Las sombras del matrimonio infantil en el Caribe
La Rep¨²blica Dominicana promulg¨® en enero una ley que proh¨ªbe el casamiento infantil en el pa¨ªs, pero se limita a las uniones formales y deja fuera las informales entre adultos y ni?os. Como la de Yamileth, de 14 a?os, con un hombre de 50, del que espera un hijo
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Yamileth, de 14 a?os, est¨¢ embarazada de cinco meses. Vive muy cerca de su madre, Sugenys, en una humilde casita en la Zurza, un barrio marginado de la zona norte de la ciudad de Santo Domingo (Rep¨²blica Dominicana). Tres grandes ca?adas, El Diablo, Los Dulceros y las Tres Cruces, delimitan con basura y desperdicios esta comunidad que, pese a haber logrado significativos avances en su desarrollo a partir del Plan Estrat¨¦gico del Distrito Nacional 2030, adolece de una correcta urbanizaci¨®n, sistemas de saneamiento y gesti¨®n de servicios b¨¢sicos en la mayor parte de las viviendas. La de Sugenys, como la mayor¨ªa, est¨¢ construida con materiales muy fr¨¢giles: zinc viejo, hojalata y madera.
Dentro, Yamileth atiende su anticuado m¨®vil. Con 16 semanas de gestaci¨®n, se le hace dif¨ªcil ocultar su embarazo. ¡°Deja de poner mente al celular y m¨¦tete en afanes y trapea un poco tu casa antes que llegue tu mar¨ªo¡±, le conmina su madre. Adem¨¢s de la adolescente, Sugenys tiene dos ni?os varones.
¡°Para m¨ª es normal que se haya independizado. Yo me cas¨¦ a los 16 a?os. En mi casa ¨¦ramos seis hermanos. Hab¨ªa muchas bocas que alimentar, as¨ªn que a mi madre no le import¨® que me pusiera en amores pronto¡±, cuenta la madre con naturalidad. Pese a su corta edad, Yamileth vive con F¨¦lix desde hace un a?o. Fontanero de profesi¨®n, ha cumplido 50 a?os. ¡°Empez¨® a visitarme a casa de mi mam¨¢. Me tra¨ªa regalos, ropa y un d¨ªa me regal¨® un celular. As¨ª nos fuimos conociendo, hasta que nos hicimos novios¡±, relata la adolescente.
Yamileth no es una excepci¨®n. Al menos una de cada cinco dominicanas termina casada o en uniones informales siendo menor, y en muchas ocasiones, con hombres que les doblan la edad, seg¨²n datos oficiales recogidos por Unicef. El informe ENHOGAR-MICS 2014, concluy¨® que el 36% de las mujeres j¨®venes (entre 20 y 24 a?os) de la Rep¨²blica Dominicana se cas¨® o uni¨® antes de los 18 a?os y un 12%, antes de los 15. Las cifras, entre las m¨¢s elevadas de Am¨¦rica Latina, son similares a las de la ONG Plan Internacional, que afirma que el 37% se casa con un adulto antes de los 18 a?os, y este porcentaje se puede elevar hasta el 47% en las zonas m¨¢s pobres del pa¨ªs. ¡°El matrimonio infantil era un problema y una realidad en Rep¨²blica Dominicana, pero para la mayor¨ªa de la gente no exist¨ªa¡±, explica Virginia Saiz, directora de esta ONG en Rep¨²blica Dominicana.
F¨¦lix perdi¨® su trabajo a finales de marzo del a?o pasado, justo antes de que Santo Domingo entrara en cuarentena en un intento de prevenir la propagaci¨®n del nuevo coronavirus. ¡°Antes ¨ªbamos al cine, com¨ªamos pizza o sal¨ªamos a dar un paseo por la Zonal Colonial. Ahora no hay n¨¢¡±, lamenta la adolescente. La pareja vive tambi¨¦n con el hijo de ocho a?os de F¨¦lix, fruto de una relaci¨®n anterior. Carecen de ingresos fijos, as¨ª que sobreviven mediante trabajos espor¨¢dicos. ¡°Se come con lo que aparece. No hay de otra¡±, se resigna Yamileth.
La prohibici¨®n es un hito, pero es simb¨®lico porque se limita a los matrimonios formales inscritos en el Registro CivilAlba Rodr¨ªguez, directora ejecutiva de Save the Children Rep¨²blica Dominicana
Las expertas de Save the Children y Plan Internacional consultadas para este reportaje afirman que la mayor brecha en el pa¨ªs es la de la desigualdad y la pobreza. ¡°Si a eso le sumamos la crisis de la covid-19, no sabemos en qu¨¦ escenario estamos, pero las ni?as y adolescentes que han sido casadas o unidas a un adulto sufren a¨²n m¨¢s desigualdad¡±, sostiene Alba Rodr¨ªguez, directora ejecutiva de Save the Children en el pa¨ªs.
En Rep¨²blica Dominicana, el matrimonio infantil no estuvo penalizado hasta enero de 2021. De poco serv¨ªa el hecho de que la legislaci¨®n tipifique como abuso sexual las relaciones con menores de edad cuando se da una diferencia de cinco a?os o m¨¢s, seg¨²n el art¨ªculo 396 de la ley 136-03. El marco legal anterior legitimaba, en realidad, el matrimonio infantil, pues las adolescentes mayores de 15 a?os y los adolescentes mayores de 16 s¨ª pod¨ªan casarse legalmente si dispon¨ªan de la autorizaci¨®n de sus padres. Por debajo de estas edades era necesario el permiso paterno y, adem¨¢s, una dispensa judicial. En estos casos, el juez no ten¨ªa en cuenta ning¨²n l¨ªmite de edad para aprobar esos matrimonios. ¡°Se trataba de abrir un camino m¨¢s favorable, hab¨ªa que deconstruir los patrones machistas que hab¨ªan aceptado el matrimonio con menores de edad. Esto solo se pod¨ªa hacer empezando por prohibir su pr¨¢ctica¡±, explica Rodr¨ªguez.
¡°Tradicionalmente, se priorizaba la maternidad frente a cualquier otro avance, y eso est¨¢ muy arraigado. Se ha pasado de generaci¨®n en generaci¨®n, como una opci¨®n para las ni?as en situaci¨®n de pobreza¡±, subraya Rodr¨ªguez. Por eso, los patrones de g¨¦nero tradicionales del pa¨ªs, en los que las ni?as se deb¨ªan casar pronto, deben transformarse a trav¨¦s de la educaci¨®n. ¡°Todos los actores tienes que ser part¨ªcipes¡±, subraya.
Tradicionalmente, se priorizaba la maternidad frente a cualquier otro avance, y eso est¨¢ muy arraigado
En enero, el presidente Luis Abinader promulg¨® la ley 1-21 que proh¨ªbe el matrimonio infantil en el pa¨ªs. En su art¨ªculo primero, la ley establece que ¡°tiene por objeto prohibir que las personas menores de 18 a?os contraigan matrimonio mediante la modificaci¨®n y derogaci¨®n de varias disposiciones del C¨®digo Civil¡±, y sanciona la pr¨¢ctica con entre cinco y cien salarios m¨ªnimos (de 1.500 a 30.000 euros), de dos a cinco a?os de c¨¢rcel y la anulaci¨®n del matrimonio. Como parte de esta apuesta, se ha creado tambi¨¦n el Gabinete de las Mujeres, las Adolescentes y las Ni?as, bajo la direcci¨®n del Ministerio de la Mujer. La medida va en l¨ªnea con la suscripci¨®n por parte de la Rep¨²blica Dominicana de diferentes convenios, como la Convenci¨®n sobre los Derechos del Ni?o, ratificada por el pa¨ªs en 1991.
¡°La prohibici¨®n es un hito, pero es simb¨®lico, porque se limita a los matrimonios formales inscritos en el Registro Civil. Queda una brecha en las uniones tempranas (informales), que no tienen regulaci¨®n por ley¡±, se?ala Rodr¨ªguez. ¡°El embarazo en adolescentes, el matrimonio infantil y las uniones a temprana edad tienen un papel preponderante en la agenda de prioridades de nuestra gesti¨®n de gobierno. Existe la voluntad pol¨ªtica firme y decidida de implementar planes y pol¨ªticas sociales, econ¨®micas y educativas. Tenemos la plena conciencia de que no ser¨¢ posible el desarrollo sustentable del pa¨ªs si la poblaci¨®n adolescente y joven enfrenta barreras estructurales que limitan su desarrollo personal, educativo y profesional¡±, responde por mensaje Mayra Jim¨¦nez, ministra de la Mujer. Sin embargo, no menciona los matrimonios no inscritos.
El obst¨¢culo de los padres
Aurelina Payano es educadora y trabaja en un programa de apoyo a ni?as y adolescentes casadas, unidas y en riesgo en Save the Children. ¡°Las chicas tienen entre 12 y 17 a?os. La mayor¨ªa han sido unidas [de manera informal]. Solo hay una casada. Primero estuvo unida siendo menor y acab¨® contrayendo matrimonio con la misma pareja al ser mayor de edad. Todas comparten que vienen de entornos familiares autoritarios y restrictivos, por lo que muchas sienten la necesidad de escapar de esa realidad¡±, explica.
Nicole Luciano es tambi¨¦n trabajadora de la ONG Save The Children y tiene un contacto diario con las ni?as y adolescentes en peligro por este tipo de pr¨¢cticas. ¡°El trabajo que se ha venido haciendo a trav¨¦s de charlas y talleres de prevenci¨®n del matrimonio infantil ha sido muy bueno. El mayor obst¨¢culo es que, a veces, los padres no colaboran¡±.
La clave para el futuro, dicen estas expertas, es encontrar una nueva masculinidad en el comportamiento de ni?os y adolescentes y continuar un trabajo global para mirar a los otros con empat¨ªa.
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