Zimbabue prev¨¦ una cosecha r¨¦cord de trigo con la que reducir las importaciones a precios disparados
El pa¨ªs, conocido anta?o como el granero de ?frica, se esfuerza en aumentar la producci¨®n propia desde que estall¨® la guerra en Ucrania y calcula que recolectar¨¢ al menos un 10% m¨¢s de cereal que en 2022
En cuanto Tino Zinyemba sale de su flamante todoterreno, las suelas blancas como la nieve de sus zapatillas deportivas se hunden unos cent¨ªmetros en el barro. Pero no parece importarle: la llovizna en Glendale, un peque?o pueblo agr¨ªcola al norte de la capital, Harare, es una bendici¨®n para los cultivos de la granja. Mientras su ¡°capataz¡± le pone al d¨ªa de c¨®mo van las tierras, Zinyemba recorre con la mirada los campos que deben escardarse, que tienen un aspecto verde y exuberante. Al igual que muchos otros agricultores de Zimbabue, este hombre se propuso cultivar m¨¢s superficie de trigo que el a?o pasado, cuando bati¨® su propio r¨¦cord. ¡°Ciento cincuenta hect¨¢reas¡±, se jacta, con una sonrisa de satisfacci¨®n en el rostro.
Los constantes cortes de electricidad, la hiperinflaci¨®n y las secuelas de la pandemia de coronavirus no han impedido que Zinyemba y otros miles de agricultores de Zimbabue consiguieran una cosecha hist¨®rica. Desde que el pa¨ªs obtuvo la independencia en 1980, jam¨¢s se hab¨ªa cultivado tanto trigo. El Gobierno de Zimbabue anunci¨® que en 2022 se recolectaron 375.000 toneladas de este cereal, 20.000 toneladas m¨¢s de las que el pa¨ªs necesita para su propio consumo. En 2023 se espera otra cosecha r¨¦cord de trigo, despu¨¦s de que los agricultores del pa¨ªs sudafricano hayan plantado cultivos de este cereal en 86.000 hect¨¢reas de tierra, frente a las 80.000 del a?o pasado, y prev¨¦n producir alrededor de un 10% m¨¢s que en 2022, es decir, unas 420.000 toneladas del cereal.
Granero de ?frica
Con el r¨¦cord hist¨®rico del a?o pasado y las buenas perspectivas para 2023, Zimbabue est¨¢ un paso m¨¢s cerca de la autosuficiencia. Desde su independencia en 1980 y la llegada al poder de Robert Mugabe como primer ministro, el Gobierno ha so?ado con prescindir completamente de las importaciones de este cereal. Zimbabue ya era conocido entonces como ¡°el granero de ?frica¡±, pero ha sido necesaria una larga serie de buenas cosechas consecutivas para que las autoridades puedan empezar a hablar de independencia total, algo que nunca fue posible bajo el mandato de Mugabe, que fue primer ministro (1980-87) y posteriormente presidente (1987-2017). Cuando el l¨ªder autoritario decidi¨® en 2000 repartir todas las tierras agr¨ªcolas (campos que en su mayor¨ªa eran propiedad de agricultores blancos) entre los zimbabuenses negros, la producci¨®n de trigo, tabaco y ma¨ªz, entre otros cultivos, cay¨® en picado y la situaci¨®n en gran parte del pa¨ªs empeor¨®.
En 2022 se recolectaron 375.000 toneladas de este cereal, 20.000 toneladas m¨¢s de las que el pa¨ªs necesita para su propio consumo.
Zimbabue a¨²n no se ha recuperado del golpe que esas controvertidas expropiaciones de tierras supusieron para la econom¨ªa del pa¨ªs. ¡°Mugabe quer¨ªa que el Gobierno fuera el ¨²nico prestamista¡±, explica Tafadzwa Musarara, responsable de la Asociaci¨®n de Molineros de Zimbabue. ¡°El problema era que muchas personas no eran agricultores, sino solo propietarios de granjas¡±. Cuando, en 2017, Emmerson Mnangagwa, perteneciente al partido de Mugabe, la Uni¨®n Nacional Africana de Zimbabue (ZANU-PF, por sus siglas en ingl¨¦s), le sucedi¨® en el poder, supo que era necesario revocar la pol¨ªtica restrictiva de su predecesor.
Mientras la producci¨®n de trigo cay¨® en las ¨²ltimas d¨¦cadas, la demanda no ces¨® de aumentar, seg¨²n Musarara, cuya asociaci¨®n representa a las empresas procesadoras que compran el trigo a los agricultores. ¡°Zimbabue experimenta una fuerte urbanizaci¨®n. Muchos est¨¢n abandonando el campo por la ciudad¡±, resume. En las zonas rurales, los zimbabuenses comen por lo general ma¨ªz, sorgo y arroz. Sin embargo, en las grandes ciudades, debido a la globalizaci¨®n y a la adopci¨®n de pautas alimentarias occidentales, consumen cada vez m¨¢s pan y cereales.
Paralelamente, la poblaci¨®n del pa¨ªs sigue creciendo. En el a?o 2000, la demanda de trigo era de 200.000 toneladas, una cifra que ahora pr¨¢cticamente se ha duplicado. Hasta hace poco, esto significaba que Zimbabue ten¨ªa que importar trigo por valor de 300 millones de d¨®lares (275 millones de euros) de pa¨ªses como Sud¨¢frica, Letonia y Polonia, y tambi¨¦n de Rusia y Ucrania. La invasi¨®n rusa de Ucrania y las sanciones contra Mosc¨² hicieron que el suministro de trigo se interrumpiera y los precios subieran.
Seg¨²n Naciones Unidas, en 2020, 15 pa¨ªses africanos importaron m¨¢s del 50% del trigo que consumen de Rusia y Ucrania. El Banco Africano de Desarrollo (AFDB, por sus siglas en ingl¨¦s) se?ala que la invasi¨®n rusa de Ucrania provoc¨® una escasez de unos 30 millones de toneladas de cereales en el continente, junto con un fuerte aumento del coste. El presidente de Zimbabue ha afirmado que esta guerra deber¨ªa ser un ¡°toque de atenci¨®n¡± para los pa¨ªses africanos, para que comiencen a producir sus propios alimentos.
Autosuficiencia
La buena cosecha del a?o pasado y la perspectiva de superarla este a?o hacen que Zimbabue sue?e abiertamente con el autoabastecimiento. Adem¨¢s, los 300 millones de d¨®lares ahorrados en 2022 en importaciones de trigo pasar¨¢n a formar parte del Producto Interior Bruto (PIB) del pa¨ªs, subrayan las autoridades. Seg¨²n John Basera, secretario permanente del Ministerio de Agricultura, Zimbabue puede autoabastecerse al 100% de trigo. Y si el pa¨ªs logra seguir aumentando la producci¨®n de este cereal, no solo se puede constituir una ¡°reserva estrat¨¦gica¡± que, con el tiempo, deber¨ªa desembocar en la autosuficiencia, sino que el pa¨ªs puede incluso empezar a exportar trigo, calcula.
¡°Solo se es realmente autosuficiente cuando se obtienen excedentes durante 10 a?os¡±, lo que permite tener ¡°reservas suficientes para hacer frente a imprevistos como una guerra¡±Tafadzwa Musarara, de la Asociaci¨®n de Molineros de Zimbabue.
M¨¢s prudente, Musarara se?ala que habr¨¢ que seguir importando tipos espec¨ªficos de trigo. ¡°Seguimos necesitando trigo de alta calidad para conseguir el pan sabroso y nutritivo que tambi¨¦n se puede comprar en Europa. Nos hemos acostumbrado a ¨¦l¡±. El responsable se?ala adem¨¢s que ¡°solo se es realmente autosuficiente cuando se obtienen excedentes durante 10 a?os¡±, lo que permite tener ¡°reservas suficientes para hacer frente a imprevistos como una guerra en Ucrania o una pandemia, por ejemplo¡±.
A pesar de las grandes palabras y las autofelicitaciones, las excelentes cosechas del a?o pasado no implican que Zimbabue est¨¦ mucho m¨¢s cerca de resolver problemas como la inseguridad alimentaria y la pobreza extrema. Seg¨²n el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, al menos el 42% de la poblaci¨®n zimbabuense vive en la pobreza extrema. La frecuente aparici¨®n de sequ¨ªas tiene importantes consecuencias en los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria, informa el PMA, ya que cerca del 70% de la poblaci¨®n depende de la agricultura de secano. Seg¨²n cifras adicionales, ¡°el 30% de la poblaci¨®n rural sufr¨ªa inseguridad de cereales al comienzo de la temporada de escasez (de octubre a diciembre de 2022), mientras que el 38% (3,8 millones) la sufr¨ªa durante el pico (de enero a marzo de 2023)¡±.
Incluso antes de que estallara esta guerra, el Gobierno zimbabuense ya hab¨ªa introducido planes para impulsar su propia producci¨®n agr¨ªcola. Por ejemplo, a trav¨¦s de programas gubernamentales, los agricultores pueden pedir prestada maquinaria agr¨ªcola para cultivar. Para obtener parte de la maquinaria y los conocimientos agr¨ªcolas, el presidente de Zimbabue, Mnangagwa, recibi¨® el apoyo del presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, en parte porque pocos inversores internacionales se atreven a invertir en la agricultura zimbabuense.
¡°Debemos nuestra cosecha hist¨®rica a nuestra colaboraci¨®n con el sector privado¡±, afirma Basera. El responsable se?ala que, por iniciativa del Gobierno, los empresarios han invertido a gran escala en empresas conjuntas con responsables agr¨ªcolas y afirma que no solo lo hacen para ganar dinero ¡°sino tambi¨¦n para garantizar la seguridad alimentaria¡±. Estas empresas mixtas est¨¢n dando sus primeros frutos, recalca, refiri¨¦ndose, al hist¨®rico excedente de trigo. El gobierno pretende ahora aplicar el sistema de empresas conjuntas a otros cultivos, como el ma¨ªz y las hortalizas.
Uno de los prestamistas que decidi¨® invertir en tierras agr¨ªcolas gracias a los nuevos acuerdos es el joven Tino Zinyemba. Hijo de una adinerada pareja de agricultores, estudi¨® inform¨¢tica y trabaj¨® como asesor para una consultora de Harare, pero la sangre del campesino corr¨ªa por sus venas. Ahora no solo se encarga de que se cultiven los campos de sus padres, sino tambi¨¦n los terrenos cercanos, que estaban sin labrar hasta hace poco. Las buenas cosechas del a?o pasado y el elevado volumen de negocio que conllevaron hacen que no se arrepienta de su decisi¨®n y, al igual que otros inversores, est¨¢ a la caza de parcelas cubiertas de maleza, con la esperanza de a?adirlas a sus explotaciones.
La bonanza tambi¨¦n ha hecho que cada vez m¨¢s agricultores blancos regresen a Zimbabue, un tema que los funcionarios del Gobierno evitan. Musarara explica que a muchos de ellos les resulta dif¨ªcil recomprar las tierras perdidas y por eso ¡°deciden invertir en las granjas que antes eran suyas¡±. ¡°Es algo innovador e hist¨®rico, que no tiene parang¨®n¡±, afirma el representante de la asociaci¨®n de molineros, explicando que a menudo trabajan con los propietarios negros para recuperar la producci¨®n de esa tierra. ¡°Capital blanco¡±, resume. Y tiene sus puntos positivos, por ejemplo, la transferencia de conocimientos entre unos y otros. Pero tambi¨¦n aumenta la competencia entre inversores blancos y negros.
Esa tarde, Tino Zinyemba ha echado el ojo a un mortecino campo cerca de Glendale que espera a?adir pronto a su colecci¨®n de granjas. ¡°A¨²n no s¨¦ c¨®mo lo voy a hacer desde el punto de vista financiero, pero cuando la oportunidad se presente me aferrar¨¦ a ella con todas mis fuerzas¡±, asegura, sonriente.
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