Defensa popular de Yolanda Ramos
Resulta sorprendente que los ¨²ltimos avistamientos de los l¨ªmites del humor no se hayan producido en un funeral, sino en una fiesta de c¨®micos
En los Premios Feroz en Pontevedra, Yolanda Ramos sali¨® al escenario a entregar un premio con Daniel Guzm¨¢n y anunci¨® que no le gustaba el guion que le hab¨ªan dado para enredarse en un err¨¢tico mon¨®logo que levant¨® risas a ratos y estupor en otros; nada del otro mundo, nada que cualquier espectador fuese a confundir con un esc¨¢ndalo. Los guiones tienen muchas ventajas, y una de ellas es que, si te atienes a ellos, no desbarras. Disculpen el ejemplo pero es el que tengo m¨¢s a mano: esta temporada en una secci¨®n que tengo en Hora 25 decid¨ª no escribir mis brev¨ªsimas intervenciones: el resultado fue que mareaba la perdiz varios minutos m¨¢s, y me pidieron (sic) que volviera a la f¨®rmula anterior. ?Por qu¨¦? Porque te ves sin hoja de ruta y empiezas a pensar que todo lo que se te ocurre es interesante. El de Ramos fue el gesto arriesgado de una actriz que decidi¨®, sin consultar con nadie (y en una gala de premios, no en un quir¨®fano), menospreciar el trabajo del equipo (los guionistas, profesi¨®n maltratada pendiente de una hist¨®rica reparaci¨®n que en Hollywood empieza a llegar y que a¨²n se espera en Espa?a), y apostar ¨²nicamente por ella. Es un gesto de artista; es decir, quien puede hacer eso es ¨²nicamente un artista. Ramos recibi¨® algunas risas e indiferencia, pero al d¨ªa siguiente, a fuerza de que se enfadaran unos y otros, empez¨® a enfadarse ya todo el mundo (esto, que no es nuevo, merece otro art¨ªculo: c¨®mo mucha gente escribe una cr¨ªtica razonada y constructiva y ve que, a partir de ella, la marabunta insulta y lo quema todo; Yolanda Ramos ¡°cancelada¡±, dijo un titular). La polarizaci¨®n terminar¨¢ con todos callados para que la turba sin decisi¨®n propia permanezca tranquila. Y, bueno, tambi¨¦n resulta sorprendente que los ¨²ltimos avistamientos de los l¨ªmites del humor (saltarse el pactado para elegir el de una misma, y contarlo) no se hayan producido en un funeral, sino en una fiesta de c¨®micos.
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