En la recta final contra la enfermedad del ¡®coraz¨®n partido¡¯
El mal de Chagas sigue estando infradiagnosticado y poco tratado, pero la limitaci¨®n de nuevos contagios y la cada vez m¨¢s com¨²n inclusi¨®n de la prueba en los cribados prenatales son importantes pasos para controlarla de manera permanente antes de 2030
Emiliana Lima no sab¨ªa que con ella viajaba el chagas cuando lleg¨® a Espa?a desde la Bolivia rural hace m¨¢s de 15 a?os. No se enter¨® hasta que se hizo una prueba, antes de quedar embarazada. Entonces, recibi¨® el tratamiento rutinario y evit¨® que sus hijos lo portaran tambi¨¦n durante toda su vida. Esta historia, contada por Lima como parte de la campa?a #VocesDelChagas del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Hospital Vall d¡¯Hebron, es una situaci¨®n com¨²n entre los pacientes de esta patolog¨ªa, considerada una de las 21 enfermedades tropicales desatendidas por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). El relato ilustra, a la vez, d¨¦cadas de progreso en la lucha contra el chagas a nivel mundial y la estrategia para enfrentar los retos que quedan para lograr controlarla antes de 2030, como ordenan los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
End¨¦mica en 21 pa¨ªses de Am¨¦rica, el mal de Chagas es causado por un par¨¢sito que porta la vinchuca, una especie de chinche aut¨®ctona que tiene infinidad de diferentes nombres seg¨²n la regi¨®n y que pica a sus v¨ªctimas para alimentarse de su sangre, aunque no las infecta directamente. En cambio, defeca al lado, y cuando la persona se rasca instintivamente, el microbio Trypanosoma cruzi entra al organismo. Su detecci¨®n no es f¨¢cil pues, tras un golpe inicial de s¨ªntomas variados que pueden incluir fiebre, hinchaz¨®n, tos o lesiones cut¨¢neas, se vuelve una afectaci¨®n cr¨®nica en la que hasta el 70% de los casos puede evolucionar sin mayores signos cl¨ªnicos. Esto no significa que no sea grave. El 30% restante sufre alteraciones cardiacas, digestivas o neuronales irreversibles si no recibe tratamiento a tiempo. En una poblaci¨®n estimada de entre seis y siete millones de infectados, eso significa que alrededor de dos millones de personas est¨¢n en riesgo mortal.
Aun as¨ª, estas cifras, vistas en retrospectiva, suponen un ¨¦xito. Todo empez¨® por all¨¢ en los a?os sesenta, cuenta desde Buenos Aires Marcelo Abril, director de la fundaci¨®n Mundo Sano, enfocada en enfermedades desatendidas, con un peso particularmente importante en la lucha contra el chagas. ¡°Cuando comenzaron los esfuerzos en la mayor¨ªa de Am¨¦rica Latina, lo principal era reducir la interacci¨®n de los insectos transmisores y el hombre aplicando insecticidas en los domicilios¡ Los avances, desde entonces, han sido much¨ªsimos. Hay pa¨ªses o regiones enteras que tienen certificada la interrupci¨®n de la transmisi¨®n vectorial [como se refiere al contagio por medio de insectos] y ahora el problema est¨¢ pr¨¢cticamente reducido a ¨¢reas rurales muy alejadas¡±.
Seg¨²n la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud (OPS), todav¨ªa hay unos 70 millones de personas que viven en zonas de riesgo y cada a?o se registran unos 30.000 casos nuevos. No obstante, advierte Abril, ya estamos cerca del mejor de los escenarios porque el chagas es una zoonosis, es decir, que tambi¨¦n afecta a animales dom¨¦sticos y salvajes; por lo tanto, su erradicaci¨®n total es imposible y habr¨¢ que mantenerse en un estado de alerta perpetuo sobre los contagios vectoriales para mantenerlos al m¨ªnimo.
Teniendo esto en cuenta, se han ido sumando nuevos frentes de batalla sin desatender los anteriores. Con las infecciones vectoriales bajo relativo control, en las ¨²ltimas d¨¦cadas se ha puesto el foco sobre otros tipos de transmisi¨®n, los cuales, gracias a la migraci¨®n, se pueden dar en cualquier lugar, no solamente en las zonas donde habita la chinche portadora. Un enfermo sin diagnosticar puede contagiar, sin saberlo, a trav¨¦s de una transfusi¨®n o un trasplante, por ejemplo. Sin embargo, estas v¨ªas son ya muy raras, pues las pruebas para detectar chagas est¨¢n incluidas entre todas las que se realizan a las muestras en los bancos de sangre y ¨®rganos desde hace a?os. Por lo tanto, la principal v¨ªa que queda por controlar es la materno-infantil, tambi¨¦n conocida como vertical, que resulta en alrededor de 8.600 casos anuales en todo el mundo.
Para atajarla es necesario detectar el par¨¢sito en las mujeres antes de que queden embarazadas: el tratamiento no se puede administrar durante la gestaci¨®n, pues resulta t¨®xico, y aunque es posible medicar de manera efectiva a los reci¨¦n nacidos, no es ideal. En este ¨¢mbito, Espa?a, como el pa¨ªs no-americano con m¨¢s casos dada su gran poblaci¨®n migrante procedente de Am¨¦rica Latina, ha sido pionero. Varias comunidades aut¨®nomas han implementado la prueba para mujeres de origen latinoamericano y en Murcia ya se han frenado por completo estos tipos de contagio. El ¨¦xito ha sido tal que en octubre de 2021 la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunci¨® que a partir de 2022 la prueba se incluir¨ªa en la cartera sanitaria a nivel nacional.
Un reciente estudio que estima la prevalencia de la afecci¨®n en Espa?a apoya esta decisi¨®n al corroborar que all¨ª donde se implementa la prueba de manera sistem¨¢tica, los casos se reducen sustancialmente. No obstante, el an¨¢lisis tambi¨¦n concluye que, de las alrededor de 50.000 personas que viven con chagas en el pa¨ªs, el 70% no est¨¢ diagnosticada ni tratada.
Ana Requena, investigadora principal de salud migrante en ISGlobal y autora principal de la mencionada investigaci¨®n, destaca este dato como una zona donde claramente se debe mejorar. ¡°Una cosa es un programa de cribado para prevenir la transmisi¨®n y otra es un programa de detecci¨®n para mejorar la salud de quienes padecen estad dolencia. Nosotros hicimos otro estudio donde demostramos que hacer un cribado en atenci¨®n primaria a la poblaci¨®n adulta que venga de ¨¢reas end¨¦micas es costo-efectivo porque puedes reducir una carga de enfermedad a largo plazo¡±. Es lo mismo que pide la Federaci¨®n Internacional de Asociaciones de Personas Afectadas por la Enfermedad de Chagas (Findechagas) con su m¨¢s reciente campa?a, lanzada en el marco de su D¨ªa Mundial, que se celebra desde 2019 cada 14 de abril. Desafortunadamente, a?ade Requena, a pesar de la rentabilidad, como el c¨¢lculo involucra gastos hipot¨¦ticos en el futuro, en el presente es mucho m¨¢s barato limitar los cribados a mujeres en edad f¨¦rtil.
A pesar de los huecos, la estrategia adoptada por Espa?a debe ser un modelo a seguir en el resto del mundo, concede Requena; bien sea por otros pa¨ªses europeos, que pueden empezar a tener m¨¢s casos a ra¨ªz de flujos migratorios cambiantes, como por los mismos pa¨ªses latinoamericanos, donde esta patolog¨ªa es end¨¦mica. Marcelo Abril, de la fundaci¨®n Mundo Sano, resalta esta retroalimentaci¨®n internacional. ¡°Esos buenos ejemplos de detecci¨®n y acceso al tratamiento han vuelto como un bumer¨¢n para los pa¨ªses americanos: en las grandes ciudades, que no tienen el problema vectorial, pero s¨ª migraciones internas o de pa¨ªses vecinos de gente afectada, la situaci¨®n es la misma que en Madrid en lo que se refiere a atender y a controlar la transmisi¨®n¡±. En Argentina, el pa¨ªs con m¨¢s casos ¨Calrededor de 1.6 millones¨C, es obligatorio por ley el diagn¨®stico de una mujer embarazada para ver si tiene chagas. Pero Abril advierte de que, por diversas razones, muchas veces no hay seguimiento tras el parto.
Teniendo en cuenta que estas dificultades de implementaci¨®n son comunes en la gran mayor¨ªa de los Estados latinoamericanos, la OPS despliega desde 2010 la estrategia ETMI para frenar los contagios de enfermedades de transmisi¨®n materno infantil. Inicialmente, la iniciativa apuntaba a controlar el VIH, s¨ªfilis y hepatitis B, pero tras presi¨®n de actores como Mundo Sano y la positiva evidencia de casos como el espa?ol, se sum¨® el chagas en 2016, rebautizando el programa ETMI Plus. No obstante, el progreso ha sido limitado. Entre los pa¨ªses que han presentado informes, el alcance de las pruebas prenatales, apenas oscila entre el 7 y el 55%. Por lo tanto, la v¨ªa vertical sigue produciendo miles de nuevos contagios cada a?o en todo el continente.
Esto no desanima a Abril, que ya mira hacia el siguiente paso, pero sin apartar el ojo del camino recorrido. ¡°Para el futuro, lo ideal es adelantarnos. Esto significa diagnosticar a ni?as y mujeres j¨®venes antes de que entren en edad reproductiva, evitando que haya embarazadas portadoras de la infecci¨®n. Aunque no quiere decir abandonar el control vectorial o las otras v¨ªas. Seguiremos teniendo presencia en territorios con proyectos espec¨ªficos y colaboraciones¡±.
Adem¨¢s, Abril comenta el misterio y la prueba que supone Estados Unidos para lograr controlar el chagas a nivel global. Por su enorme poblaci¨®n migrante latina, las estimaciones apuntan a que alberga hasta 300.000 casos positivos. Sin embargo, por el funcionamiento del sistema sanitario y el hecho de que muchos de los contagiados pueden ser indocumentados, detectar a los portadores y frenar los contagios maternoinfantiles al norte del R¨ªo Grande es un reto may¨²sculo.
Ante un panorama como este, la herramienta que queda disponible, indispensable en cualquier momento, es la concienciaci¨®n y el conocimiento. No solamente se trata de dar a conocer la existencia de la enfermedad, sino tambi¨¦n de los mecanismos que hay para hacerle frente y de lo cerca que se est¨¢ de controlarla. Precisamente para esto existen las iniciativas #VocesDelChagas, el D¨ªa Mundial contra el Chagas y las diferentes campa?as impulsadas alrededor de esta fecha. Abril no subestima el impacto que tienen. ¡°La primera barrera es la falta de convicci¨®n de que se puede alcanzar un objetivo. Cuando te demuestran que se puede, aquel que no se lo proponga es, simplemente, porque no se est¨¢ comprometiendo con la causa¡±.
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