![Said, un ciudadano argelino que lleg¨® a Almer¨ªa el pasado 29 de noviembre en una patera proveniente de Or¨¢n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HEA4FHR73RCNHCLS5BPQ5MN2XY.jpg?auth=2d410155a8fa2e7d77db218e6d9deb1ce98a7a3033ccaad7cdc403cae7181ba8&width=414)
El Puche: el barrio de Almer¨ªa que acoge sue?os y frustraciones de los migrantes reci¨¦n llegados
Cientos de personas llegan cada an?o tras un arriesgado trayecto por el Mediterra?neo y se instalan en esta zona castigada por la pobreza. All¨ª sobreviven como pueden, mientras esperan, a veces durante a?os, un permiso de residencia en Espa?a
![Ahmed (20 a?os) se mira en el espejo del cuarto de ba?o de su chabola situada en pleno centro del barrio. Se dispone a salir con su primo Omar para buscar trabajos temporales que le permitan cenar esa noche. Sus empleos suelen durar pocos d¨ªas, y el resto del tiempo intentan ganarse el pan con la chatarra. Jos¨¦ Castillo, de Almer¨ªa Acoge, se?ala: ¡°Vienen muy j¨®venes con la ilusi¨®n de poder aprender, formarse y acabar viviendo en Espa?a de lo que les gusta, pero pronto ven que las cosas se complican mucho y sus sue?os se van desvaneciendo. A pesar de esto, hay muchos chavales que siguen luchando y acaban consiguiendo trabajar en aquello que quer¨ªan¡±.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/T54RGZHKLZATLCGC3UFB5ETHAA.jpg?auth=bd86d14f873f0d7c3725a64a9805b2156ae7ad3381a0d2fe58b5a9323b552e98&width=414)
![Uno de los vecinos de El Puche es el marroqu¨ª Yacine Enifer (39 a?os). ?l consigui¨® llegar a Espa?a hace 16 a?os en una peque?a patera, dejando a la familia en su pa¨ªs de origen. ¡°Cuando llegu¨¦ a bordo de la patera so?aba con llevar una nueva vida tranquila, ilusionante y pr¨®spera, pero la realidad es bien distinta. La vida en Espa?a no es f¨¢cil, y es algo que necesitan saber los j¨®venes que emprenden este desaf¨ªo. Cuando llegas, no ha terminado la pesadilla, queda un largo camino que recorrer¡±, dice.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OF35MKFDLFE3BCBROQLIANR6PY.jpg?auth=bdd93b91693e2379e25f18c2ee179cbe93dab2c1bf56adb2dac36831608e64e5&width=414)
![El Puche Almer¨ªa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QBQ26TDOGFAZZBO3TI75LR5F3Q.jpg?auth=7e1f25d38d8fbac3480b2877c4448c443e3bc5091b6aa8a3c63dc029a6dcf483&width=414)
![La necesidad de vivienda y la falta de recursos ha hecho que muchos residentes de El Puche se vean obligados a vivir en las denominadas ¡°cocheras¡±, que en realidad son bloques de edificios con locales y garajes reconvertidos en vivienda que no contaban con tal licencia. ¡°En estas casas vive la gente api?ada. En algunas viven tres o cuatro personas, pero en otras hay hasta seis o siete ah¨ª metidos. Son espacios muy peque?os, sin ventanas¡¡±, detalla Akim, un vecino.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QSLLYASOTFHPTKCQBC4QPG7MIU.jpg?auth=9910c0b7fc70c4dbc043e8ddb557a46e189274f7c77b222e33a559dbbed123ca&width=414)
![¡°Desde hace cuatro a?os espero los papeles para poder estar documentado en Espa?a¡±, se queja Omar, argelino de 21 a?os. ¡°Las asistentes sociales nos dicen que tengamos paciencia, pero se hace muy dif¨ªcil mantener la calma con la situaci¨®n tan dif¨ªcil que tenemos. Yo quiero trabajar, me da igual hacerlo de lo que se pueda, pero quiero trabajar. A veces ayudo de pe¨®n en una obra y en otras ocasiones me gano algunos euros recogiendo chatarra, pero por ahora no he tenido ning¨²n trabajo que me dure tiempo, siempre son peque?as cosas que apenas me dan para poder comer¡±, lamenta.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/N6UPFB6ABVHKVF667NVS4WDQ2A.jpg?auth=01964bf1b738412e658908e4d1dbc2734dabb4e98930fab7611ef165823e24b8&width=414)
![Detalle de la habitaci¨®n donde duermen Omar y Ahmed. Los dos viven junto a su amigo Amin en una chabola de unos 10 metros cuadrados. A pesar de lo que pueda parecer por fuera, la chabola de los primos est¨¢ perfectamente acondicionada. En los ¨²ltimos meses han conseguido realizar una peque?a reforma con la chatarra que recogen y reciclan. El refugio que han logrado construir tiene tres zonas bien acomodadas y un peque?o cuarto de ba?o con todo tipo de detalles.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6W5LAPZS4FH7LKXHJQ76SKA37M.jpg?auth=76882863eb416c8651eae8e2a182fb2f72ce9c722971cad36cce86983d010014&width=414)
![En el coraz¨®n del barrio almeriense El Puche, 11 j¨®venes se re¨²nen para aprender sobre herramientas que se utilizan en la construcci¨®n. Ocho marroqui?es y tres argelinos que han emigrado en b¨²squeda de trabajo se encuentran dos veces por semana para recibir clases de castellano y formaci¨®n en oficios de la Asociaci¨®n Almer¨ªa Acoge. Esta?n muy interesados en el temario, ya que saben que pueden acabar trabajando en una obra para ganarse su primer sueldo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6WTEC63GARDVVIJPQFZYAXZBDA.jpg?auth=49a4f57375ef67e4cb08395d4442ec673cf34e2532a9e2a6dd74a30a41cb257f&width=414)
![Jos¨¦ Castillo, almeriense de 24 a?os, se dedica a impartir clases de castellano a las personas que acaban de llegar a Espa?a. Cuenta que trabajar con ellos desde el momento en que llegan al pa¨ªs es fundamental para su integraci¨®n. ¡°Las personas que acaban de bajar de una patera necesitan ayuda urgente. Llegan totalmente desubicados y desconcertados. Les han prometido mucho pero no son consciente de la dura traves¨ªa que les queda por delante¡±, comenta. En la foto, algunas de sus herramientas de trabajo, entre ellas una pizarra con el juego de 'El Ahorcado', con el que sus alumnos aprenden palabras en espa?ol.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IPAKUPTUSNH5BOW6DF3W3PUJQY.jpg?auth=daf615f0a21f02f5b55c487f9a94a1d545fdea4de0ae1028e740f5e1e5b9a490&width=414)
![Said. M, de 18 a?os, lleg¨® a Espa?a hace cerca de cinco meses a bordo de una patera proveniente de Or¨¢n. El joven argelino lamenta los obst¨¢culos con lo que muchos de sus compa?eros se encuentran a la hora de buscar un trabajo: ¡°Nos exigen haber vivido en Espa?a al menos dos a?os para empezar a trabajar. Si queremos vivir no podemos hacer otra cosa que trabajar ilegalmente. Tenemos que demostrar muchas cosas para que nos acaben dando un trabajo, ya que los empresarios nos miran con lupa. Venimos con muchas ganas de empezar una nueva vida y solo queremos que nos den la una oportunidad que no nos dan en nuestro pa¨ªs¡±, comenta.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HEA4FHR73RCNHCLS5BPQ5MN2XY.jpg?auth=2d410155a8fa2e7d77db218e6d9deb1ce98a7a3033ccaad7cdc403cae7181ba8&width=414)
![Mohamed Bouglada, de 20 a?os y procedente de Al Hoceima (Marruecos), lleg¨® a Almer¨ªa en diciembre de 2022. Sigue viviendo en un centro de acogida humanitaria en el barrio de Los ?ngeles (Almer¨ªa). ¡°Mentalmente esta situaci¨®n es muy agotadora. Es como una pesadilla continua: sufrimos la pobreza en nuestro pa¨ªs, el gran riesgo de cruzar la frontera en patera, y cuando venimos a Espa?a seguimos sufriendo porque nuestra situaci¨®n tarda a?os en regularizarse. Mi sue?o es ser peluquero y no voy a parar hasta conseguirlo, pero s¨¦ que no me lo van a poner nada f¨¢cil¡±, dice el joven marroqu¨ª.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LRFKE65MO5EKVBEJMZNJ4FFPUE.jpg?auth=0b9ed80e532dd0bf0b22b3d3df387856efd74c5630c709ed61cd3d83620ed10e&width=414)
![¡°Estoy aprendiendo varios oficios para ver si hay suerte y me dan un trabajo para poder ganarme la vida¡±, cuenta Yassine El Karfa, de 39 a?os y de Casa Blanca (Marruecos). ¡°Desde que estoy en Almer¨ªa me dedico a la recolecci¨®n y venta de chatarra porque nadie me quiere contratar. Soy consciente de que ya no tengo 20 a?os, pero s¨¦ que soy v¨¢lido para poder trabajar como obrero, pintor o de cualquier cosa que haga falta. Tan solo pido una oportunidad, pero tarda mucho en llegar¡±. El Karfa lleg¨® en patera el pasado 13 de agosto y se instal¨® en el barrio El Puche. Reconoce que su situaci¨®n es desesperada, ya que tampoco tiene una vivienda digna donde poder alojarse. A pesar de todo, mantiene la sonrisa intacta, y mira al cielo clamando por la suerte que no le ha llegado hasta el momento.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LIGUVUPJWFDHJOZR2J2W5SJB5I.jpg?auth=054fa489a9ec8b2ac84b03d2ceb23ecb2d02880171f74c36d92120cee74abfc6&width=414)
![Jos¨¦ Castillo, el profesor de espa?ol de Almer¨ªa Acoge, momentos despu¨¦s de acabar su clase para migrantes. ¡°La situacio?n laboral de las personas que acaban de llegar a Espan?a es desastrosa, no tienen acceso a ningu?n trabajo cualificado y se ven abocados a acabar aceptando trabajos mal pagados. Muchos de ellos lo tienen que hacer de forma ilegal, ya que no han podido regularizar su situacio?n. Y todo esta? empeorando para estas personas, los me?todos de documentacio?n son mucho ma?s largos y el trabajo esta? cada vez peor pagado¡±, explica. El tiempo de demora para formalizar la petici¨®n de asilo, subraya, puede tardar hasta 24 meses. ¡°Un solicitante de asilo que consiguiera hoy una cita para el pr¨®ximo a?o deber¨ªa esperar otros seis meses para disponer de autorizaci¨®n para trabajar, seg¨²n la legislaci¨®n vigente¡±.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IWAKGTY45BCBVHP2AAYRCK2POQ.jpg?auth=70be7e1452a4f7cc85610a79ab25504849e75dec8816cef093413514f707320c&width=414)
![Mehdi Jarmouni (33 a?os, Casa Blanca) trabajaba de c¨¢mara en la televisi¨®n marroqu¨ª. ¡°Pero las cosas se pusieron muy mal y el trabajo se acab¨®¡±, lamenta. Recuerda que tras llegar a Espa?a empez¨® a trabajar en un invernadero, un empleo que se vio interrumpido por una lesi¨®n de rodilla que le imped¨ªa hacer grandes esfuerzos. ¡°Ahora me intento ganar la vida con la chatarra, porque nadie me quiere contratar de nada. Nos exigen experiencia y no entienden que la experiencia se gana trabajando¡±, a?ade.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KEH5RJ53WJD6JKNMNVHVU2A4EM.jpg?auth=70309c3b1fa5811187dc54c211b083dc1d4fe638fe2da3156e72816400d3da92&width=414)
![Muchos de estos migrantes, a su llegada, trabajan como temporeros bajo los pla?sticos de los invernaderos de Ni?jar, donde miles de personas recogen la cosecha de mel¨®n a cambio de 20 euros por jornada de trabajo. En la actualidad, Almer¨ªa tiene 33.000 hect¨¢reas de invernaderos, seg¨²n los datos facilitados por la Junta de Andaluc¨ªa en 2021. La mayor¨ªa de ellos se encuentran en El Ejido, seguido de N¨ªjar y Almer¨ªa capital.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TDJR5TIO6ZBTLPYA2TJBGB3QRY.jpg?auth=008df11a593a553a2e2bd1147ad1a066dde86dc5c11fa92e483f0d213c408e20&width=414)
![Entre todos los asentamientos de N¨ªjar, uno de los ayuntamientos de Almer¨ªa, destacaba por encima de todos: El Walili (izquierda) un conjunto de chabolas donde viv¨ªan alrededor de 500 migrantes, y que el Ayuntamiento de N¨ªjar desmantel¨® el pasado 30 de enero. Ahora, en la zona tan solo unos mont¨ªculos de tierra recuerdan el que fuera hogar de centenares de trabajadores del 'mar de pl¨¢stico' (derecha). Los desalojados tuvieron que mudarse a otros poblados mucho m¨¢s lejos de sus lugares de trabajo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PGYCCAY2W5FULMI3SIW5CON27Q.jpg?auth=95e82fd08b941efb0c3a867d11fcbad444144a75208c458377d52c136e84bff5&width=414)
![Vista a¨¦rea del poblado chabolista del Cortijo de Don Domingo en N¨ªjar, junto a los invernaderos. El asentamiento no ha parado de crecer y en los ¨²ltimos meses ha experimentado un aumento exponencial tanto en el n¨²mero de viviendas informales como en el de habitantes. M¨¢s de 400 personas llegadas de Marruecos y Ghana, principalmente, viven en condiciones insalubres, sin agua corriente o electricidad. En el a?o 2021 un incendio calcin¨® unas tres hect¨¢reas del asentamiento chabolista.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BTK2SXJLWND5LMOHHAJDN27H34.jpg?auth=e10191525e5952cb24401faea611f4e1606f72406bbf92910f8a442f26401f0d&width=414)
![A pesar de ser un barrio castigado y, en muchas ocasiones, marginado, los vecinos de El Puche se niegan a abandonarlo. Este barrio convive con un asentamiento de chabolas desperdigadas y trozos de tierra quemada (debido a las peque?as hogueras para hacer desaparecer la basura acumulada). Hay casas hechas de peque?as chapas de metal, cart¨®n y pal¨¦s. Alrededor, el descampado est¨¢ cubierto de viejos coches desguazados, sillas de tres patas, bolsas de pl¨¢stico rotas, colchones viejos, infinidad de latas de conservas, gatos y perros callejeros.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VG3IL76MIZF6BPIWNOCGFCFDDI.jpg?auth=ddab2223c779aa50d93e2f9fdd9fcbcc0308459bc046e92abbed44d8c848ac46&width=414)
![Millod Alhel, de 19 a?os, lleg¨® a Espa?a hace dos. Su ilusi¨®n ser¨ªa tener su propia peluquer¨ªa en Espa?a: ¡°Llegu¨¦ subido en la rueda de recambio de un cami¨®n. Estuve sin moverme todo el trayecto, desde Nador hasta Almer¨ªa. Mi madre no quer¨ªa que lo intentara porque era muy peligroso, pero sab¨ªa que no me pod¨ªa quedar en Marruecos, ya que los j¨®venes lo tenemos muy complicado para poder trabajar y ser alguien en nuestro pa¨ªs¡±, dice. ¡°Desde que llegu¨¦ no he parado de formarme. Estudio espa?ol todos los d¨ªas y voy haciendo mis pr¨¢cticas de peluquer¨ªa. Aunque el tema de los papeles es un proceso muy lento, no me importa esperar y luchar por lo que quiero. En el momento que regularice mi situaci¨®n, me gustar¨ªa intentar traer a mi madre y montar mi propia peluquer¨ªa en Valencia o quiz¨¢s en Bilbao¡±.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CA5WB2MHRFCWVLGHTBMCDTB7OM.jpg?auth=4426928a21df8fbc02874597d9ff0fdce7508ee8d5beca8c043c4ac12734d5d7&width=414)
![Un grupo de j¨®venes entrenan en el estadio de Emilio Campra, en el barrio de Zapillo. Hoy han acudido al entrenamiento 10 jugadoras: Douma, Karima, Ikran, Asia, Amina¡ Todas son hijas de migrantes que cruzaron la frontera, hace alg¨²n tiempo, en busca de una vida mejor. La gran mayor¨ªa consigui¨® la tan anhelada documentaci¨®n y logr¨® quedarse a vivir en Almer¨ªa. Las j¨®venes son conscientes del sufrimiento que han tenido que pasar sus padres, y aunque saben que las cosas en Espa?a no son f¨¢ciles, quieren mantener vivo su sue?o: vivir del f¨²tbol en Espa?a.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XAWYYX7C5RGGNITFKA5COILITE.jpg?auth=41e462cfd14dcdb7c1e6c586a6945e4c06923940a141f7ef7656ef207d352339&width=414)
![F¨¢tima El Auchochi tiene 17 a?os, es hija de migrantes marroqu¨ªes y nacida en Almer¨ªa. Es la capitana del equipo y tiene claro por qu¨¦ quiere ser futbolista: ¡°El f¨²tbol une culturas y pueblos, y para m¨ª es uno de los valores m¨¢s importantes de este deporte. Es una cosa que me inculc¨® mi hermano, y desde los cinco a?os vivo pegada a una pelota. El f¨²tbol me ha unido a grandes personas como mis compa?eras, y eso lo agradecer¨¦ siempre¡±. A pesar de esa ilusi¨®n que arrastra, tiene claro que hay que tener los pies en el suelo. ¡°Las cosas siguen estando muy dif¨ªciles para las mujeres que nos queremos dedicar a jugar al f¨²tbol¡±, admite.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GLEULO2VL5GH7NW337AEIB7SSM.jpg?auth=247ddb307aab9e9b91d2182a19604dadba21a4859f10e1f8e235fad1b6d84944&width=414)
![Vista a¨¦rea del barrio de El Puche.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TVCLTKUUNZF5HISQDQLE4UTRSY.jpg?auth=21e82d0347bfcf12d8dbdaa8d857a2606710bac600d4f14a40e0b3dffe3f44f4&width=414)