La peregrinaci��n a un r��o seco

Un grupo de visitantes observa el monasterio ortodoxo de San Juan Bautista, que se incluye en el circuito tur��stico de Al-Maghtas. Despu��s de la pandemia, la afluencia de turistas ha vuelto a esta ubicaci��n, una de las m��s importantes del pa��s. En lo que va de a?o, m��s de 10.000 peregrinos han visitado este emplazamiento (solo en la parte jordana), un 400% m��s que los visitantes que recibi�� el a?o pasado. Tambi��n hay un aumento de la llegada de fieles que acuden para recibir el bautismo en el otro lado de la frontera, en un emplazamiento conocido como Qasr el Yahud, en Cisjordania, gestionado por el ministerio de Turismo de Israel.Adri�� Salido Zarco

Un grupo de peregrinos se prepara para su bautizo en la parte oriental del r��o, en Cisjordania, mientras que la orilla opuesta se ve completamente seca. Durante los ��ltimos a?os, este emplazamiento hist��rico ha visto como el cauce ha bajado dr��sticamente hasta llegar a niveles preocupantes. ��El caudal del Jord��n se ha reducido un 96% desde el inicio de los registros: ha pasado de 1.300 millones de metros c��bicos por a?o a unos 50 y 120 millones de metros c��bicos seg��n la temporada", explica Ibrahim Alkilani, coordinador de proyectos de la ONG EcoPeace Middle East. Adri�� Salido Zarco

Las causas principales por las que se est�� secando el Jord��n son el calentamiento global, la mala gesti��n de los recursos h��dricos de la zona por parte de las administraciones y el conflicto ��rabe-israel��. Estos tres factores est��n causando una sequ��a cada vez m��s aguda en la zona, as�� como en el Mar Muerto y en el Valle del Jord��n. El a?o pasado, las reservas de agua de Jordania descendieron a niveles realmente bajos debido a la escasez de lluvia, llegando a registrar un almacenamiento de 80 millones de metros c��bicos menos que en a?os anteriores. La lucha palestino-israel�� por el agua del r��o, mediante sistemas de presas y desv��os del cauce, han acabado afectando a Jordania con dureza. Actualmente, solo una peque?a parte del caudal que hist��ricamente llegaba hasta el Mar Muerto sigue viva. Adri�� Salido Zarco

Uno de los afluentes del r��o Jord��n est�� pr��cticamente seco. La zona en la que se encuentra Al-Maghtas es una de las reservas naturales m��s importantes de Jordania. Conocido como el Valle Jord��n, se encuentra a medio camino entre el Mar de Galilea y el Mar Muerto, ambos con una enorme relevancia a nivel hist��rico, religioso y econ��mico. Seg��n Ibrahim Alkilani, coordinador de proyectos de la ONG EcoPeace Middle East, la formaci��n del valle es ��nica, ya que, por una parte, alcanza los 400 metros bajo el nivel del mar, mientras que las tierras altas situadas al este del valle alcanzan los 1.200 metros sobre el nivel del mar, donde se encuentran las ciudades de Amman, Irbid y Salt. "Esta geolog��a le da al valle un clima especial y lo hace perfecto para las pr��cticas agr��colas, por lo que se considera la principal canasta de alimentos de Jordania", explica el experto. Sin embargo, lo que sol��an ser tierras exuberantes con una rica biodiversidad y condiciones de vida, ahora son ��ridas, contaminadas y mal gestionadas con pr��cticas incorrectas como el pastoreo excesivo y la agricultura intensiva.Adri�� Salido Zarco

Una piedra con una inscripci��n, dentro del recinto de Al-Maghtas, marca el camino a seguir para llegar al r��o Jord��n. Asociaciones y ONG como Eco Peace Middle East, que re��ne a cient��ficos y activistas de Egipto, Jordania, Israel y Palestina, intentan luchar por preservar el medio y los recursos naturales de esta zona. Adri�� Salido Zarco

Varios peregrinos y turistas en la orilla cisjordana del r��o Jord��n. El conflicto por los recursos h��dricos se remonta a 1948, cuando empez�� la guerra ��rabe-israel�� y escal�� en 1967, cuando Israel empez�� a ocupar territorios palestinos y a hacerse con el control del agua del r��o. Hoy, a pesar de los intentos para encontrar una soluci��n, el conflicto sigue vigente.Adri�� Salido Zarco

Un peregrino es bautizado mientras el resto del grupo saca fotograf��as. Tanto en la orilla oriental como en la occidental del r��o hay varios sitios bautismales d��nde se realizan rituales de fe, lo que refleja la importancia hist��rica y religiosa del lugar. Adem��s, seg��n el Antiguo Testamento, aqu�� se cumplieron m��s de 75 milagros, como el del profeta El��as, que fue alimentado por cuervos, o como el del rey Naam��n, que fue curado de la lepra despu��s de sumergirse siete veces en estas aguas.Adri�� Salido Zarco

Varios turistas se fotograf��an mientras se sumergen en un sitio bautismal en la orilla palestina del r��o. Al tratarse de un emplazamiento con un valor hist��rico y religioso tan importante, tanto Jordania como Israel compiten por atraer el m��ximo n��mero de visitantes. Adri�� Salido Zarco

Las banderas de Jordania e Israel se alzan en cada una de las orillas del r��o Jord��n. Hoy, las tensiones entre Palestina e Israel siguen vigentes, pero los encargados de Al-Maghtas creen que este sitio deber��a simbolizar el respeto y la paz entre las tres religiones de la zona: el cristianismo, el islam y el juda��smo. Adri�� Salido Zarco

Vista del Mar Muerto desde la orilla. Desde hace a?os el Mar Muerto, una de las joyas ecol��gicas del mundo, es tambi��n uno de los principales lugares afectados por la disminuci��n del caudal del r��o Jord��n. Desde hace d��cadas, el agua del Mar Muerto est�� retrocediendo un metro por a?o, hecho que preocupa a los investigadores y cient��ficos de la zona.ADRI? SALIDO ZARCO

Vista de la orilla en una de las zonas del Mar Muerto con un complejo hotelero al fondo. Los afluentes que desembocan en el r��o est��n siendo desviados para fines agr��colas, para llevar agua a la poblaci��n y para llenar las piscinas de los complejos tur��sticos de la zona. Se calcula que, desde hace d��cadas, el agua del Mar Muerto est�� retrocediendo a raz��n de un metro por a?o, hecho que preocupa a investigadores y cient��ficos.ADRI? SALIDO ZARCO

Vista de las formaciones geol��gicas que se han creado al bajar el nivel del agua y quedar la sal expuesta al sol. Los cient��ficos creen que la ��nica soluci��n para frenar la sequ��a en la zona pasa por restablecer el caudal anterior del r��o Jord��n. Esto es bastante poco probable debido al conflicto palestino-israel��, a la mala gesti��n de los recursos h��dricos y la falta de control por parte de las administraciones locales sobre el uso del agua.Adri�� Salido Zarco