La supervivencia de los pobres en los confinamientos
Las restricciones a la circulaci¨®n durante la covid-19 implicaron que las clases m¨¢s bajas no pudieran acudir a sus redes de apoyo para solicitar asistencia financiera. Y cuando pod¨ªan, los familiares y amigos con frecuencia no ten¨ªan nada que ofrecer
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Aun cuando los pa¨ªses ricos comienzan a percibir un destello de luz al final del t¨²nel de la pandemia, los que est¨¢n en v¨ªas de desarrollo experimentan grandes dificultades para contener la covid-19. El a?o pasado nos dej¨® lecciones importantes que pueden ayudar a los gobiernos a desarrollar pol¨ªticas y programas m¨¢s eficaces para brindar apoyo a los residentes m¨¢s pobres en medio de los constantes brotes y confinamientos.
Una valiosa fuente de esas lecciones es el Proyecto de los Diarios Cotidianos de Hrishipara (Hrishipara Daily Diaries Project, HDDP), que mantiene un registro de las transacciones financieras de 60 hogares pobres en ¨¢reas rurales de Banglad¨¦s desde hace seis a?os. El an¨¢lisis de los datos recopilados ¡ªespecialmente de los cambios en los patrones de gasto verificados¡ª revela cuatro ¨¢reas en las que los gobiernos debieran intervenir.
En primer lugar, los responsables de las pol¨ªticas deben garantizar el acceso a dinero en efectivo para emergencias. Para ellos, los impactos sobre sus medios de vida no son nada nuevo: se reiteran sequ¨ªas e inundaciones, al igual que enfermedades graves y p¨¦rdidas de empleos, pero habitualmente pueden acceder a algunas opciones, como recurrir a las redes familiares o pedir prestado a instituciones de microfinanzas, prestamistas y amigos.
Eso no pas¨® durante la pandemia de la covid-19. Las restricciones a la circulaci¨®n implicaron que las clases m¨¢s bajas no pudieran acudir a sus redes de apoyo para solicitar asistencia financiera. Incluso cuando pudieron hacerlo, como el sustento de todos se vio golpeado simult¨¢neamente, los familiares y amigos con frecuencia no ten¨ªan nada que ofrecer.
Los confinamientos en muchos lugares obligaron tambi¨¦n a los proveedores de microfinanzas y a otras instituciones financieras a cerrar, impidiendo que las familias obtuvieran cr¨¦ditos o incluso retirasen sus ahorros. Los 60 hogares banglades¨ªes del estudio HDDP pusieron pr¨¢cticamente todas sus transacciones financieras en pausa durante el confinamiento impuesto por el Gobierno.
Esto resalta la urgente necesidad de transferencias incondicionales a gran escala por parte del Estado, que deber¨ªan entregarse directamente con un m¨ªnimo de papeleo. Con una crisis de esta magnitud no es momento para la rectitud fiscal.
Con una crisis de esta magnitud no es momento para la rectitud fiscal
En segundo lugar, hay que apoyar la capacidad para ejercer su agencia y esp¨ªritu emprendedor. Los hogares del estudio HDDP fueron ¨¢giles e ingeniosos en su respuesta al impacto de la covid y mostraron habilidades admirables para gestionar su dinero.
A veces se vio en esto un perfil emprendedor. Por ejemplo, Samarth, un granjero que cultiva la tierra y cr¨ªa vacas lecheras en una peque?a parcela, percibi¨® r¨¢pidamente que las barreras al transporte por carretera estaban llevando a un alza de precios de los bienes de la capital y reduciendo los precios de los productos locales que habitualmente eran exportados. Samarth compr¨® entonces la producci¨®n de los granjeros locales desesperados a precios muy bajos y la vendi¨® en un mercado callejero temporal que cre¨® en Hrishipara. Los habitantes locales, confinados a sus barrios, proporcionaron la demanda, y ¨¦l aument¨® de manera significativa sus ingresos diarios durante el confinamiento.
Los responsables de las pol¨ªticas rara vez consideran esos instintos empresariales cuando dise?an programas para apoyar a los pobres. Hay que cambiar esta situaci¨®n, con pol¨ªticas que alienten y recompensen esas iniciativas, y mejoren la capacidad de los hogares para aprovecharlos. Por ejemplo, se podr¨ªa considerar a las familias con bajos ingresos cuando se dise?an normativas para ¡°agilizar los negocios¡±.
Los responsables de las pol¨ªticas rara vez consideran esos instintos empresariales cuando dise?an programas para apoyar a los pobres
El sector privado tambi¨¦n tiene su papel. Por supuesto, esto requiere adem¨¢s que los gobiernos garanticen el acceso ininterrumpido a los servicios financieros durante los confinamientos. En tercer lugar, los pobres necesitan una generosa asistencia alimentaria, especialmente durante las cuarentenas.
Aun en las circunstancias m¨¢s dif¨ªciles, quienes participaron en el estudio HDDP encontraron formas de llevar comida a la mesa, pero a costa de duros recortes de otros gastos. Nuestro an¨¢lisis muestra una brusca reducci¨®n de los gastos recurrentes, exceptuando los alimentos, durante el primer mes de confinamiento (abril de 2020). Adem¨¢s, en octubre ¡ªvarios meses despu¨¦s de la finalizaci¨®n de los confinamientos¡ª esos dispendios volvieron a sus niveles prepandemia.
Finalmente, hay que proteger las reservas de efectivo de quienes tienen bajos ingresos. La mayor parte de los encuestados en el estudio mantuvieron algo de efectivo para emergencias. La pandemia ¡ªy especialmente la falta de acceso a los ahorros¡ª implic¨® que guardaron esas reservas para comprar alimentos y cubrir otras necesidades b¨¢sicas.
Los diarios de Hrishipara muestran que, durante los confinamientos por la covid-19, los pobres tuvieron que arregl¨¢rselas solos la mayor parte del tiempo. Gracias a su creatividad, a sus habilidades para gestionar el dinero, a las redes personales y a la planificaci¨®n en crisis anteriores, se las ingeniaron para sobrevivir. Pero tambi¨¦n debieron hacer grandes sacrificios. Cuando los gobiernos dise?en estrategias para apoyarles, no solo durante los confinamientos por la covid-19, sino para crisis futuras, deber¨ªan reflexionar sobre lo que vivieron los hogares del estudio HDDP para que la pr¨®xima vez esos sacrificios no sean necesarios.
Risto R?nkk? es asistente de investigaci¨®n en UNU-WIDER, una instituci¨®n de las Naciones Unidas que realiza asesor¨ªas con el objetivo de promover un desarrollo sostenible. Stuart Rutherford es fundador de Shohoz Shonchoy. Kunal Sen es profesor en la Universidad de Manchester y director de UNU-WIDER.
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