?A qu¨¦ sabe el chocolate? A injusticia, responden en Ghana
El 90% de los agricultores del cacao en este pa¨ªs africano, segundo productor mundial, no tiene un salario que le permita cubrir necesidades b¨¢sicas, seg¨²n una investigaci¨®n de Oxfam Interm¨®n. Mientras, los beneficios de la industria chocolatera crecen
En una visita a Berna en 2021, el presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, sembr¨® el estupor entre sus interlocutores al anunciar que quer¨ªa dejar de vender su cacao a Suiza, su gran comprador, y estimular la producci¨®n nacional de chocolate, ya que el actual sistema de exportaciones est¨¢ privando a su pa¨ªs ¡°de la prosperidad¡±. Ninguno de sus dos planes se ha concretado y probablemente se queden en un golpe sobre la mesa, pero el mensaje del mandatario qued¨® claro: mientras las grandes empresas chocolateras aumentan sus beneficios, los productores de cacao del Estado africano, segundo productor mundial, son cada d¨ªa m¨¢s pobres y no logran recibir un ingreso digno por su trabajo.
Un informe de la ONG Oxfam Interm¨®n, publicado con motivo del D¨ªa Mundial del Comercio Justo que se celebra este s¨¢bado, concluye, tras entrevistar a 400 productores de Ghana, que el 90% de las 800.000 personas que subsisten gracias al cacao en el pa¨ªs no tienen ingresos que les permitan cubrir sus necesidades b¨¢sicas. Seg¨²n esta investigaci¨®n, muchos sobreviven con un salario de poco m¨¢s de un euro al d¨ªa (es decir, lo que en Espa?a cuesta una barra de chocolate) y han visto sus ganancias reducirse un 16% desde 2020. Pero, paralelamente, en los ¨²ltimos tres a?os, las cuatro principales empresas de la industria chocolatera que cotizan en bolsa (Hershey, Lindt, Mondel¨¥z y Nestl¨¦) han obtenido beneficios conjuntos de casi 15.000 millones de d¨®lares (13.700 millones de euros), solo en sus ramas comerciales vinculadas al cacao.
¡°Hay muchos intermediarios, nosotros no controlamos nada¡±, dice a este diario desde Ghana Leticia Yankey, propietaria de una granja de 14 hect¨¢reas. ¡°Los productores necesitamos m¨¢s educaci¨®n y entrenamiento, tenemos que saber alzar nuestra voz, sobre todo porque vemos que el precio del cacao en el mercado sube y a nosotros cada vez nos queda menos dinero en el bolsillo. No podemos pagar alimentos de calidad, ni la escuela¡±.
Adem¨¢s, y pese a que en el primer trimestre de 2023, el precio de la tonelada de cacao ha subido y supera actualmente los 2.660 euros, en Ghana, la producci¨®n atraviesa dificultades esta temporada. La sequ¨ªa ha hecho que las cosechas se reduzcan y esto puede ser solo el principio de un desastre mayor, ya que el cambio clim¨¢tico reducir¨ªa en un 40% la superficie para cultivo del cacao en este pa¨ªs africano de aqu¨ª a 2050. A ello se suma que todos los costes de producci¨®n se han encarecido: el transporte, los fertilizantes, la mano de obra contratada... ¡°Cuando termino de pagar todo eso, ?qu¨¦ me queda? Apenas nada¡±, lamenta Yankey.
Seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional del Cacao (ICCO), Ghana (con una cosecha estimada de 750 millones de toneladas esta temporada 2022-23), es responsable del 15% de la producci¨®n mundial de cacao (un total de cinco millones de toneladas previstas este a?o), por detr¨¢s de Costa de Marfil. Sin embargo, el pa¨ªs solamente recibe aproximadamente un 1,5% de los 120.000 millones de euros que mueve anualmente la industria chocolatera.
¡°Detr¨¢s de la mayor¨ªa de tabletas de chocolate que compramos hay una alta probabilidad de injusticia y sobre todo mucho desconocimiento¡±, afirma Juanjo Mart¨ªnez, responsable de Comercio Justo de Oxfam Interm¨®n. El experto asegura que las grandes empresas apenas se esfuerzan para saber de d¨®nde procede su cacao. ¡°Compran a empresas exportadoras y lo que ha ocurrido antes de este momento con el grano no parece incumbirles demasiado¡±, resume.
Este peri¨®dico contact¨® a varias de estas empresas productoras de chocolates y recibi¨® una respuesta del portavoz de Lindt & Spr¨¹ngli, asegurando que ¡°apoyan los esfuerzos¡± de pa¨ªses como Ghana para mejorar los medios de subsistencia de los productores de cacao. La compa?¨ªa suiza explic¨® que dedica 55 euros por cada tonelada comprada al desarrollo comunitario, a la trazabilidad del cacao y a su programa de sostenibilidad. ¡°A trav¨¦s de nuestros proveedores, proporcionamos primas a los agricultores de este programa. Adem¨¢s, pagamos a los actores locales de la cadena de suministro (cooperativas, intermediarios locales...) una tasa de gesti¨®n para apoyar su desarrollo y para la trazabilidad del cacao¡±, detallan, subrayando que en 2021 invirtieron 19 millones de euros en programas de sostenibilidad. Seg¨²n las ¨²ltimas cifras publicadas por la compa?¨ªa suiza, sus beneficios netos en 2022 llegaron a 573 millones de euros.
Detr¨¢s de la mayor¨ªa de tabletas de chocolate que compramos hay una alta probabilidad de injusticiaJuanjo Mart¨ªnez, Oxfam Interm¨®n
Un consumidor consciente
Oxfam advierte que tras la injusticia en la repartici¨®n de los beneficios, puede haber otras igualmente urgentes como el trabajo infantil y la deforestaci¨®n. En abril, el Parlamento Europeo aprob¨® una nueva ley por la cual todos los distribuidores de cacao deben contar con un certificado confirmando que el producto no proviene de entornos deforestados ni ha contribuido a la deforestaci¨®n para su venta. La Uni¨®n Europea es el principal importador de cacao del mundo, ya que absorbe un 60% de las exportaciones, pero seg¨²n Mart¨ªnez, de Oxfam, solo entre el 1% y el 2% del chocolate que se consume en el continente tiene la etiqueta de ¡°comercio justo¡±, un porcentaje que en Espa?a es a¨²n menor.
¡°Los consumidores son finalmente quienes van a elegir qu¨¦ modelo de desarrollo quieren para estos pa¨ªses¡±, zanja Mart¨ªnez. El cacao certificado de ¡°comercio justo¡± asegura un precio m¨ªnimo que garantiza unos ingresos correctos y que se paga directamente a las cooperativas, y ofrece tambi¨¦n la certeza de que no se usa mano de obra infantil. El precio se refuerza adem¨¢s con una prima social de 240 d¨®lares (220 euros) por tonelada, muy superiores a las que pagan las grandes empresas, y que en algunos casos se vieron congeladas tras la pandemia de coronavirus.
En 2019, Ghana y Costa de Marfil, origen del 60% del cacao consumido en el planeta, se unieron para paliar la precariedad que inunda el sector y anunciaron la instauraci¨®n de una prima de 400 d¨®lares por tonelada para aliviar la pobreza de los productores. Tambi¨¦n se propusieron establecer un precio m¨ªnimo, pero Mart¨ªnez advierte que estas medidas se centran sobre todo en la exportaci¨®n y no repercuten directamente en lo que se paga a un productor.
Pese a todo, Oxfam admite que en los ¨²ltimos 10 a?os, la situaci¨®n ha mejorado. Al igual que Lindt & Spr¨¹ngli, otras grandes firmas de la industria chocolatera han lanzado programas de sostenibilidad para ayudar a los agricultores a producir m¨¢s cacao y para aumentar sus ingresos. ¡°Se presta m¨¢s atenci¨®n y ha habido campa?as e informaci¨®n al respecto. El chocolate es un producto donde el consumidor est¨¢ alerta y muchas empresas tambi¨¦n han reaccionado. Todo esto es positivo, pero nuestra investigaci¨®n muestra que es insuficiente¡±, opina Mart¨ªnez, considerando que una de las grandes asignaturas pendientes es la trazabilidad del cacao que se compra. ¡°No es una tarea f¨¢cil porque hablamos de minifundios y de zonas selv¨¢ticas de dif¨ªcil acceso. Pero si nosotros, que somos una ONG, sabemos de d¨®nde viene el cacao de los chocolates que vendemos, las grandes empresas tambi¨¦n lo pueden saber¡±, agrega.
Muchos productores sobreviven con un salario de poco m¨¢s de un euro al d¨ªa, es decir, lo que en Espa?a cuesta una barra de chocolate y han visto sus ingresos reducirse un 16% desde 2020
Las mujeres y la tierra
Yankey es una de las pioneras en la producci¨®n de cacao en Ghana, donde las agricultoras desempe?an un papel fundamental en el sector. Dirigen, seg¨²n Oxfam, alrededor del 25% de las explotaciones del pa¨ªs, y participan en la mayor¨ªa de las fases de la producci¨®n. Pero el camino no ha sido f¨¢cil y Yankey lamenta que la estructura del sector en su pa¨ªs sea esencialmente masculina: los hombres poseen la tierra, gestionan los ingresos y son los principales destinatarios de los procesos de formaci¨®n y entrenamiento que llevan a cabo empresas y Gobierno. En su informe, Oxfam lamenta, por ejemplo, que la mayor¨ªa de las empresas chocolateras no dispongan de datos sobre empleo y beneficios por g¨¦nero. La ONG se?ala adem¨¢s que la reducci¨®n media del 16% de los beneficios netos de los productores ghaneses en los tres a?os estudiados afect¨® especialmente a las mujeres, que registraron una disminuci¨®n del 21,44%, frente al 14,15% en los hombres.
¡°Si las mujeres recibieran m¨¢s formaci¨®n ser¨ªa un valor a?adido, podr¨ªamos realizar m¨¢s tareas y habr¨ªa recursos adicionales para pagar la escuela, la comida. Adem¨¢s, las madres compartir¨ªan ese conocimiento con sus hijos y otros miembros de la familia. Pero cuando hay una reuni¨®n llaman a los hombres. Nosotras tampoco gestionamos en muchos casos el dinero¡±, lamenta Yankey.
Esta emprendedora comenz¨® cultivando ma¨ªz, mandioca y pl¨¢tanos, lo que le permiti¨® comprar m¨¢s tierras y lanzarse a la producci¨®n de cacao. Pas¨® de 2,5 hect¨¢reas a m¨¢s de 14 y despu¨¦s fund¨® y dirige la cooperativa Cocoa Mmaa, compuesta esencialmente por mujeres. ¡°Empec¨¦ a sembrar en 2010, fui la primera en la regi¨®n. Otras mujeres me vieron, me imitaron y fue el inicio de la cooperativa, que hoy tiene 600 miembros¡±, explica a este diario.
Actualmente, en su finca da trabajo a tres hombres y es una especie de mentora, que intenta que otras mujeres tomen las riendas y dirijan explotaciones como las suyas. ¡°Pero solas no podremos hacerlo¡±, recalca, dirigi¨¦ndose a Gobierno, ONG y empresas del sector.
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