos a?os: Ucrania. Otra en Oriente Pr¨®ximo, en Gaza, va camino de la cat¨¢strofe. Hay un hurac¨¢n gest¨¢ndose en el oeste, con la posible victoria de Donald Trump en Estados Unidos. Y presi¨®n en la orilla sur, con una crisis migratoria al acecho a la que la UE responde con una idea de Goebbels: la ¡°Fortaleza Europa¡±, con m¨¢s de 1.200 kil¨®metros de muros supuestamente impenetrables. Camino de los 77 a?os, Borrell (La Pobla de Segur, Lleida) reh¨²ye el lenguaje acartonado de la ortodoxia europea, y con todos esos riesgos en los cuatro puntos cardinales ofrece un discurso que, parad¨®jicamente, ve el mayor peligro puertas adentro: ¡°Lo que m¨¢s miedo me da es el miedo de los europeos¡±.
¡°Es un miedo difuso. Un horizonte de desconfianza que todo lo empapa, un sentimiento impreciso de temor. Con una guerra aqu¨ª al lado y otra muy cerca. Con sacudidas en ?frica y la sospecha de que pueden llegar migrantes de forma descontrolada. Con una defensa que subcontrat¨¢bamos a EE UU, un paraguas militar que a lo mejor cierra Trump, con la energ¨ªa barata que ya no va a venir de Rusia, con la certeza de que estamos perdiendo mercados en Asia¡±.
¡°Somos un continente que envejece en un mundo joven, de ah¨ª esa mezcla de miedo e incertidumbre. Contra eso, siempre hay quien ofrece una respuesta clara, simple y falsa: los ultras, esos liderazgos hipermusculados que nos dicen ¡®somos fuertes, se van a enterar¡±, subraya; ¡°las elecciones europeas ser¨¢n fundamentales¡±.
Esos comicios llegar¨¢n en junio. Pero antes vendr¨¢n la primavera y el deshielo: los informes de inteligencia dicen que Rusia se ha preparado bien y que Ucrania pierde posiciones. Cada tragedia tiene su profec¨ªa, pero las v¨ªctimas solo escuchan cuando ya nada tiene remedio. ?Qui¨¦n va ganando? ¡°Hace dos a?os, Putin empez¨® un conflicto que ten¨ªa que durar una semana. Y Ucrania resiste. Rusia lleg¨® a ocho kil¨®metros del Parlamento de Kiev, pero fue rechazada. Yo he visto all¨ª las hileras calcinadas de sus tanques: no ha ganado la guerra, pero todav¨ªa no la ha perdido¡±.
La guerra ha provocado un despertar geopol¨ªtico en la UE. Y, aun as¨ª, late la sensaci¨®n de que los europeos han hecho demasiado poco. Europa ha demorado decisiones en su apoyo militar, con los l¨ªderes arrastrando los pies porque tampoco las opiniones p¨²blicas quieren m¨¢s. ¡°La ayuda civil y militar, econ¨®mica y humanitaria de la UE supera la de EE UU¡±, replica. ¡°Y hemos dado un salto cualitativo: al principio prometimos cascos; ahora enviamos F-16¡å. ¡°Si queremos que Ucrania resista, tenemos que darle m¨¢s ayuda y m¨¢s deprisa¡±.
¡°Europa se ha dado cuenta de que vive en un mundo peligroso, en sus fronteras tiene a un Estado agresivo. Debe preguntarse si quiere un t¨ªtere de Mosc¨² en Kiev, con las tropas rusas en la frontera polaca y con el riesgo de otra invasi¨®n¡±. ¡°Rusia es un r¨¦gimen no democr¨¢tico capaz de acabar con opositores como Navalni, o de eliminar en suelo europeo a sus desertores. ?Queremos que llegue a las puertas de Europa y controle el 36% del mercado mundial de cereales? Los rusos han demostrado capacidad de resistencia: est¨¢n acostumbrados a pasar penurias y no les preguntan si preferir¨ªan otra cosa que una econom¨ªa de guerra. Tenemos que cuestionarnos qu¨¦ podemos a hacer nosotros¡±.
?Las divisiones europeas son un obst¨¢culo? ¡°Solo Hungr¨ªa, que est¨¢ llegando a acuerdos de seguridad con China, se ha desmarcado. Y, aun as¨ª, paga su parte de la ayuda militar a Ucrania y no veta la ayuda civil. Hemos demostrado una unidad remarcable. Pero es l¨®gico que entre 27 pa¨ªses surjan vacilaciones: si las hubi¨¦semos superado con rapidez, con una ayuda masiva e inmediata, a Ucrania le hubiera ido mejor. Y a nosotros tambi¨¦n¡±. ?C¨®mo se gana una guerra contra una potencia nuclear que destina un 30% de su presupuesto a defensa? ¡°Rusia est¨¢ en guerra con todas sus consecuencias. Europa no est¨¢ en guerra, pero tampoco acaba de entender lo que esta guerra significa para ella¡±. ¡°Putin ha movilizado todos sus recursos, cuenta con apoyo militar de Ir¨¢n y Corea del Norte, con el apoyo econ¨®mico de China. De ah¨ª mi llamamiento a los Estados miembros para que su apoyo sea consecuente con la clase de guerra a la que nos enfrentamos, mezcla de las del siglo pasado y de las m¨¢s modernas tecnolog¨ªas. Tenemos que hacer m¨¢s, y r¨¢pido: en los pr¨®ximos meses se puede decidir la guerra. Resistir es vencer¡±.
Al otro lado del Atl¨¢ntico, Trump rompe el esquema tradicional de la disuasi¨®n de la OTAN. ¡°Es una barbaridad que invite a Rusia a atacar a aquellos pa¨ªses que no cumplen sus condiciones. Y es una barbaridad que haya republicanos que comparan la guerra ucrania con la presi¨®n migratoria de M¨¦xico. Tenemos que asumir responsabilidades, aumentar capacidades en defensa y estar preparados para cualquier eventualidad. Trump no ha ganado a¨²n, como Putin no ha ganado a¨²n, pero Europa tiene que despertar¡±.
La sucesi¨®n de guerras y sacudidas convierte la historia de la tercera d¨¦cada del siglo XXI en un tr¨¢gico Bolero de Ravel: Gaza es el otro foco de atenci¨®n, con 1,7 millones de palestinos aplastados contra un muro. ?Qu¨¦ har¨¢ Europa en caso de cat¨¢strofe? ¡°Ya estamos en plena cat¨¢strofe. Naciones Unidas ha tenido que suspender la ayuda humanitaria: Israel est¨¢ usando el hambre como arma de guerra y eso es contrario al derecho internacional. Lo dijimos en Ucrania y eso vale tambi¨¦n ahora. Gaza ha sido arrasada: el uso de la fuerza ha sido desproporcionado¡±.
Espa?a e Irlanda han reclamado que se suspendan los acuerdos de asociaci¨®n con Israel si se demuestra que se violan derechos: ¡°Es un paso al frente extraordinario y pone el dedo en la llaga¡±. Pero Europa es incapaz de arrastrar a EE UU en su reclamaci¨®n de alto el fuego, quiz¨¢ porque tampoco en la UE hay una posici¨®n com¨²n: ¡°En Naciones Unidas votamos divididos, 18 a favor frente a nueve abstenciones¡±.
El peso de la historia explica la posici¨®n de Alemania, incluso de los alemanes, al frente de las instituciones: la presidenta de la Comisi¨®n, la alemana Ursula von der Leyen, hizo una visita a Tel Aviv en la que defendi¨® el derecho a defenderse de Israel sin ponerle ning¨²n l¨ªmite. ¡°La cat¨¢strofe en Gaza no es el resultado de un terremoto o una inundaci¨®n: es consecuencia de una acci¨®n militar devastadora. Ham¨¢s es una idea, y una idea solo se combate con otra idea: los planes de [el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn] Netanyahu para Gaza son inaceptables. Se est¨¢n sembrando las semillas del odio para varias generaciones. Es un secreto a voces que los israel¨ªes financiaron a Ham¨¢s y jugaron a dividir a los palestinos. O que la posici¨®n de EE UU le pasa factura a [el presidente, Joe] Biden entre el electorado dem¨®crata joven. Y que ese viaje de Von der Leyen, con una posici¨®n tan absolutamente proisrael¨ª, sin representar a nadie m¨¢s que a ella misma en una cuesti¨®n de pol¨ªtica internacional, ha tenido un alto coste geopol¨ªtico para Europa¡±.
Borrell deja un par de recados m¨¢s a Von der Leyen. Uno: ¡°Anuncia que habr¨¢ un comisario de Defensa, pero la Comisi¨®n no tiene competencias en materia de defensa, solo en la industria de defensa. Me gustar¨ªa saber qu¨¦ base jur¨ªdica tiene su propuesta¡±. Y dos: ¡°Es l¨ªcito que quiera un segundo mandato, pero no que pretenda atribuirse personalmente todos los ¨¦xitos: hay un colegio de comisarios de distintos colores pol¨ªticos que ha tomado decisiones, deber¨ªa cuidar m¨¢s la neutralidad cuando es a la vez presidenta y candidata. Deber¨ªa centrarse en que su formaci¨®n, el PP Europeo, no caiga en la tentaci¨®n de aliarse con los ultras, abandonando as¨ª sus tradicionales alianzas¡±.
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