Educar para acabar con la trata
Millones de menores de edad son v¨ªctimas de violaci¨®n de sus derechos, sin poder escapar y a la espera de que alguien los rescate. La situaci¨®n debe abordarse con urgencia pero concienciar a la sociedad de sus gravedad requiere tambi¨¦n gran esfuerzo
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A los 16 a?os, la vida de Camila (nombre ficticio) cambi¨® radicalmente. Viv¨ªa con su familia cuando conoci¨® a su ¡°enamorado¡±, un joven que prometi¨® quererla y cuidarla. As¨ª que lleg¨® el d¨ªa en que Camila decidi¨® dejar el hogar familiar para irse a vivir con ¨¦l. Y aquel chico que la trataba bien y que fing¨ªa quererla, la alej¨® de su familia y la oblig¨® a prostituirse.
La historia de Camila es la de tantas ni?as y adolescentes que caen en las redes de trata, un delito que consiste en la captaci¨®n, traslado, recepci¨®n o acogida de personas con fines de explotaci¨®n. Y es que la trata tiene muchas caras, como la explotaci¨®n sexual, el trabajo forzado o la obligaci¨®n de realizar actividades delictivas, entre otros. En definitiva, estamos hablando de una de las peores y m¨¢s crueles vulneraciones a los derechos de los ni?os y ni?as a la protecci¨®n, que les impide crecer en un entorno familiar y recibir educaci¨®n.
Los datos del Informe Global de Trata de Personas de Naciones Unidas mencionan que, en el mundo, al menos 21 millones de personas son v¨ªctimas de trata. Sin embargo, al ser un delito que se produce en la m¨¢xima clandestinidad, es m¨¢s que posible que haya millones m¨¢s. La mitad de ellas sufren explotaci¨®n sexual y en dos de cada tres casos son mujeres y ni?as.
Los tratantes se aprovechan de la situaci¨®n que viven los ni?os, como las necesidades econ¨®micas, los conflictos dentro de la familia o la situaci¨®n de irregularidad legal en el pa¨ªs. Tambi¨¦n son comunes los casos en los que enga?an y seducen a las ni?as y adolescentes para despu¨¦s someterlas y obligarlas a hacer lo que ellos quieren. Y hablamos de ¡°ellos¡± porque suelen ser hombres quienes ejercen de tratantes.
Mientras los ni?os navegan por la red, los tratantes acechan, vigilan y activan sus estrategias para captar a sus v¨ªctimas. Y los gobiernos no est¨¢n siendo ¨¢giles a la hora de proteger a la infancia de los abusadores
La llegada de la covid-19 no ha hecho m¨¢s que aumentar los riesgos de ni?os, ni?as y adolescentes de caer en las redes de trata de personas. Pocas oportunidades, dificultades econ¨®micas en las familias, el cierre de las escuelas que a¨²n continua en muchos pa¨ªses del mundo... A esto, hay que sumarle otro factor que ya estaba presente antes de la llegada del coronavirus y que, ahora, est¨¢ adquiriendo mayor peso: internet.
El ciberespacio es una maravillosa ventana al mundo. Una oportunidad para relacionarse con los dem¨¢s, para seguir aprendiendo a pesar del cierre de los centros educativos y para descubrir y compartir intereses. Sin embargo, conlleva sus riesgos. Mientras los ni?os navegan por la red, los tratantes ingresan en ese espacio para acechar, vigilar y activar sus estrategias para captar a sus v¨ªctimas. Y mientras ellos se adaptan r¨¢pidamente a los cambios que se producen en internet, los gobiernos no est¨¢n siendo ¨¢giles a la hora de proteger a la infancia de los abusadores.
Ante un contexto tan complejo en el que se encuentran millones de menores de edad a nivel mundial, urge tomar medidas globales para evitar que la infancia caiga en las redes de trata. Desde Educo creemos que una de las m¨¢s efectivas es la educaci¨®n, en su sentido m¨¢s amplio y no solo para que los ni?os para que sepan navegar por internet y las redes sociales con seguridad, o para que detecten cu¨¢ndo una persona adulta quiere aprovecharse de ellos en la vida real.
Hay que educar a quienes tienen la responsabilidad de cuidar y proteger a la infancia, d¨¢ndoles herramientas para apoyarles en la crianza de sus hijos, y generar confianza y seguridad en el hogar. Hay que educar a la comunidad para poder desmontar pr¨¢cticas y creencias que perpet¨²an los factores de riesgo vinculados a la violencia, la de g¨¦nero y la discriminaci¨®n, y que hacen que muchos grupos sean altamente vulnerables a la trata de personas. Hay que educar a los pol¨ªticos, a la comunidad educativa, a los legisladores... En definitiva, a ti y a m¨ª, para que todos seamos parte de la soluci¨®n. Solo as¨ª, educando juntos y desde la ra¨ªz, podremos erradicar la trata.
Nancy Isadora Al¨¦ es coordinadora del programa de Educo Tejiendo Redes Seguras ¨C Protejeres, con el apoyo de la AECID.
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